El fallecimiento de una mujer italiana por fiebre del Nilo Occidental acapara titulares: cuál es la situación en España

El virus del Nilo Occidental cobra su primera víctima en Europa este verano. Mientras Italia lamenta una muerte, España se mantiene alerta ante un enemigo silencioso.

Pruebas virus del Nilo Occidental
España no ha registrado ningún caso humano autóctono durante este 2025.

El reciente fallecimiento de una mujer mayor en Italia por fiebre del Nilo Occidental (VNO) ha vuelto a poner en el centro del debate público esta enfermedad, considerada emergente en Europa. Sin embargo, España, contra todo pronóstico, no ha registrado ningún caso humano autóctono de VNO durante la presente temporada, según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades.

Este dato contrasta con lo registrado en 2024, que fue considerado el peor año registrado hasta ahora, con 158 casos y 20 fallecidos, según el Centro Nacional de Epidemiología.

Desde su aparición oficial en España en 2010, con los primeros dos casos humanos detectados, la tendencia había sido constante hasta el verano pasado. Las condiciones meteorológicas, un 2025 extremadamente lluvioso, y la expansión de mosquitos del género Culex hacían presagiar un escenario alarmante, aunque de momento no se ha registrado ningún caso en territorio español.

Focos detectados en animales

Aunque aún no hay casos humanos, el virus sí ha sido detectado en animales. En Andalucía, la Junta ha informado recientemente de la presencia del VNO en trampas de mosquitos ubicadas a menos de 1,5 km de Zurgena (Almería). Asimismo, continúa la vigilancia en regiones como Córdoba, Jaén y Cádiz, donde se han identificado mosquitos y aves positivos al virus.

Mosquito
El virus sí ha sido detectado en animales durante este 2025 en España

Estas detecciones son parte del Programa Nacional de Vigilancia, Control y Erradicación de la Fiebre del Nilo Occidental 2025, que contempla la revisión sistemática de mosquitos, aves, equinos y humanos. El objetivo es localizar potenciales focos y actuar de forma precoz antes de que aparezcan casos clínicos.

Sin vacuna ni tratamiento específico

Uno de los mayores retos es la ausencia de tratamiento antiviral específico y de vacuna humana, lo que limita el afrontamiento clínico al manejo sintomático. Existen vacunas para uso veterinario, pero no para las personas.

La investigación biomédica del sector farmacéutico avanza con lentitud, debido a la dificultad para estudiar vacunas en brotes impredecibles y a que los grupos más afectados, esto es las personas mayores o inmunodeprimidas, necesitan una respuesta inmune especialmente efectiva.

No obstante, el consorcio europeo LWNVIVAT, coordinado por el IrsiCaixa y con participación de la farmacéutica catalana Hipra están realizando un proyecto que busca desarrollar una vacuna profiláctica con proteína recombinante, potencialmente lista para ensayos clínicos en humanos hacia 2028.

Investigadores
El consorcio europeo LWNVIVATestá realizando un proyecto que busca desarrollar una vacuna profiláctica

Mientras tanto, las autoridades sanitarias recomiendan adoptar medidas sencillas: usar repelente, vestir ropa de manga larga al amanecer y al anochecer, dormir con mosquiteras y evitar aguas estancadas en zonas húmedas, que son hábitats ideales para mosquitos del género Culex, vectores del VNO.

Un virus endémico

La detección del virus en mosquitos y animales en zonas como Almería y Málaga demuestra que la circulación existe, lo que exige vigilancia continua y control vectorial. El VNO amenaza con convertirse en endémico, tal como ocurrió en Estados Unidos, donde desde su introducción en 1999 ha causado decenas de miles de infecciones y miles de muertes.

Solo una combinación efectiva de vigilancia epidemiológica, investigación, control ambiental y formación ciudadana podrá frenar el avance del virus. Porque, como advierten los expertos, la fiebre del Nilo Occidental ha llegado para quedarse.