Efecto foehn: qué es y como se produce este fenómeno conocido como devorador de nieve

El efecto foehn produce una amplia gama de fenómenos adversos en las montañas así como subidas de temperatura realmente espectaculares. Profundizamos en los mecanismos de formación e impactos asociados.

Efecto Foehn nieve
El foehn es un fenómeno muy temido por los amantes de la nieve, ya que puede provocar deshielos masivos y súbitos.

Existe un fenómeno relacionado con el viento que puede inducir o agravar trastornos psicológicos tales como la agresividad, depresión, ansiedad o disminución de la atención. En países como Suiza, el efecto foehn se considera como atenuante para ciertos delitos, debido a la influencia que tiene sobre las personas.

Así se produce el efecto foehn

Cuando el viento sopla más o menos perpendicular a una barrera montañosa, una parte del flujo se ve obligado a remontarlas. Al descender por la ladera contraria, el aire se recalienta y se “deshidrata”. Como resultado, el aire que alcanza los valles, tiene una temperatura superior a la que tenía antes de llegar a la montaña.

Esto se debe a que a medida que desciende por la ladera de la montaña, el aire se ve sometido a una mayor presión atmosférica, se comprime y aumenta su temperatura, sin mezclarse con el entorno. La presión atmosférica viene a ser el peso que ejerce una columna de aire sobre un determinado punto. Cuanta mayor altitud, menor es el peso y más baja la presión. Por ello, una masa de aire que desciende (pierde altitud) experimentará una presión atmosférica cada vez mayor.

En ocasiones, el efecto foehn produce precipitaciones persistentes en la ladera de la montaña donde incide el viento (barlovento) y ausencia de lluvias y nevadas a sotavento. Esto se conoce como sombra pluviométrica y lleva a cambios radicales en el paisaje en un espacio relativamente pequeño.

Amplitud térmica de récord

El efecto Foehn se percibe como un aire fuertemente recalentado y seco que baja de las montañas en forma de rachas intensas. Cuando ocurre durante la noche, produce mucha expectación porque la subida de temperatura puede ser de 10 ºC o más, en muy poco tiempo con una humedad relativa que en algunos casos baja del 20%.

Entre el 14 y 15 de enero de 1972, un evento de foehn produjo una amplitud térmica diaria de récord en EE. UU. En un período de 24 horas, la temperatura subió un total de 57 ºC en Montana. El mercurio subió de -48 ºC hasta 9 ºC.

Un viento mortífero

Como el efecto foehn resulta en aire muy seco y caliente, la nubosidad tiende a disiparse en la ladera de sotavento y el cielo queda despejado. Las condiciones pueden volverse peligrosas en zonas de esquí debido al deshielo masivo y el riesgo de avalanchas: se trata de un auténtico devorador de la nieve. Las rachas asociadas pueden superar los 100 km/h, produciendo ventiscas y daños en infraestructuras.

El efecto foehn es el peor factor a tener en cuenta en el transcurso de un incendio forestal, complicando enormemente las tareas de extinción. El viento fuerte, la baja humedad y las altas temperaturas asociadas, potencian la fuerza de las llamas.

El efecto foehn está detrás de un amplio espectro de trastornos tales como ansiedad, depresión, dolores de cabeza, insomnio, aumento de la criminalidad y de la tasa de suicidios. En algunas regiones suizas de los Alpes, el viento ha sido bautizado como “Foehnkrankenheit”, traducido como enfermedad del foehn.

Por último y no menos importante, las ondas de montaña asociadas al efecto foehn pueden producir turbulencias severas desde la superficie hasta varios kilómetros de altitud. Los vuelos comerciales suelen volar por encima pero el riesgo es alto para aeronaves pequeñas como avionetas, helicópteros, ultraligeros o parapentes.