¿Cambio de circulación atmosférica a gran escala? Detectan una fuerte regresión del viento de tramontana en l'Empordà

Un nuevo estudio apunta a un importante descenso en el número de días de Tramontana en l'Escala. De confirmarse en el tiempo, esta tendencia podría tener implicaciones importantes para buena parte del Mediterráneo occidental.

Se define un día de Tramontana, como al menos tres horas de viento dominante del norte con rachas de 50 km/h o más.

La tramontana es uno de los vientos que históricamente han dominado buena parte del Mediterráneo occidental y tiene un papel fundamental de regulación térmica del mar y el aire. Un estudio climático realizado en El Empordà desentraña que este viento está ahora en fuerte regresión, con todas las consecuencias que ello implica.

Un viento en mínimos históricos

Desde hace más de 10 años, Sergi Corral, local de l’Escala (Girona), ha censado los días en los que la tramontana supera los 50 km/h en su estación meteorológica. Aunque la serie temporal es corta, los datos indican una fuerte disminución de días en los que sopla este viento.

En base a una media teórica de 100 días de Tramontana al año, el 2022 marcó un mínimo histórico con apenas 41 días en los que este viento se hizo notar y una disminución mantenida en el tiempo.

La tramontana no solo es menos frecuente sino que los episodios son ahora más breves, con una duración media de dos días y medio, cuando a finales de los años noventa era superior a tres días.

L'Escala es un pequeño pueblo costero situado en la Costa Brava, Girona.

Josep Pascual recoge datos en l’Estartit (Roca Maura), desde 1996, y constata un hecho similar: el viento de Tramontana está desapareciendo rápidamente, lo que hace pensar que no se trata de un efecto a escala local, sino en una región más amplia.

La Tramontana deja de soplar dos meses seguidos por primera vez en 30 años

En las estaciones de l’Estartit y l’Escala, el viento del norte lleva más de 60 días sin soplar, un hecho inédito en más de 27 años de seguimiento. Hay que remontarse a finales de agosto, para encontrar el último episodio de Tramontana destacable en estas zonas.

Un cambio en la dinámica atmosférica

En los últimos años, ha aumentado el dominio anticiclónico en buena parte del Mediterráneo occidental y han disminuido las borrascas típicas del golfo de León. Las altas presiones subtropicales se anclan durante días y semanas bloqueando la llegada de aire frío y las borrascas asociadas al frente polar. En cierta manera, asistimos a una “subtropicalización” de nuestro clima, con una extensión de la época estival, y sus condiciones meteorológicas asociadas, hacia la primavera y el otoño.


Muchos pueden pensar que una disminución del viento del norte es un factor positivo para el turismo y el bienestar. Las implicaciones meteorológicas indican lo contrario. Menos tramontana, implica temperaturas y humedad más altas, una subida en la temperatura del agua del mar y múltiples efectos en la fauna y la flora, que están todavía por estudiar.

Récords de temperatura

En l’Escala, el pasado mes de octubre fue el más cálido registrado desde que hay datos, superando en 3 ºC la media mensual. La temperatura del agua del mar ha registrado anomalías de hasta +4 ºC respecto a los valores que serían esperables por estas fechas.

Los efectos podrían extenderse a una región más amplia, puesto que el viento del norte es un refrigerador natural en el Mediterráneo occidental, mezclando el agua del mar y haciendo aflorar aguas más frías de las profundidades. Sin esta contribución y con un mayor dominio anticiclónico, podríamos exponernos a veranos tórridos en un contexto de rápido calentamiento global.