Ni las petunias ni los geranios: las mejores plantas que necesitan poca agua para el verano
El verano no tiene por qué traducirse en un jardín mustio y sediento. Existen plantas sorprendentes que sobreviven al calor intenso con muy poca agua y mucho encanto.

Cuando el verano aprieta con temperaturas elevadas y lluvias escasas, mantener el jardín vivo puede parecer todo un reto. Muchos jardineros están acostumbrados a recurrir a clásicos como las petunias o los geranios, pero existen alternativas igual de vistosas, más resistentes y que, además, necesitan muy poca agua. Si buscas un jardín original, sostenible y preparado para el calor, estas plantas son perfectas para ti.
Lavanda: Belleza y fragancia insuperable
La lavanda es todo un símbolo del Mediterráneo y una aliada imprescindible en jardines de bajo mantenimiento. Sus flores violáceas desprenden un aroma relajante que perfuma el aire, mientras sus hojas recubiertas de una ligera capa cerosa ayudan a reducir la evaporación, permitiéndole resistir largos periodos sin agua. Además, atrae abejas y mariposas, favoreciendo la biodiversidad.
Para cultivarla, basta con ofrecerle un suelo bien drenado y exposición directa al sol. Durante el verano, puede regarse cada dos o tres semanas, siempre evitando encharcamientos. A cambio, disfrutarás de una planta vigorosa y en flor casi toda la estación.
Sedum: El poder de las suculentas
Si hablamos de supervivientes, el sedum es uno de los reyes indiscutibles. Esta suculenta almacena agua en sus hojas carnosas, lo que le permite soportar sequías sin apenas inmutarse. Durante el verano, luce pequeñas flores en tonos rosados, amarillos o blancos, según la variedad, aportando color y textura al jardín.

Ideal para macetas, rocallas o como cobertura del suelo, el sedum exige poco más que mucho sol y un sustrato bien drenado. Eso sí, conviene regarlo con moderación, pues el exceso de agua puede ser su peor enemigo.
Romero: Rústico, aromático y práctico
El romero no solo es un condimento imprescindible en la cocina mediterránea, sino también una opción ornamental excelente para el verano. Con su follaje verde oscuro y sus diminutas flores azules o lilas, aporta un aire rústico y elegante al jardín.
Su resistencia a la sequía es notable, gracias a sus hojas pequeñas y algo coriáceas, diseñadas para retener agua. Además, es una planta poco exigente: necesita sol, suelo bien drenado y riegos esporádicos, cada dos semanas durante los meses más calurosos. Como ventaja añadida, ayuda a mantener alejadas ciertas plagas, contribuyendo a un jardín más saludable.
Buganvilla: Un espectáculo de color
La buganvilla (o bougainvillea) es sinónimo de verano y luz. Esta trepadora deslumbra con sus brácteas de tonos intensos. Es perfecta para vestir pérgolas, muros o vallas, aportando un aire mediterráneo inconfundible.

Para que florezca con vigor, necesita sol pleno, suelo que drene bien y riegos profundos pero espaciados. Es una planta que soporta sin problemas las altas temperaturas y largos periodos sin agua, siempre que no sufra heladas intensas.
Salvia: Color y vida para el verano
Las salvias son una familia amplia y diversa, muy apreciadas en jardinería por sus tonos vibrantes y su capacidad para atraer polinizadores. Desde rojos intensos hasta morados, rosas o blancos, estas plantas llenan de vida cualquier rincón seco del jardín.
Resisten bien el calor y la sequía, exigiendo poco más que sol directo, suelo bien drenado y riegos moderados. Sus flores, además de bonitas, son duraderas, lo que garantiza un jardín colorido durante buena parte del verano.
Claves para un jardín sostenible
Además de elegir plantas resistentes, hay pequeños gestos que marcan la diferencia. Cubrir la tierra con mantillo o grava ayuda a conservar la humedad y evitar que el sol la evapore rápidamente. También es clave regar en las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando la temperatura es más suave y el agua se aprovecha mejor.

Con estas especies, podrás disfrutar de un jardín lleno de color y aroma, incluso bajo el sol más intenso, y sin necesidad de derrochar agua ni esfuerzo. ¡Tu jardín y el planeta te lo agradecerán!