Descubre por qué 2017 pasará a la historia

La Organización Meteorológica Mundial, a falta de dos meses para que acabe el año, ha publicado todos los eventos de tiempo extremo que ya han convertido a este 2017 en un año histórico. Descúbrelos.

Inundaciones Harvey
Inundaciones provocadas por el huracán Harvey en Texas. Fuente: OMM

La apertura de la conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático en Bonn ha servido para hacer balance de 2017, un año que pasará a la historia por los muchos eventos severos acontecidos de alto impacto. En los últimos meses se han registrado huracanes catastróficos, inundaciones, olas de calor extraordinarias y sequías sin parangón. La gravedad de estos fenómenos continúa aumentando a la par que las concentraciones de dióxido de carbono, el nivel del mar o la acidificación de los océanos.

“Hemos sido testigos de un clima extraordinario, que incluye temperaturas de 50ºC en Asia, huracanes de récord en rápida sucesión en el Caribe y el Atlántico, devastadoras inundaciones monzónicas que afectan a millones de personas y una sequía incesante en el este de África”, advierte Petteri Taalas, Secretario General de la OMM.

Este año muy probablemente será el segundo más caluroso de la historia, sólo por detrás de 2016 y algo por encima de 2015. La temperatura global en promedio, de enero a septiembre, se ha mostrado 1,1ºC por encima de la era preindustrial. El quinquenio 2013-2017 será el más cálido jamás registrado.

Olas de calor extraordinarias

Esta anomalía incluye las olas de calor extraordinarias de América del Sur, Asia y la zona mediterránea. En enero numerosos observatorios de Chile y Argentina anotaron las temperaturas máximas más altas de sus series históricas, como la ciudad de Santiago con 37,4ºC o la argentina Puerto Madryn con 43.5ºC. Nunca se había registrado una temperatura tan alta en una latitud meridional, como la de Madryn, en la Tierra.

El 28 de mayo las temperaturas alcanzaron los 54ºC en Turbat, en el oeste de Pakistán, y se superaron los 50ºC en Irán y Omán. Bahrein experimentó el mes de agosto más caluroso de su historia. En el sur de la Península Ibérica, Córdoba se plantó en la inédita marca de 46.9ºC el 12 de julio y un día después Granada llegó a los 45.7ºC. Ambos registros inéditos.

La Organización Mundial de la Salud no sólo teme la intensidad de estos envites cálidos, también su localización. Según investigaciones recientes, el 30% de la población mundial está viviendo en áreas con condiciones climáticas propensas a grandes olas de calor, con el riesgo que eso atañe para la salud.

El huracán de categoría 5 más longevo de la historia

El Atlántico Norte está cerrando una temporada de huracanes muy activa. Harvey en agosto e Irma y María en septiembre, conformaron una histórica sucesión de huracanes mayores. El primero tocó tierra en Texas como un sistema de categoría 4 y quedó anclado durante varios días dejando hasta 1539mm en Nederland. Nunca un solo huracán había dejado un acumulado de esa magnitud.

Islas Vírgenes
Efectos del huracán María en las Islas Vírgenes de EEUU. Foto: OMM.

Irma llegó a contar con vientos de 300km/h durante 37 horas y se convirtió en el huracán de categoría 5 más duradero. Poco después, María también alcanzó la máxima categoría y arrasó varias islas del Caribe. En octubre Ophelia llegó hasta la categoría 3 a las puertas del suroeste de Europa, 1000 kilómetros más al noroeste que cualquier otro huracán major en el Atlántico Norte. Este último llegó hasta Irlanda como un potente ciclón extratropical causando numerosos daños. Antes alentó catastróficos incendios en España y Portugal con intensos vientos del sur, secos y cálidos.

Graves sequías

España y Portugal, junto con Italia, experimentan una grave sequía que está dejando grandes pérdidas en la agricultura. La producción de aceite de oliva ha disminuido un 62% respecto a la cifrada en 2016.

En Somalia la ausencia de precipitaciones está lastrando a la mitad de sus tierras de cultivo y los rebaños, debido a la escasez de agua, se han reducido hasta en un 60% desde diciembre de 2016. Se estima que el número de personas al borde de la hambruna en Somalia se ha duplicado, llegando a las 800 000.