¿Cuándo cae la Semana Santa en 2024? La luna llena nos lo dice, este es el cálculo que tienes que hacer

¿En qué fechas caerá la Semana Santa este año? Te mostramos el cálculo que hay que hacer utilizando el calendario lunar con la fecha de la luna llena, y conociendo la fecha del inicio de la primavera astronómica.

Semana Santa 2024
A partir de la primera luna llena de primavera se puede calcular las fechas de la Semana Santa: ¿en que días caerá este año?

A diferencia de la Navidad, las fechas de la Semana Santa cambian cada año. Esta particularidad se decidió en el Concilio de Nicea de 325. En aquella ocasión, se decidió que la Pascua cristiana se celebraría el primer domingo después de la primera luna llena de primavera.

El comienzo de la primavera fue fijado por convención por la Iglesia el 21 de marzo, aunque en realidad la hora del equinoccio varía entre el 19 y el 21. Para calcular la fecha de la Semana Santa hay que conocer, por tanto, la fecha de la primera luna llena después del 21 de marzo.

Una vez que sabemos la fecha de la primera luna llena después del 21 de marzo, hay que comprobar cuál es el primer domingo "disponible": ése será el Domingo de Resurrección. En 2023, por ejemplo, la primera luna llena después del 21 de marzo fue el jueves 6 de abril, y el primer domingo después de esa fecha fue el 9 de abril, que fue la fecha de la última Pascua.

¿En qué fechas cae la Semana Santa este año?

Utilizando este método (con el que se han calculado las fechas de la Semana Santa de los últimos 1700 años), ¿cuándo será la Pascua en 2024? En 2024, la primera luna llena después del 21 de marzo será el lunes 25 de marzo, y el primer domingo después de esa fecha será el 31 de marzo. Ese es el día de la Pascua de 2024.

Por tanto, este año el Domingo de Ramos caerá el 24 de marzo, el Jueves Santo el 28 y el Viernes Santo el 29. El 31 de marzo, último días del mes, se celebrará el Domingo de Resurrección, mientras que el Lunes de Pascua será el 1 de abril.

¿Cuándo será la Semana Santa en 2025 y en los años siguientes?

En la tabla siguiente, utilizando este método de cálculo basado en la luna llena, reconstruimos la fecha del Domingo de Resurrección hasta 2030. Como puede verse, en 2025 tendremos una Pascua bastante tardía (el 20 de abril), en 2027 será temprana (el 28 de marzo) y en 2030 tardía de nuevo (el 21 de abril).

AñoComienzo de la primavera para la Iglesia Luna llena después del equinoccio Domingo de Resurrección
2024 21 marzo
25 marzo
31 marzo
2025 21 marzo
13 abril
20 abril
2026 21 marzo
2 abril
5 abril
2027 21 marzo
22 abril
28 marzo
2028 21 marzo
9 abril
16 abril
2029 21 marzo
30 marzo
1 abril
2030 21 marzo
18 abril
21 abril
Así caerá el Domingo de Resurrección en 2024 y en los siguientes años.

¿Es posible que la Semana Santa caiga en mayo?

Sabemos que las fases de la luna se repiten cada 29 días por término medio, por lo que la Semana Santa no puede caer más allá de un determinado periodo. Por esta razón, aunque el Domingo de Resurrección fluctúe, siempre lo hace entre dos fechas "límite". Hacia abajo, la Pascua nunca cae antes del 22 de marzo (por convención, el cálculo se hace a partir del 21 de marzo), mientras que hacia arriba, nunca cae más tarde del 25 de abril.

El calendario se modificó para no celebrar la Semana Santa en verano

Una cosa que no todo el mundo sabe es que en 1582, por decisión del Papa Gregorio XIII, se decidió reformar el calendario (en aquella época aún se utilizaba el calendario juliano, querido por Julio César) para evitar que la Semana Santa se retrasara hacia los meses de verano. El calendario juliano tenía un error en relación con el año solar real, añadiendo unos 11 minutos cada año, y se había adelantado demasiado en relación con los movimientos celestes.

La Pascua seguía celebrándose el primer domingo después de la primera luna llena que seguía al 21 de marzo, pero en realidad el calendario se había adelantado al movimiento de la Tierra. El 21 de marzo era ahora, en realidad, una fecha posterior al equinoccio, que ya se había producido diez días antes, y la Pascua se adentraba cada vez más en el verano.

De seguir así, en pocos siglos esta importante fiesta se celebraría en pleno verano, en contra de las Sagradas Escrituras. Por eso el Papa Gregorio XIII corrió a ponerse a cubierto reformando el calendario, eliminando de golpe diez días en octubre, en 1582.