Amplitud térmica alucinante: contrastes extremos entre el día y la noche

Es habitual en primavera no saber cómo vestirse, pero este año mucho más. Frío intenso por la noche, mediodías más cálidos de lo normal, viento o brisas frescas en costa... para volverse loco.

Mañana fría
Estos días andamos constantemente en la cuerda floja, entre el riesgo de tener frío por la mañana y mucho calor llegado el mediodía.

Estamos viviendo una Semana Santa bastante tranquila y desgraciadamente sin lluvias abundantes ni generales. Lo más destacado de estas jornadas es la amplitud térmica: la diferencia entre las temperaturas nocturnas y los valores diurnos. En primavera es habitual que haga frío de noche y que las horas centrales de la jornada sean apacibles o suaves.

Lo que estamos constatando es un incremento muy significativo de esta amplitud térmica: de noche, hace mucho más frío de lo normal, mientras que los mediodías son más cálidos o suaves de lo habitual para estas fechas. La anomalía negativa en nocturnidad y la anomalía positiva en horas diurnas implica que haya mucha más distancia entre las temperaturas.

Noches con heladas extensas y mediodías de piscina

En algunos puntos de la mitad norte peninsular, interior sureste y archipiélago balear las temperaturas nocturnas son más propias de febrero que de abril, con valores entre 4 y 8 ºC por debajo de lo habitual.

Estamos viviendo noches de pleno febrero, con heladas en muchas regiones, y mediodías de junio.

Las tres particularidades más destacadas de estos valores bajo cero son la extensión geográfica, la intensidad y la persistencia en el tiempo. En primer lugar, no es demasiado habitual encontrar heladas en tantas regiones. En estas fechas sí que podemos encontrar valores nocturnos bajo cero en valles y cotas medias de los Pirineos o en el Sistema Ibérico, pero no en amplias zonas del Valle del Ebro, meseta norte, interior de Cataluña o centro peninsular.

Hay que constatar unas madrugadas reiteradamente muy frías, típicas de invierno, desde el paso del frente frío el fin de semana pasado.

Pasa exactamente lo contrario en el mercurio, pero la coyuntura es la misma en las temperaturas máximas: la "ausencia de normalidad". En la mayor parte de España tenemos temperaturas claramente superiores a las habituales para las fechas. En Extremadura, ambas mesetas, Comunidad de Madrid, Andalucía, Alto Ebro y valles de la vertiente sur pirenaica tienen valores entre 4 ºC y 10 ºC por encima de la media.

Los valores más altos se han registrado en Huelva, Sevilla, Jaén, Badajoz y Córdoba, con 28ºC. La salvedad de este calor veraniego la encontramos en las costas del mediterráneo, especialmente en Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares. Por allí las temperaturas máximas están dónde "toca", alrededor de los 20 o 21 ºC.

En algunos municipios incluso hace un poco más de fresco de lo normal debido a los vientos de origen marítimo que aportan humedad y a la presencia de algunas nubes bajas. En la vertiente norte de los Pirineos y especialmente en la Vall d'Aran tienen un ambiente poco primaveral de día, con valores entre 2 ºC y 5 ºC por debajo de la media. Vielha (Lleida) y Canfranc (Huesca) ejemplifican esas temperaturas diurnas por debajo de la media, con 16 ºC y 14 ºC, respectivamente.

Flujo de componente norte con burbuja suave a 850 hPa

Esta amplitud térmica tan descarada o extrema se debe a la conjunción de dos configuraciones atmosféricas que habitualmente no se dan simultáneamente, si no que se producen por separado. En primer lugar, el frente frío del fin de semana abrió la caja de pandora a una masa de aire frío, con características invernales. Esa inyección de aire frío ha implicado las temperaturas nocturnas gélidas que hemos tenido y padecido en los campos.

CiudadMínima previstaMáxima previstaAmplitud térmica
Sevilla10º30º20º
Córdoba27º18º
Zaragoza27º20º
Madrid25º19º
Salamanca24º21º
Burgos22º20º
Pamplona21º20º
Temperaturas previstas para hoy, Viernes Santo.

El cielo despejado, el viento en calma en cotas bajas y la duración de las noches aún implican que el mercurio pueda enfriarse mucho. Una configuración con flujo de norte que rola a levante y sureste es la responsable que en la vertiente norte pirenaica y en el mediterráneo tengamos temperaturas máximas "normales" e incluso más frescas de lo habitual.

En primavera, el día y la noche son equidistantes, con lo cual, es normal que las horas nocturnas tengan suficiente irradiación nocturna para enfriar, y las tardes suficiente recorrido solar para calentar.

Sin embargo, en capas medias entra en juego otro patrón: una burbuja de aire suave o cálido de hasta 14 ºC en su seno que afecta el centro, oeste y sur peninsular. Sería una masa de aire típica de finales de mayo, que nos afecta a principios de abril. Esta base junto a la perpendicularidad de los rayos solares y al aumento de horas de sol explican las anomalías positivas de temperatura.

Además, los fenómenos locales también entran en juego: el viento del este y sureste fresco del estrecho se recalienta y reseca al cruzar Grazalema y Serranía de Ronda, de tal modo que llega cálido en el Valle del Guadalquivir y Extremadura.