Colesterol alto, ¿deberías comer marisco esta Navidad?

Podemos decir que el marisco tiene baja cantidad de hidratos de carbono, minerales, rico en grasas cardiosaludables… y alto en colesterol. Esto último ha llevado a estar contraindicado durante años en personas con colesterol alto.

gambas
El colesterol de las gambas se localiza, sobre todo, en las cabezas, como los sulfitos y el cadmio.

Llegan las Navidades y el marisco va a estar en nuestras mesas con total seguridad. Es posible que encontremos a algún invitado diciendo “yo esto no lo como, que tiene mucho colesterol”. Pues esto es lo que podemos hacer.

¿Qué es el colesterol?

Se trata de una molécula que todos tenemos, es más: necesitamos. Es importante para la estructura de células o síntesis de hormona. El colesterol plasmático, que es el que va por la sangre y el que nos analizan en esta, es una mezcla del colesterol que tomamos con la alimentación, que es colesterol exógeno y el sintetizado por el hígado, que es el endógeno.

Diferencias entre el colesterol LDL y el HDL
Las LDL son un conjunto de lipoproteínas que llevan colesterol, se le llama malo porque va por la sangre y se puede acumular en las arterias.

El HDL son lipoproteínas que transportan el colesterol hasta el hígado donde lo rompe y lo elimina. De este, casi el 50% del colesterol se reabsorbe y el 50% se va por las deposiciones.

Debemos ser conscientes de que consumimos unos 250 mg de colesterol, pero es que unos 600 mg/día lo fabricamos nosotros. Esto significa que el colesterol que ingerimos tiene en nosotros un efecto casi testimonial. Y aquí viene el mito con el huevo o el marisco.

Es cierto, el marisco tiene colesterol, pero ni todos los tipos de marisco tienen lo mismo ni, los que tienen mucho colesterol, están en cantidades que hagan de su consumo algo preocupante.

colesterol
Una gran cantidad de colesterol en sangre se relaciona con enfermedades cardiovasculares, pero no sólo es por el que ingerimos con los alimentos.

El marisco con más colesterol

Si queremos controlar el colesterol exógeno y consumir menos, deberíamos evitar los crustáceos. Las gambas, langostinos o cigarras tienen una elevada cantidad de colesterol, pero este se localiza sobre todas las cabezas. Nada de rechupetear la cabeza del langostino y no sólo por el colesterol, sino por la cantidad de cadmio que también se acumula.

Especial precaución en el caso de los alérgicos a los sulfitos, porque se añaden para evitar que las cabezas se pongan negras (la de los langostinos, no las vuestras). Así que crustáceos sí, pero sin cabeza.

En segundo lugar, podemos destacar los cefalópodos. Sorprendentemente, los calamares aportan gran cantidad de colesterol exógeno, si además añadimos la mayonesa para acompañar, se convierte en una combinación poco adecuada para el día a día. El pulpo puede ser una mejor elección.

En el caso de los moluscos, mejor almejas o mejillones que bígaros. La parte buena del marisco es que las opciones son muy variadas y la cantidad de vitaminas, minerales y grasas “buenas” hacen de él una opción nutricionalmente interesante.

Consumo ocasional

Es cierto que estos alimentos no generan un problema por la cantidad de colesterol, tengamos en cuenta que su consumo es esporádico. Si nos tuviéramos que preocupar estas Navidades por los alimentos, tenemos en nuestra lista muchos de ellos que deberíamos evitar (o reducir) antes que el marisco.

Y sí, por más que duela hablamos de turrones, mazapanes, alcohol… que el cuerpo transforma en grasa. Así que vamos a disfrutar de las fiestas como nos merecemos pero, sobre todo, siendo conscientes de que los buenos hábitos de salud deben mantenerse antes y después de estos días.