Refranes meteorológicos de octubre

Luís Martínez Kleiser presentan un conjunto de refranes de octubre, un mes típicamente otoñal y con sorpresas varias

Nota de la RAM. Continuando con la idea de sacar a la luz nuestra cultura meteorológica popular recogida en los refranes, os presentamos una colección de estos para el mes de octubre. Son pocos pero jugosos.

Palabras clave: Refranes, octubre, temperie, meteorología popular.

En la portada del mes aparece un aserto que nos previene en contra suya:

Octubre es un mes de historias y deja malas memorias.

Tal vez obedecerá tal aserto al temor del azote con que se inaugura en el llamado "Cordonazo de San Francisco", cuyas malas consecuencias inspiraron el aviso:

En octubre, el enfermo que no se agarra, cae con la hoja de parra.

Esos PRIMEROS FRÍOS que, no tanto por ser fríos como por ser los primeros, hallan desapercibida la naturaleza, trastornan, inquietan y exigen precauciones:

Del pellejo de octubre, de ese te cubre.
Por octubre, rescoldito de lumbre.

aunque, cuando renazca el calor, se recomiende también:

En octubre, de la lumbre huye.

Pero, al llegar el primer temporal,

En octubre, no molesta la lumbre.
En octubre, de la sombra huye;
ten en cuenta que
Por San Simón, cada mosca vale un doblón,

porque ya no las hay; que también se ordena:

Por San Simón y San Judas, las naves al ancla;

y que hasta los animales sienten el cambio de la estación;

Cuando de San Galo llega la hora, la vaca en el establo mora,

por cuyo motivo se aconseja:

Si en octubre sientes frío, a tus animales da abrigo.

Pasada esa fugaz alteración atmosférica, se nos suele ofrecer como un mes delicioso.

LAS FAENAS AGRICOLAS son descansadas. Casi todas se reducen a las reclamadas por la sementera, cuando no se hizo en septiembre:
A la primera agua de octubre, echa y cubre.
En octubre, toma los bueyes y cubre.
Por octubre, echa pan y cubre.
En octubre, la tierra estercola y cubre.
En octubre, tu tierra cubre.
Por San Vicente, abra la mano 1a simiente
Por Santa Teresa, derrama el trigo aprisa.
De duelo se cubre, quien no sembró en octubre.
Por San Lucas, siembra habucas.
Por San Simón y Judas, las habas orejudas.
Si quieres tener un buen habar, siémbralo por la Virgen del Pilar.
En seco o en mojado, por San Lucas ten sembrado.
Por San Simón, siembra el buen labrador.
Por San Simón y Judas, alza tus bueyes de cobertura.
Por San Lucas mata tus puercos y tapa tus cubas, y para tus yuntas;

porque ya se debe haber dado fin a la siembra. Esta tarea es descansada, como lo es la precedente de volver la tierra con el arado:

Si octubre refleja, aguza la reja.
Por San Lucas, echa tus yuntas, mojadas o enjutas.
Por San Gale (San Galo) ara el monte y el valle,

a cuyo fin se previno:

De octubre en primero, repón tu aperó.
Las restantes faenas aún son más reposadas:
Por San Lucas, mata tus puercos y tapa tus cubas.
Por San Lucas, suelta el buey de la coyunda, mata el puerco y tapa la cuba.
Por San Simón y Judas, mata tu puerco y atiesta tus cubas.
San Simón y Judas, mata los puercos y tapa las cubas.
Por San Simón, luego coge el nabo, crudo o maduro.
Octubre, en el soto y fuera del soto,
se acaban de coger las castañas. En octubre podarás, mas la encina dejarás. Pasaron, pues, los agobios veraniegos, que ahora proporcionan el alimento del pan y el aliento del vino:
Por San Lucas, bien saben las uvas.
Por San Simón y Judas, saben bien las uvas.
Por San Simón y Judas, cogidas son las uvas; también las verdes como las maduras.
Por San Simón y Judas, saben bien las uvas, las cocidas y las crudas.
A San Simón y San Judas, dulces son las uvas.
Por San Simón y Judas, carponcito de tres uvas,
porque ya empiezan a escasear.
Octubre vinatero, padre del buen enero.
Octubre, corto en ramos y largo en caldos:
y aparte de tales realidades satisfactorias
Por San Francisco, no hay fruto que no sea rico.
Por San Simón, el níspero ha su sazón.
Por San Lucas, la níspola se despeluca. Por San Lucas, el azafrán a pellucas.
Octubre, las mejores frutas pudre.
Santa Teresa, flor en mesa,

que ya se empieza a recoger el azafrán. Y cesaron las preocupaciones:

Por San Augusto, el labrador pasa el susto.
No hay, pues, otros motivos para mirar con prevención al mes de octubre que los apuntados al principio; algunos heraldos avanzados del tiempo que se avecina:
Por San Pedro de los Arcos, deja el diablo los bueyes y toma los asnos.
Por vendimias, pelechan la mujer y la gallina;

y un PRONÓSTICO ATMOSFÉRICO que no roba el sueño:

La luna de octubre, siete lunas cubre; y si llueve, nueve.

Luís Martínez Kleiser

Esta entrada se publicó en Reportajes en 29 Sep 2013 por Francisco Martín León