Instalación de una estación meteorológica: artesanía e ingienería cogidas de la mano

Pedro C. Fernández [[email protected]]. Artículo de abril de 2004. Recuperado en agosto de 2009 sin modificaciones

Instalación De Una Estación Meteorológica: Artesanía E Ingienería Cogidas De La Mano
Figura 2

Introducción

En muchas ocasiones, ya no sólo es necesaria una gran pasión por la Meteorología que nos haga tener la valentía suficiente como para hacer frente al coste de una estación como las que ofrece la marca Davis, sino que nuestros hogares deben permitir su instalación y, en último término, que nuestros vecinos no tengan inconvenientes. Con todo esto, la decisión final de comprar una estación se hace tremendamente difícil.

Si os habéis fijado alguna vez, al menos en lo que a las estaciones Davis se refiere, están pensadas para ubicarlas en sitios bastante concretos como son a campo abierto, o en casas de un solo piso, ubicadas en espacios abiertos, donde el acceso a las mismas es bastante sencillito. No debemos olvidar que los sensores de las Davis necesitan de un mantenimiento ya que, como mínimo, los balancines del pluviómetro han de ser limpiados regularmente, así como su embudo. Ya, en el caso del modelo con abrigo con aspiración forzada, hay que estar pendiente de la suciedad y de sustituir anualmente el ventilador eléctrico que mueve el aire hacia el interior del abrigo. Por otro lado, los edificios crean bastantes distorsiones en las velocidades y dirección del viento en una amplia capa y por ello deberemos ubicar el sensor de viento, anemo/veleta, lo más alejado posible del punto más alto del tejado de nuestra casa y de las colindantes.

De esta forma nos daremos cuenta de que la instalación de una estación meteorológica puede llegar a ser muy complicada en la mayoría de los casos ya que muchos de los aficionados no viven en casas aisladas y, en el mejor de los casos, viven en urbanizaciones de casas adosadas. A pesar de todo, el ingenio puede ayudarnos a dar con una solución válida a nuestro problema.

Mi caso concreto

El hecho de que, tanto yo como mi padre tenemos un cierto conocimiento en el tema del metal, así como disponibilidad de herramientas y materiales adecuados, facilitó mucho la tarea del diseño de los mástiles que iban a ser utilizados en la instalación. De este modo, me es grato anunciar desde aquí el ofrecimiento de un servicio de diseño y, en su caso, fabricación, de mástiles personalizados a las características de la casa de cada interesado, y a empresas que lo necesitasen. Es por ello que, de haber algún interesado, se ponga en contacto conmigo a través del correo electrónico.

Por las características de la zona en la que vivo, además de la instalación de la estación meteorológica tenía el problema de dónde ubicar el pluviómetro Hellmann sin exponerlo a ser robado por algún desalmado, por lo que decidí que había que construir una estructura que me permitiera colocarlo en mi casa de forma que recogiera perfectamente la precipitación, fuera de posibles sombras. Lógicamente, el pluviómetro tendría que subir y bajar por una estructura, de forma que quedara por encima de los tejados, por lo que la opción elegida fue la construcción de un mástil con una pieza móvil de sube-baja.

El material elegido fue tubo redondo de acero inoxidable, material que se ha utilizado en la fabricación de todas las piezas para evitar la corrosión que el ambiente salino de las zonas costeras puede provocar en otro tipo de materiales. En la figura 1 se puede ver un boceto general del mástil construido (se han omitido algunos detalles).

Según esta figura, el mástil está constituido por un tubo redondo de acero inoxidable de 50 mm. de diámetro y unos 2,5 m. de longitud. En el extremo superior se dispuso una polea fabricada en bronce por donde discurre una sirga de acero inoxidable. Uno de sus extremos está fijado a una pieza cilíndrica de bronce en donde va fijado el soporte de aluminio que viene en el paquete junto con el pluviómetro. Esta pieza de bronce tiene un agujero interior del mismo diámetro que el tubo para que pueda subir y bajar por el mismo. El otro extremo de la sirga va fijo a un carrete también fabricado para la ocasión, con una manivela, de forma que al accionarla, la sirga se recoge en el carrete haciendo que la pieza de bronce, junto con el mástil, suba o baje a voluntad. El carrete tiene una palomilla fabricada para el caso (figura 3), con estructura de rosca, para apretar de forma que el carrete quede fijo una vez ha alcanzado la posición deseada. Tubo y carrete llevan varias pletinas para su fijación en la pared con los tornillos y tacos adecuados para su perfecta fijación. El resultado final es que se puede ver a continuación.

Instalación De Una Estación Meteorológica: Artesanía E Ingienería Cogidas De La Mano
Figura 3

La construcción del mástil para la estación meteorológica fue mucho más laboriosa y complicada, además de cara. Recordemos que necesitamos tener un mecanismo que nos permita subir y bajar los sensores a voluntad para poder realizar tareas de mantenimiento sobre ellos, o que necesitemos acceder a los mismos por una u otra causa sin peligro. De esta forma, se optó por el diseño que se muestra en la figura 4 (se omiten algunos detalles).

Instalación De Una Estación Meteorológica: Artesanía E Ingienería Cogidas De La Mano
Figura 4

Para la construcción se han utilizado 6 m. de tubo estructural cuadrado de 80x80. El tubo va fijado tanto al forjado del suelo como al forjado del techo de la planta superior de la casa, buscando las partes más sólidas de su estructura para que el mástil quedase perfectamente consolidado. En la toma de medidas de los soportes que fijan el tubo a la casa hay que poner mucho cuidado, para que el tubo, una vez montado, guarde un riguroso equilibrio en cuando a su nivelación, que debe ser lo más perfecta posible

Para la subida y bajada de los sensores se procede al diseño y fabricación de una pieza cuadrada de forma que pueda discurrir por fuera del tubo estructural. A dicha pieza va soldado un tubo redondo de 40 mm. eligiendo esa medida porque es la que permite ajustar perfectamente el soporte que viene en el paquete de la estación Davis.

Respecto a la pieza con los sensores, para que pueda subir y bajar, se ha elegido utilizar dos piñones; uno en el extremo superior del tubo y otro más debajo de forma que quede a una altura adecuada para su accionamiento manual. La pieza que sube y baja está unida a los dos extremos de una cadena de acero inoxidable, que es accionada por sendos piñones.

Por otro lado, para evitar en la medida de lo posible que el mástil vibre en días de viento fuerte se soldaron unas pletinas con agujero en el extremo superior a las que atar unos cables de acero con tensores (vientos) para que el mástil quede completamente inmovilizado ante la fuerza del viento.

Y, por último, se construyó una caja en la cual alojar la caja SIM, la caja Surge Protector contra descargas, y el transformador eléctrico que suministra energía al motor de la aspiración. Como el cable de dicho transformador es muy corto, se optó por llevar la tensión hasta la caja fabricada al efecto y perfectamente sellada para evitar la entrada tanto de agua como de suciedad. El resultado final se puede comprobar a continuación.

Instalación De Una Estación Meteorológica: Artesanía E Ingienería Cogidas De La Mano
Figura 5

El buen resultado que está dando y las felicitaciones recibidas desde muchos aficionados y algunos profesionales de la Meteorología, me ha llevado a considerar en serio la posibilidad de diseñar y, en su caso, fabricar mástiles “a la carta” para todo aquél que lo desee, sin antes avisar que el montante económico final en la construcción de un mástil como el mío asciende a unos cuantos cientos de euros. En cualquier caso, quedo a disposición de todo aquél que se interese, pudiendo ponerse en contacto conmigo a través de la dirección de email que encabeza el artículo.

Esta entrada se publicó en Reportajes en 06 Ago 2009 por Francisco Martín León