Los vehículos eléctricos pueden prevenir la muerte de cientos de personas en las grandes ciudades, pero no en todas

Un estudio encontró que al cambiar a vehículos eléctricos en ciertas ciudades de los EE.UU. continentales pueden prevenir la muerte de centenares de personas en estas grandes ciudades, pero no en todas. ¿Por qué?

Imagen de archivo de un coche eléctrico. NASA

¿Qué tienen en común Houston, Los Ángeles, Nueva York y Chicago? La respuesta es una densa población, un alto volumen de tráfico y una calidad del aire que no cumple con los estándares de ozono establecidos por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Esas circunstancias convirtieron a cada ciudad en una de las principales candidatas para un estudio de la Universidad de Houston que evalúa el impacto de la electrificación de vehículos en la calidad del aire y la salud pública.

En un artículo titulado en castellano "La calidad del aire y los beneficios colaterales para la salud de la electrificación de vehículos y los controles de emisiones en los centros urbanos más poblados de Estados Unidos: conocimientos de Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Houston", el estudio analizó los cambios en la contaminación del aire, específicamente PM2,5. y niveles de ozono en estas principales ciudades de EE. UU. bajo diferentes escenarios de electrificación. El trabajo fue publicado en la revista Science of the Total Environment.

Los vehículos eléctricos y los impactos en la salud

El estudio encontró que al cambiar a vehículos eléctricos, Houston podría prevenir 157 muertes prematuras cada mes, mientras que Nueva York y Chicago podrían ver beneficios aún mayores: evitar 796 y 328 muertes prematuras por mes, respectivamente. En Los Ángeles, un escenario con una participación del 29 % de vehículos eléctricos en los vehículos ligeros podría salvar 104 vidas cada mes, pero la electrificación total podría aumentar la mortalidad en Los Ángeles debido a los mayores niveles de PM2,5 y ozono.

"Nuestros hallazgos indican que la electrificación de vehículos generalmente contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la calidad del aire y reducir la tasa de mortalidad asociada con la exposición a contaminantes tóxicos del aire", dijo el primer autor del artículo, Ali Mousavinezhad, quien obtuvo un doctorado en el Departamento de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la UH este año.

"Sin embargo, debido a la compleja química atmosférica y las condiciones meteorológicas y geográficas únicas de Los Ángeles, la electrificación completa podría conducir a mayores concentraciones de aerosoles secundarios, lo que podría causar impactos adversos en la salud humana y la economía al aumentar las tasas de mortalidad", añadió. "Esto subraya la necesidad de regulaciones medioambientales específicas para cada región".

No todo es bueno

En el escenario de electrificación total (FullE), los niveles de PM2,5 (pequeñas partículas que pueden dañar nuestros pulmones) se redujeron hasta 2,29 μg/m 3 en muchas áreas. Sorprendentemente, en partes del este de Los Ángeles los niveles de PM2,5 aumentaron hasta 0,67 μg/m 3. Esto se debió a un aumento de los aerosoles orgánicos secundarios, causado por cambios en la dinámica de los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles, y un aumento en las concentraciones de radicales hidroxilo.

El clima y la geografía únicos en Los Ángeles y sus alrededores, incluida una cadena montañosa al este, pueden atrapar contaminantes del aire en áreas a favor del viento. Esto puede provocar mayores concentraciones de contaminación.

El estudio también encontró reducciones significativas en los óxidos de nitrógeno y los niveles máximos diarios promedio de ozono de 8 horas en el escenario FullE, con caídas a 14,00-32,34 partes por mil millones y 2,58-9,58 ppb, respectivamente. Sin embargo, algunas áreas experimentaron aumentos en el ozono MDA8, lo que destaca la complejidad de la gestión de la calidad del aire.

Económicamente, el escenario FullE promete importantes ahorros relacionados con la salud, que oscilan entre $51 millones y $249 millones por día para Nueva York, Chicago y Houston. Por el contrario, Los Ángeles podría enfrentar pérdidas económicas de hasta 18 millones de dólares por día.

"Las cuatro ciudades más grandes de Estados Unidos tienen distintas fuentes antropogénicas de contaminantes del aire y gases de efecto invernadero", dijo Yunsoo Choi, autor correspondiente y profesor de química atmosférica, aprendizaje profundo de IA, modelado de la calidad del aire y teledetección por satélite. "Cada ciudad requiere regulaciones o estrategias únicas, que incluyan diferentes escenarios para la adopción de vehículos eléctricos, para reducir las concentraciones de estos contaminantes y gases de efecto invernadero de manera efectiva".

El impacto general sobre la calidad del aire es una tarea más compleja de lo que muchos creen. La estimación de escenarios futuros relacionados con los vehículos eléctricos y los cambios en otras fuentes (como la industria, las áreas residenciales, las emisiones biogénicas, las emisiones oceánicas y otras) contribuye a esta complejidad.

Sin embargo, tanto Choi como Ali ven muchas oportunidades en el actual impulso hacia la electrificación del sector del transporte.

"En el futuro, prevemos un aumento en el número de vehículos eléctricos en las carreteras, lo que ayudará a reducir las emisiones de contaminantes atmosféricos y gases de efecto invernadero provenientes de los tubos de escape de los vehículos. Al considerar el porcentaje esperado de vehículos eléctricos en el futuro, podemos estimar el impacto de estos cambios en las concentraciones de contaminantes del aire y gases de efecto invernadero, que en última instancia afectan la salud humana", afirmó Choi.

Este estudio muestra que no existe una solución única para todos. Una gestión eficaz y matizada de la calidad del aire es crucial para un mundo más limpio y saludable.

A medida que Estados Unidos y el mundo avanzan hacia un futuro más ecológico con los vehículos eléctricos, estos hallazgos subrayan la necesidad de un enfoque equilibrado y reflexivo para garantizar que se obtengan plenamente los beneficios tanto para el medio ambiente como para la salud pública.

Referencia

Seyedali Mousavinezhad et al, Air quality and health co-benefits of vehicle electrification and emission controls in the most populated United States urban hubs: Insights from New York, Los Angeles, Chicago, and Houston, Science of The Total Environment (2023). DOI: 10.1016/j.scitotenv.2023.169577

Esta entrada se publicó en Noticias en 08 Jun 2024 por Francisco Martín León