Primeras luces para el cazador de tormentas

Mientras la Estación Espacial Internacional, EEI,  volaba sobre la costa Indonesia de Sumatra en una noche de abril de 2018, un relámpago de una tormenta alcanzó las capas superiores de la atmósfera y su espectáculo de luz fue capturado por el último Observatorio Espacial de la ESA.

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El Monitor de interacciones atmósfera-espacio (Atmosphere-Space Interactions Monitor), también conocido como el cazador de tormentas espaciales, está completando sus pruebas iniciales un mes después de que fuera instalada fuera del laboratorio de Europa de Columbus.

Las primeras imágenes y datos capturaron la fuerte firma del relámpago con una precisión sin precedentes de 400 kilómetros sobre la Tierra.

"Recolectamos 100 000 mediciones por segundo de esta asombrosa fuerza de la naturaleza", explica Torsten Neubert, Coordinador del equipo científico de la Universidad de Dinamarca, "este es un ejemplo fantástico de lo poderosos que son nuestros fotómetros".

Primeras Luces Para El Cazador De Tormentas

 

El Observatorio apunta hacia abajo en la tierra por lo que la atmósfera filtra tan poco de la luz como sea posible. Los fotómetros del cazador de tormentas son cientos de veces más sensibles que una cámara media en la Tierra. En la tormenta sobre Indonesia los instrumentos registraron un pico a través de tres longitudes de onda.

"Incluso con las nubes bloqueando en parte el relámpago, los instrumentos detectan las descargas eléctricas de gran alcance en la alta atmósfera. Creemos que en este  caso se muestra un elve", dice Torsten.

Los elfos (elve en singular y en inglés) son los más altos de todos los "eventos luminosos transitorios" conocidos hasta la fecha.

En un abrir y cerrar de ojos los anillos concéntricos aparecen como un resplandor tenue, en expansión, cientos de kilómetros de ancho formados por electrones que chocan y excitan las moléculas de nitrógeno.

Las imágenes son sorprendentemente similares a una  secuencia  capturada por el astronauta de la ESA, Andreas Mogensen, de la estación espacial internacional en 2015.

"Gracias al descubrimiento de Andreas sabemos exactamente cómo interpretar las imágenes", dice Torsten. Los datos permitirán a los científicos investigar el fenómeno y distinguir entre los relámpagos y otras descargas de alta energía.

La creación de una de las instalaciones más complejas jamás voladas en Columbus es una cuestión de prueba y error. Cada elemento se prueba, incluyendo medidas para evitar la luz del sol que quema los sensores.

Las primeras imágenes son de las cámaras visuales de las instalaciones. Un segundo conjunto de instrumentos detecta la energía alta y baja y aún no ha terminado la calibración.

Las primeras imágenes son sólo un catador de sus capacidades. "la ciencia más emocionante aún está por venir – pronto seremos capaces de correlacionar estos datos ópticos con mediciones de rayos gamma terrestres", concluye Torsten.

Viaje del cazador de la tormenta espacial al espacio: Acceda al video

ESA www.esa.int

Esta entrada se publicó en Noticias en 02 Ago 2018 por Francisco Martín León