Entrevista del mes: Roberto Brasero

RAM
Hombre del tiempo de Antena 3 Televisión
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Desde pequeño me atraen los cambios atmosféricos y las consecuencias para la vida cotidiana de la temperie, pero nunca pensé que me dedicaría a contarlos profesionalmente

Fue en una época de cambios. Yo llevaba más de diez años en Telemadrid, televisión autonómica de Madrid. Había hecho prácticamente de todo. Llegó una nueva dirección a informativos y me dijeron: “pues ahora vas a hacer algo que no habías hecho antes y queremos que lo hagas de una manera distinta a como se hace”. Y eso para lo que habían pensado en mí y donde pensaban que yo podía aportar algo era nada menos que el tiempo.

Siempre se puede mejorar, claro. En el futuro, y paralelamente a la evolución tecnológica, seguramente se avance hacia modelos que fomenten o permitan una mayor interactividad. El mensaje ya no viaja por un solo camino y éste será de ida y vuelta de manera más inmediata que ahora.

Pues, la verdad, mi momento preferido es justo el intermedio entre esas dos grandes fases de mi trabajo diario que incluís en la pregunta. Y ese momento es justo cuando cierro la escaleta y he confeccionado el programa sobre el papel: tengo los materiales, sé con lo que puedo contar y con lo que no, y he planificado el orden encaminado a contar qué tiempo hará, a explicar por qué, a mostrar las consecuencias del que hemos tenido… a narrar una historia por televisión

En otros países hay también desde actores a matemáticos. ¿Lo ideal? La comunicación actual es exigente. El lenguaje audiovisual ha evolucionado de manera obvia y la comunicación meteorológica no puede quedarse al margen. Ya no sirve lo que antes funcionaba. Y eso vale para la información meteorológica, para los debates o de política o para un concurso de entretenimiento. En lo que nos afecta siempre he pensado que en el fondo, la fórmula es sencilla: saber de lo que hablas y saber contarlo.

A la fuerza. En televisión el protagonista es “el mapa”, el elemento gráfico habla por sí solo y tú apoyas ese mensaje con tu narración. En radio es la narración la única protagonista y eso obliga, no a cuidarla más, pero sí a prepararla de una manera distinta.

Evolucionas con el medio donde estás, sino te quedas atrás. Yo he vivido muchas etapas. En Antena 3 como en cualquier Ley de vid antes. Respeto al destinatario de mensaje, pero también respeto a lo que cuentas –es lo que yo entiendo por rigor– y respeto por dónde lo cuentas. No es lo mismo escribir un blog que dar una charla ante un auditorio o que elaborar un programa de televisión.

Como follower me permite conexión directa con fuentes de información, desde @wunderground para estar al día de los tornados en EEUU hasta @meteoxabia para saber cómo empieza o acaba el día en Javea, por poner un ejemplo. En cuanto a los seguidores de @tiempobrasero, creo que es una oportunidad de intercambio de conocimiento y luego de amplificación de su mensaje. Me gusta sacar tuits y fotos en el programa ya que nos sirven para acercarnos al tiempo de alguna zona o para ilustrar un determinado fenómeno, pero también a quien lo envía le sirve para que puedan ver su mensaje más de un millón de personas y no sólo sus seguidores.

Creo que va dirigido a eso que se llama “público en general” pero con inquietudes. Que el lector encuentre respuesta a ese incipiente interés que le ha podido surgir por la Meteorología y que se pase un rato entretenido disfrutando del libro. Al escribirlo pensaba que si alguien comienza a interesarse por este atractivo pero inabarcable mundo de la Meteorología, podría necesitar una guía que le acompañase en su iniciación. Si se tratara de un menú, mi libro sería el aperitivo o un primer plato fácil de digerir pero siempre apetitoso y suculento, y bien presentado gracias fundamentalmente a los dibujos e ilustraciones de Forges. Luego hay otras obras que son más bien un segundo contundente, de mayor profundidad o especialización. Y luego estaría el postre que podría ser la Revista RAM…

Cuento precisamente en el libro que el mayor problema que veo en el cambio climático –desde la perspectiva de la comunicación social– es que se convierta en una moda, por que entonces corremos el riesgo de que pase de moda. Debe ser una cuestión de primer orden para la sociedad y sus actores –políticos, ciudadanos, medios de comunicación– que debería estar siempre presente. Respecto al fondo del asunto y sus causas, me sumo a la opinión científica mayoritaria: el aumento gradual de la temperatura en el sistema atmósfera-Tierra es un hecho demostrado y hay también una relación directa con el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero debido a la actividad industrial humana. ¿Que hay disensiones ene esta teoría? Claro, como en todas, pero no porque se trate de una verdad única o un dogma de fe. Se trata de que muchos investigadores de distintos ámbitos y disciplinas, procedentes de diversos países, realizan trabajos siguiendo el método científico y que concluyen en unas tesis concretas. No es una cuestión de creer en…o de no creer. Así lo veo yo.

En la variedad está el gusto. Me atrae la niebla, por ejemplo, y cómo modifica el paisaje –y la temperatura– con su aparición o su ausencia ¡Aunque a veces te puede arruinar una previsión por su obstinada persistencia! Me fascinan también los fenómenos ópticos, sobre todo cuando los puedo contemplar en vivo. Por cierto, aún no me he topado con “arco de niebla”…

Nació con muy buenas intenciones y perspectivas, aunque se hace camino al andar. Puede venir muy bien para ocupar ese hueco que existe entre aficionados y profesionales o instituciones.

Mucho. Ofrecen su tiempo para empezar. El cronológico: horas y días, de observaciones, de lecturas, de comentarios, de fotografías… La Meteorología es una afición que puede aportar grandes satisfacciones a quien la profesa; alegrías tan o incluso mayores que otras más convencionales o de seguimiento masivo. De todas formas, yo detecto cada vez un aumento mayor de aficionados entre los cuales, como en todo, hay una graduación: desde un disfrute básico hasta verdaderos especialistas. Creo que también nos aportan mucho a los medios con sus puntos de vista y sus conocimientos más cercanos en un terreno más concreto. A mí me gusta seguir en Twitter a todos los que puedo, como dije antes. Hay también aficionados a la meteo y a la fotografía y entonces los que nos aportan son fantásticos documentos gráficos que enriquecen y completan los programas meteorológicos de las televisiones.

Podrían ofrecer algo distinto, pero dudo mucho que fuera algo mejor ¡Me encanta lo que hago!

Elegir formar parte de la ”audiencia meteorológica” es para mí una sabia decisión. Por delante tenemos el reto de conseguir aumentando esa plantilla de “sabios”.

NOTA DE LA REDACCIÓN: Desde la RAM damos las gracias a Roberto por haber dedicado parte de su tiempo a los lectores de la revista y le felicitamos por la labor divulgadora que desarrolla en el campo de la Meteorología.