Reducir el albedo terrestre gracias a la geoingeniería

FUENTE: NeoFronterasProponen aumentar la reflectividad de la nubes para así compensar el aumento de la temperatura terrestre producido por el exceso de CO2 antropogénico.

Impresión artística de un buque con rotores Flettner como los comentados en el texto. CRÉDITOS: © Physicsworld.com/ cortesía de J. MacNeill.

Según John Latham of the National Center for Atmospheric Research en Boulder (EEUU) es posible contrarrestar los efectos del calentamiento global debido al CO2 aumentando la reflectividad de las nubes de baja altura sobre los océanos. Una flota de barcos especiales se dedicaría a lanzar un aerosol de agua salada al aire para lograrlo.

Las nubes son un componente clave del sistema climático terrestre. Pueden calentar el planeta cuando atrapan radiación de longitud de onda larga procedente del suelo y enfriarlo al reflejar la radiación solar incidente. La propuesta de Latham y colaboradores consiste en incrementar el albedo de la Tierra haciendo que las nubes que están a una altura de 1 km sobre la superficie reflejen más luz solar incidente. La idea descansa en el efecto Twomey que aumenta la concentración de gotitas agua que componen las nubes haciendo que la nubosidad refleje más luz solar. Esto se conseguiría mediante la pulverización de agua de mar. Las pequeñas partículas emitidas harían de nuevos núcleos de condensación al llegar a la altura de las nubes. Se formarían más gotitas y las nubes aumentarían de espesor.

Calculan que podría aumentar la reflectividad hasta en 3,7 vatios por metro cuadrado. De este modo, parte de la radiación que ahora llega a la superficie no lo haría. Para esta tarea se usarían barcos de 300 toneladas sin tripulación empujados por el viento. En lugar de las velas convencionales para ser empujados, estos barcos usarían cilindros especiales rotatorios de 20 metros de alto y 2,5m de diámetro denominados rotores Flettner. Estos rotores serían más fácilmente de operar que las velas y además servirían de conductos al aerosol de agua marina, compuesto por gotitas de 0,8 micras de tamaño.

El efecto inmediato de la siembra de nubes sería la reducción local de la temperatura superficial del océano. Sería especialmente adecuado para las regiones con arrecifes de coral, regiones polares y otras partes vulnerables al calentamiento global. Eventualmente, la capacidad térmica del océano y las corrientes marinas harían que el efecto tuviera un alcance global. El sistema contrarrestaría, según estos investigadores, el aumento de temperatura provocado por el exceso de dióxido de carbono emitido por el ser humano.

Se calcula que harían falta unos 1500 barcos de este tipo, a un coste de entre uno y dos millones de libras esterlinas cada uno, para compensar el calentamiento global. Este proyecto forma parte de las varias ideas de geoingeniería que han sido propuestas en años recientes para intentar poner freno al calentamiento global. Estas ideas, no exentas de polémica, han sido discutidas y estudiadas, lo mismo que otras similares como la de la instalación de una gran sombrilla o pantalla espacial, y parece que no están libres de problemas.

Según Latham, el proyecto es posible y es apoyado por dos grupos distintos de investigadores que son líderes mundiales en modelos computacionales del clima. La ventaja es que con este método se puede variar el grado de enfriamiento y se puede apagar al instante si se desea. Sin embargo, añade que hay que investigar más en el asunto antes de acometer este tipo de empresa.

Esta entrada se publicó en Noticias en 05 Oct 2008 por Francisco Martín León