Luces de febrero

Situación tornádica de trombas marinas21 de febrero de 2006(Cercanías de Barcelona)Parte I , Series 1 y 2Manuel [email protected] Nota de la RAM. Este trabajo fotográfico forma parte de otr...

Luces De Febrero
Situación tornádica de trombas marinas21 de febrero de 2006(Cercanías de Barcelona)Parte I , Series 1 y 2Manuel Conde[email protected] El martes 21 de febrero, me encontraba aún saliendo del atolladero de un traslado de vivienda, con mi ordenador embalado junto a la estación meteorológica desde hacía unos cuantos días. Si a ello le sumamos el no haber visto TV ni haber recibido información alguna de los modelos, previsiones etc., es fácil imaginar que aquel día no podía aventurar nada de lo que iba a ocurrir. Sin embargo a la hora de comer, saliendo del trabajo, me llamaron la atención unos preciosos cumulonimbos en pleno desarrollo vertical hacia el NE, resaltados por un intenso sol y una atmósfera bastante limpia y clara. La humedad era relativamente baja y el ambiente recordaba a una avanzadilla primaveral. Como tenía la cámara en el coche y aún no habíamos decidido donde comer, decidí ir a campo abierto a buscar una perspectiva amplia de aquellos cúmulos para poderlos fotografiar. El caso es que en apenas 15 minutos su evolución había sido anormalmente rápida y sus bases que se habían unido en una sola, adquirían una negrura muy prometedora. En principio pensé que se desencadenaría una tormenta y ya está. Que en cualquier caso no son habituales en estas fechas. Como el sistema tormentoso, no parecía querer avanzar, me dirigí hacia el.En Hospitalet. Tuve que detener el coche, no podía dejar de fotografiar lo que aparecía de entre aquellos edificios. En clara rotación y adquiriendo esas tonalidades, verdosas y pardas propias de las últimas situaciones tornádicas que he vivido, la base del cúmulo tornádico se dejó ver, remontando la línea del cielo entre los edificios de la ciudad. Un jubilado que paseaba por allí, debió sentir curiosidad por mi actitud con la cámara y supongo que quizás debió ver la excitación reflejada en mi rostro, pues se acercó a mi y me preguntó “Que… joven… ¿lloverá hoy?“ - distraje la mirada del objetivo lo suficiente como para responderle, “En realidad, lo que espero ver es la formación de un tornado”. Curiosamente, no pareció sorprenderse demasiado. Dedicó una atenta y larga mirada a la nube y asintió con la cabeza antes de concluir nuestra breve conversación diciendo, “No sé… desde luego antes no pasaban estas cosas; pero ahora, parece que todo es posible… ¡Suerte!” y se alejó con la tranquilidad de quien no tiene prisa mirando al cielo. La verdad es que me resultó curioso el comentario. Pero no estaba yo en ese momento para distraerme, pues cada vez tenía mas clara la sensación de que iba a suceder lo que esperaba. Pero allí no pasaba la cosa de las rotaciones ya vistas, así que decidí irme a la playa, con la convicción de que toda aquella acumulación de energía caótica acabaría cediendo y desencadenando todo su potencial al entrar en contacto con el mar.La primera era larga y estrecha, muy estilizada y clásica, la segunda en un principio mas basta, se vio acompañada de una tercera aparentemente débil aunque llegó sin embargo a ladear la base de la mayor de un modo espectacular, en algún momento llegaron a verse hasta tres juntas. La quinta, tomó una forma de gran belleza y definición, adquiriendo realce gracias a la intrusión de los rayos del sol, que generaron un espectáculo de leyenda, al formarse un arco iris justo al lado de la tromba marina. Quizás uno de los espectáculos más bellos que he tenido la oportunidad de vivir Tres de ellas de mayor envergadura, y las otras tres, dos a modo de satélite, rotaban a gran velocidad en torno a otra mayor y la otra también más fina pero intensa, llegó incluso a levantar y ladear la base de la mayor junto a la que se encontraba. Y la sexta, a modo de colmillo de elefante se dejó apenas ver entre el arco iris y unas densas e impresionantes cortinas de granizo y agua. Súbitamente desaparecieron de mi vista las mangas y el espectáculo continuó con las impresionantes cortinas de granizo que mientras en Barcelona y Hospitalet dejaban las calles blancas, en las playas de Castelldefels, dejaban una imagen de una belleza extraordinaria.En esta ocasión las mangas no llegaron a tocar tierra, pero llegaron en unas fechas en las que hasta el día de hoy no tenía constancia de que se hubieran producido en el pasado. Y vienen a constatar que realmente en esta zona geográfica se ha producido un cambio en el clima que favorece la formación de este tipo de fenómenos meteorológicos severos (cuatro situaciones tornádicas documentadas en menos de un año, dos de ellas con incursión en tierra y todas ellas en diferentes situaciones climáticas y estacionales), que debería ser estudiado con más profundidad y desde una perspectiva lo más seria y objetiva posible. Pues lo que está claro es que un cambio de estas características no puede estar aislado o ser una característica micro-climática, si no que seguramente debe ser la parte visible “la punta del iceberg” de algo de mayor consideración, que en cualquier caso supone una amenaza para una de las zonas de mayor densidad urbanística de la península, donde además coexisten servicios tales como un aeropuerto, industrias químicas y una gran zona portuaria.

Esta entrada se publicó en Fotos y animaciones en 06 Abr 2006 por Francisco Martín León