Pugna en la próxima semana: lluvia contra calor muy raro, ¿qué se impondrá?

Las precipitaciones podrían brillar por su ausencia una semana más en la mayor parte del territorio peninsular y las temperaturas subirán de nuevo tras el descenso térmico de estos días. Aunque se aprecian excepciones.

Abril avanza y la primavera sigue su curso, con temperaturas suaves y los primeros episodios de calor moderado. Sin embargo, las lluvias siguen sin aparecer.

Durante las últimas horas, una advección de aire de origen marítimo polar ha dejado temperaturas claramente inferiores a la media de esta época del año en amplias zonas de la mitad norte, aunque sin salirse de lo esperable. Aún así, tras un inicio de semana muy cálido, ha llamado la atención volver a ver la nieve en algunas poblaciones de montaña el tercio norte peninsular.

Las heladas han aparecido de forma generalizada por encima de los 1000 metros de altura y donde se ha producido alguna precipitación por encima de estas cotas, ha caído en forma de nieve. Este fin de semana la cota de nieve estará mucho más alta y las temperaturas iniciarán un ascenso volviendo a los valores medios del mes de abril, sin embargo, este ascenso no parará ahí; continuará durante la semana que viene acercando nuevamente a los termómetros a valores propios del mes de mayo o incluso junio.

Una dorsal anticiclónica será la responsable de mantener una situación de estabilidad, con masas de aire prácticamente estacionarias sobre la Península, donde se producirán fenómenos de subsidencia, es decir, el aire de niveles más altos descenderá hasta la superficie calentándose adiabáticamente en el proceso.

Este calentamiento se verá potenciado por la radiación solar diurna, que ya empieza a ser importante en esta época del año y que contribuirá a impulsar aún más las máximas diurnas. Durante la segunda mitad de la semana esta dorsal anticiclónica se expandirá hacia el norte del continente pudiendo inducir un patrón de bloqueo.

Vuelven los 30 ºC

No parece que este ascenso de las temperaturas vaya a dejar valores excepcionales esta vez en la península, pero sí muy por encima de lo que normalmente se registra en abril.

El aire frío se resistirá algo más a abandonar el extremo noreste peninsular, donde la semana comenzará con heladas moderadas en los Pirineos y máximas que apenas rozarán los 20ºC en el Valle del Ebro. Sin embargo, en el oeste peninsular se superará esta cifra con facilidad y en valles del Guadiana y el Guadalquivir podrían aparecer de nuevo registros en torno a los 30ºC o ligeramente por encima desde el mismo lunes.

¿Será una situación persistente?

En otras ocasiones no nos ha sido difícil responder a esta pregunta, pero en este caso sí lo es, al menos a partir del miércoles. Aunque parece una situación que se prolongará en el tiempo, no está nada claro que este escenario se vaya a mantener durante toda la semana que viene. La dorsal, aún siendo bastante estática, no será especialmente fuerte y las bajas atlánticas se mantendrán relativamente cerca.

Esto podría desembocar en dos escenarios: en el primero estas bajas se mantendrían a distancia e impulsarían masas de aire desde el sur llevando este episodio de temperaturas templadas a niveles mucho menos habituales. En un segundo escenario, los frentes de estas bajas sí podrían llegar a la Península impidiendo registros de temperatura especialmente altos y trayendo algunas precipitaciones a la vertiente atlántica peninsular, muy poco probables, eso sí, en otras zonas.