¡Comienza la ciclogénesis explosiva! Semana con la borrasca Barra

La Península Ibérica quedará bajo la influencia de una fuerte advección del noroeste, asociada a la recientemente formada borrasca Barra, que nos afectará indirectamente. Atención a las nevadas y fuertes vientos estos próximos días, especialmente en zonas montañosas.

Los fuertes vientos y nevadas dejarán espesores considerables en las montañas del norte y además condiciones de ventisca que complicarán las salidas a la montaña en todas las sierras del centro y norte.

La semana ha comenzado con una situación de transición y relativa estabilidad, los frentes que nos han afectado en los últimos días se alejan por el Mediterráneo dando lugar a cielos algo más despejados y vientos más suaves. Tan sólo en el extremo norte la nubosidad sigue siendo abundante por retención orográfica, produciéndose algunas precipitaciones. También han subido ligeramente las temperaturas produciéndose algunos deshielos en zonas montañosas por debajo de unos 1700 metros. Sin embargo, esta situación volverá a cambiar en las próximas horas.

Durante este martes, los frentes asociados a la borrasca Barra, comenzarán a entrar en la Península Ibérica por el noroeste. El primero de ellos, un frente cálido, alcanzará la Península esta misma noche. Barra es una borrasca formada a partir de un proceso de ciclogénesis explosiva, se está profundizando a un ritmo de casi 50 hPa en 24 horas, lo que supone una intensificación extraordinaria. No afectará de forma directa a la Península Ibérica, pero sus frentes sí lo harán dejando un cambio de tiempo importante.



Mañana martes, el viento arreciará en toda la mitad norte peninsular. Las rachas podrán superar los 60 km/h en amplias zonas del noroeste, localmente los 90 km/h en zonas de montaña y litorales expuestos del norte en los próximos días. A medida que el primer frente, cálido, avance sobre tierra firme, también irán incrementándose las precipitaciones. Serán lluvias débiles, más persistentes en zonas de montaña donde la retención será importante, con nieve en cotas altas, próximas a los 2000 metros. Sin embargo, durante el miércoles el frente frío hará descender la cota de nieve en torno a los 800 metros en la mitad norte y 1200 metros en la sur y se intensificarán las precipitaciones a su paso.

Medio metro de nieve en las montañas del norte

Las nevadas serán fuertes y localmente persistentes en zonas favorables a flujos de noroeste, es decir, en este caso en la Cordillera Cantábrica, Pirineo central y occidental y Sistema Ibérico Norte. En todas estas zonas pueden acumularse entre 30 y 70 centímetros de nieve en menos de 48 horas por encima de 1200 metros de altitud, así como espesores más pequeños entre los 800 y los 1200 metros donde la nieve será más húmeda y se irá transformando en lluvia durante el jueves.


Las precipitaciones serán probables también en las Canarias, aunque este caso asociadas a un sistema completamente distinto, pero que dejará chubascos y nubosidad de retención en el norte de las islas de mayor relieve, pudiendo ser moderados y frecuentes a partir de este martes en el noroeste de Tenerife, Gran Canaria y sobre todo en La Palma, especialmente en las zonas más elevadas de Barlovento y San Andrés y Sauces. Allí podrán acumularse cantidades de entre 20 y 40 litros por metro cuadrado antes del viernes.

Temperaturas en ascenso y deshielos al final de la semana

A partir del jueves, las temperaturas ascenderán progresivamente. Las precipitaciones irán debilitándose y cada vez afectarán a menos zonas al alejarse los frentes e ir ganando protagonismo por el oeste las altas presiones. Sin embargo, seguirán produciéndose lluvias en el extremo norte, con cotas de nieve cada vez más altas, favoreciendo deshielos y un aumento considerable del caudal de los ríos.

Durante el fin de semana todo apunta a que la Península Ibérica quedará bajo la influencia de las altas presiones. Las precipitaciones remitirán por completo y la nubosidad será escasa, con algunas nubes de retención en el Cantábrico y algunos bancos de niebla que se formarán en valles y depresiones fluviales. Con esta situación cabe esperar un descenso de las temperaturas nocturnas, con heladas, y un ascenso de las diurnas.