Tiempo en la segunda mitad de mayo: las tormentas podrían quedarse en España durante días, incluso semanas

Los días con temperaturas frescas, tormentas y lluvias irregulares son característicos de la primavera. Hasta ahora han brillado por su ausencia tras unas últimas semanas prácticamente estivales, sin embargo, la tendencia está a punto de cambiar.

Las tormentas y lluvias irregulares visitarán amplias zonas de la península durante la próxima semana.

Durante la segunda mitad de esta semana hemos percibido cambios importantes en la situación meteorológica. Además de aparecer nubosidad en el norte y algunos chubascos en zonas de montaña del noreste, las temperaturas han descendido hasta alcanzar valores normales de esta época del año. Todavía se registran valores ligeramente más altos de lo normal en el sur y suroeste, mientras que en el noreste peninsular ya están algo por debajo de la media. Sin embargo, parece que las temperaturas no se quedarán ahí y seguirán descendiendo.

De momento, este fin de semana comenzará con actividad tormentosa significativa en el noreste. Las tormentas pueden ser fuertes tanto hoy como mañana en buena parte de Cataluña, interior de la Comunidad Valenciana y Baleares, pudiendo venir acompañadas de rachas de viento fuerte y granizo grande, superior a 2 centímetros de diámetro. Además dejarán fuertes chubascos que podrían acumular más de 20 l/m2 en menos de 1 hora. Sin embargo, lo más destacable de esta situación es que podría prolongarse durante días o incluso semanas.

La situación a escala sinóptica es la que nos da una pista de lo que está sucediendo. Una gran vaguada ubicada sobre el interior de Europa y definida por un chorro polar débil y ondulado se extiende hasta la península ibérica y se encuentra prácticamente estacionaria. Sucesivas masas de aire frío en altura irán alimentando este sistema facilitando la formación de borrascas y DANAs en todo el oeste del continente y dando lugar a un tiempo fresco e inestable.

Continuará el descenso de temperaturas

Durante la semana que viene, las temperaturas continuarán bajando hasta situarse en valores típicos o incluso inferiores a los normales de esta época del año en buena parte del territorio. No se tratará de una situación extraordinaria a diferencia de la vivida a finales de abril, pero sí contrastará mucho con estos días anteriores, registrándose heladas y algunas nevadas débiles en zonas de alta montaña y máximas que sólo superarán los 20 ºC en zonas llanas de la mitad sur y el Valle del Ebro.

Los 30 ºC de máxima resistirán en los valles del Guadiana y el Guadalquivir el lunes y el martes, pero desde el miércoles se espera que las máximas queden también allí por debajo de esta cifra.

Lluvias más abundantes, ¿para solucionar la sequía?

Las lluvias son quizá lo más esperado dada la situación de sequía que afecta a gran parte del territorio. Serán irregulares, en algunos casos acompañadas de tormenta, pero afectarán a buena parte del territorio, también probablemente a la mitad sur a mediados de semana, debido al descuelgue de una DANA sobre el sur peninsular.

Lluvia de mayo
Nuestro modelo de referencia, el europeo, anticipa una próxima semana más húmeda de lo normal en gran parte del país.

Estas lluvias seguramente no nos sacarán de la sequía que estamos viviendo pero, junto con las temperaturas frescas, supondrán un alivio importante para el suelo, la vegetación y disminuirán notablemente el riesgo de incendio durante la segunda quincena de mayo.

¿Cuánto durará este tiempo primaveral?

Los modelos de predicción a largo plazo muestran una tendencia a un verano que nuevamente puede ser bastante más cálido de lo normal en la península, sin embargo todavía quedan varias semanas de primavera por delante y los modelos a medio plazo muestran hasta el final de su alcance una persistencia de este patrón de circulación, con bajas presiones en nuestro entorno. Cabe esperar por tanto que la segunda quincena de mayo transcurra con temperaturas mucho más acordes a la primavera y con algunas precipitaciones que podrían aliviar la situación actual del suelo y la vegetación.