El anticiclón puede dar paso a los ábregos... ¡y a la deseada lluvia!

En las últimas semanas ha predominado un tiempo estable y seco en gran parte del país, pero en la recta final de octubre podría producirse un importante cambio de tiempo que puede ayudar a alivar algo la sequía que arrastran algunas zonas.

Las lluvias, hasta ahora ausentes en la mayor parte de la Península Ibérica en lo que llevamos de otoño, podrían volver a la fachada atlántica al finalizar octubre.

Durante este fin de semana ya tenemos un cambio significativo en curso. La descarga fría que ha dejado el paso de la borrasca Aurore por el centro de Europa ha hecho descender la temperatura de forma generalizada en la Península Ibérica. También se están produciendo chubascos muy importantes en puntos del litoral de la Comunidad Valenciana, este de la Región de Murcia y en Baleares. Sin embargo, al margen de estos cambios pasajeros, la situación sigue siendo la misma: el anticiclón sigue centrado al oeste de la Península Ibérica y, salvo por este pequeño paréntesis, la atmósfera continuará estable estos próximos días, pero.. ¿por mucho tiempo?

A medio plazo los modelos comienzan a intuir cambios importantes en la circulación a gran escala sobre Europa. Es importante tener en cuenta que las salidas deterministas muestran mucha incertidumbre a largo plazo, y son susceptibles a experimentar cambios importantes que impiden ver una tendencia clara. Las predicciones probabilistas y los grupos de escenarios previstos son las herramientas adecuadas para observar cambios a plazos medios y largos; además nos ayudarán a ver lo precisas o imprecisas que están siendo las salidas deterministas típicas que son las que se suelen consultar.

Por ahora, el modelo del ECMWF muestra un cambio importante que empezaría a producirse a partir de mediados de la próxima semana, en torno al 28 de octubre, y que se acentuaría durante los primeros días del mes de noviembre. El escenario más probable es el de una migración del anticiclón hacia el continente europeo. Por otro lado, el chorro de latitudes medias se ondularía algo más, generando profundas vaguadas en el Atlántico sobre las cuales podrían desarrollarse borrascas que se desplazarían hacia la fachada atlántica europea.

Vientos húmedos y templados procedentes del Atlántico

En principio, esta situación prevista es muy propicia para la llegada de los ábregos, vientos del suroeste cargados de humedad procedentes del Atlántico subtropical. Con la presencia de vaguadas profundas al oeste de Europa, las borrascas y los frentes asociados tenderían a desplazarse de suroeste a noreste, circulando frente a las costas de Portugal y dirigiéndose hacia el noroeste de Europa. Este tipo de circulación arrastra vientos templados y húmedos, por lo que un episodio de frío intenso quedaría totalmente descartado.

Sin embargo, con esta circulación predominando a partir de finales de mes, sí sería bastante probable un episodio de precipitaciones en la fachada atlántica peninsular. Si las bajas presiones y sus frentes asociados se acercan lo suficiente, las lluvias podrán ser bastante generalizadas en la mitad oeste e incluso fuertes en zonas favorables que retengan la humedad con estos flujos, como es el caso de la vertiente sur del Sistema Central occidental o el suroeste de Galicia.

Obviamente, la incertidumbre es muy elevada a estos plazos y no es posible concretar detalles. Sin embargo, es un escenario favorable para que las lluvias lleguen por fin a zonas con un importante déficit como pueden ser las cuencas del Guadalquivir, Guadiana y Tajo ya de cara al inicio del mes de noviembre. Todo ello tras una próxima semana que promete comenzar estable, soleada y templada para esta época del año