El beneficio oculto de poner hojas de hierbabuena bajo de la almohada

Un truco sencillo y natural con hojas de hierbabuena se está haciendo viral por sus sorprendentes efectos para dormir mejor. Te contamos por qué deberías probarlo.

Hierbabuena
Una hoja de hierbabuena bajo la almohada tiene un efecto natural y positivo para facilitar el sueño y el descanso.

Dormir profundamente cada noche se ha vuelto casi un lujo para muchas personas. El ritmo de vida acelerado, el estrés constante y la tecnología invadiendo el dormitorio han alterado la manera en la que descansamos. Sin embargo, algunas prácticas antiguas están resurgiendo con fuerza, como si fueran pequeños secretos que vuelven para recordarnos que lo natural también funciona.

La hierbabuena posee efectos digestivos, aliviando molestias como gases, acidez y estreñimiento. Además, se emplea para tratar insomnio, dolores de cabeza, ansiedad y congestión nasal.

Una de esas prácticas es tan simple como efectiva: colocar una hoja de hierbabuena bajo la almohada antes de irse a la cama. No se trata de una superstición ni de una moda sin sentido, sino de un hábito que está ganando seguidores por los beneficios que ofrece para la mente y el cuerpo, especialmente a la hora de conciliar el sueño.

Hierbabuena: un ritual nocturno con historia y resultados

Entre infusiones y aceites esenciales, hay quienes están apostando por soluciones aún más sencillas. Una sola hoja de hierbabuena bajo la almohada podría ser justo lo que necesitas para empezar a dormir mejor. Aunque parezca demasiado fácil, este pequeño gesto se apoya en algo muy poderoso: el aroma.

El olor de la hierbabuena no sólo es refrescante, también actúa como un calmante totalmente natural. Ese ligero perfume que libera durante la noche puede enviarle señales al cerebro de que es hora de bajar el ritmo, reduciendo la tensión acumulada durante el día. Además, se ha visto que este tipo de estímulos olfativos pueden activar zonas cerebrales vinculadas al descanso y la relajación. No es magia, es química pura entre tu nariz y tu sistema nervioso.

Y eso no es todo. Si tienes problemas para respirar bien al dormir, este truco también podría ayudarte. El mentol presente en la planta abre las vías respiratorias suavemente, mejorando la sensación de confort mientras descansas.

Más allá del aroma de la hierbabuena: un gesto que prepara la mente

Pero no se trata sólo del intenso olor de la hierbabuena. El acto en sí mismo de preparar la almohada con una hoja de hierbabuena puede tener efectos más profundos de lo que imaginas. Adoptar una rutina con intención antes de dormir puede convertirse en una especie de señal interna: “es hora de descansar”.

Hierbabuena
El olor de la hierbabuena no sólo es refrescante, también actúa como un calmante totalmente natural.


Este tipo de rituales sencillos ayudan a separar el día de la noche, a crear un espacio mental propicio para el sueño. En otras palabras, la hoja no sólo huele bien, también funciona como un recordatorio mental para soltar el estrés del día. Esto es especialmente útil si te cuesta desconectar por las noches. Si tu mente sigue dando vueltas a las preocupaciones, introducir este pequeño hábito puede ayudarte a frenar esa inercia mental y encaminarte hacia el descanso.

Eso sí, es importante no exagerar: esto no sustituye un buen colchón ni una higiene del sueño adecuada. Pero como parte de una rutina nocturna, puede marcar la diferencia.

Otros aliados naturales: el laurel también suma

La hierbabuena no está sola en esta cruzada por el descanso. Hay otra planta que también está siendo colocada bajo las almohadas por sus efectos calmantes: el laurel. Aunque suele asociarse a la cocina, su aroma tiene propiedades que invitan a la relajación. A diferencia de la hierbabuena, con el laurel basta con colocarlo sólo durante unas horas antes de acostarse, y luego retirarlo. Su fragancia actúa rápidamente sobre el sistema nervioso, ayudando a liberar tensiones acumuladas.

Este tipo de trucos naturales no requieren que duermas con un bosque bajo la almohada. Lo ideal es probar con una o dos hojas y observar cómo responde tu cuerpo. Algunas personas notan cambios desde la primera noche, mientras que otras requieren algunos días para adaptarse.

Si lo combinas con otras buenas prácticas, como evitar pantallas antes de dormir o mantener un horario regular, los resultados pueden ser aún más notables. A veces, lo más efectivo no está en las farmacias, sino en volver a lo básico.