El bosque de helechos gigantes que parece sacado de una película: ruta fresca para agosto

Hay un rincón en la conocida como isla bonita que sorprende con su vegetación exuberante, sobre todo de helechos gigantes, y por sus bellas rutas para desconectar del calor.

Bosque de los Tilos, en la isla de La Palma
Reconocido como Reserva de la Biosfera en 2002, el Bosque de los Tilos de La Palma acoge una especular vegetación, en la que llaman la atención los helechos gigantes.

En el norte de la preciosa isla de La Palma, dentro del Parque Natural de las Nieves, se encuentra uno de los enclaves más sorprendentes de las Islas Canarias: el Bosque de los Tilos. Este espacio natural llama la atención por su frondosidad y por albergar una de las masas de laurisilva más significativas del archipiélago. Más allá de sus célebres tilos, su protagonismo radica también en la imponente presencia de helechos gigantes que parecen sacados de un escenario de fantasía.

El Bosque de los Tilos, conocido oficialmente como Los Tiles, es un enclave donde sobrevive la laurisilva, un antiguo y denso bosque de hoja ancha que cubría gran parte de la Tierra hace millones de años.

Ubicado en el municipio de San Andrés y Sauces, este bosque fue reconocido como Reserva de la Biosfera en 2002, siendo el primero en La Palma en obtener tal distinción. Ahora, una gran parte de la isla entera cuenta con este sello. A menos de 25 kilómetros de la capital, Santa Cruz de La Palma, y a un paso de Los Sauces, este bosque ofrece un refugio natural donde la calma y el frescor se combinan para disfrutar de la naturaleza más pura.

Bosque de los Tilos: naturaleza viva que impresiona

La clave del encanto del Bosque de los Tilos reside en su humedad constante y en su vegetación abundante. Aquí el agua corre sin cesar, formando cascadas y manteniendo un microclima único en esta zona de la isla. Su riqueza vegetal incluye especies endémicas y autóctonas como laureles, madroños, palos blancos y acebiños. Pero, sin duda, lo más llamativo son sus helechos gigantes, que enmarcan el paisaje con un aire de antigüedad y misterio.

Entre la fauna, las palomas turqué y rabiche, propias del archipiélago canario, se mueven con sigilo entre la espesura, aunque su captura en fotos es todo un desafío. Los bosques húmedos también son el hogar de numerosos invertebrados que contribuyen a la biodiversidad del área, haciendo de este espacio un ecosistema complejo y equilibrado.

Para conocer mejor el entorno, el Centro de Visitantes del Bosque de los Tilos, ubicado junto al Barranco del Agua es la parada obligada. Allí se ofrece una exposición interactiva sobre la riqueza natural del bosque, con varias salas que permiten profundizar en la historia y particularidades del lugar. Su horario varía según la temporada, funcionando en verano hasta las 17:30 horas.

Rutas de senderismo en el Bosque de los Tilos

Los caminos del Bosque de los Tilos son un imán para quienes buscan una escapada natural sin complicaciones, así como para los más aventureros. La ruta sencilla, de apenas 2,5 kilómetros, se adentra en el corazón del bosque hasta el Mirador del Espigón Atravesado, permitiendo disfrutar del entorno sin mucho esfuerzo.

Para los amantes del senderismo con ganas de más, la ruta PR LP6 ofrece un recorrido más exigente que sube cerca de mil metros, llegando hasta los nacientes de Marcos y Cordero. Este trayecto de siete horas incluye el paso por trece túneles tallados en la roca, un plus que añade misterio y singularidad al paseo.

Si se prefiere una opción intermedia, existe un tramo que lleva al Mirador del Espigón Atravesado, desde donde se contemplan unas vistas impresionantes del bosque y sus alrededores. Otra senda, el PR LP7, conduce al Mirador de las Barandas, otro punto destacado del Bosque de los Tilos para captar toda la esencia de este paraíso natural.

La vista desde las alturas: Roque de los Muchachos

Para experimentar el Bosque de los Tilos desde una perspectiva única, nada mejor que subir al Roque de los Muchachos, el techo de La Palma con casi 2.500 metros de altura. Desde este punto, la panorámica es sencillamente espectacular, con el verde intenso del bosque extendiéndose a lo lejos y el azul del océano al fondo.

Este mirador ofrece una forma distinta de conectar con el entorno, donde la naturaleza, el aire puro y las vistas impactantes crean un recuerdo imborrable para quien se aventura a conocer este rincón. Subir hasta aquí es, sin duda, un complemento perfecto para quien busca aprovechar al máximo su visita al Bosque de los Tilos.