Ruta del Cares: naturaleza salvaje, puentes y precipicios en la ruta más impactante entre Asturias y León

Atrévete a caminar entre el cielo y el abismo en la Ruta del Cares, un sendero suspendido en la roca que te sumerge en el alma más salvaje de los Picos de Europa.

Ruta del Cares
Este impresionante recorrido une las localidades de Poncebos (Asturias) y Caín (León)

La Ruta del Cares es, sin duda, una de las experiencias más impactantes para los amantes del senderismo y la naturaleza en estado puro. Esta espectacular senda une las localidades de Poncebos (Asturias) y Caín (León) a través de un impresionante desfiladero esculpido por el río Cares, en el corazón de los Picos de Europa.

Conocida también como la “Garganta Divina”, esta ruta ofrece un espectáculo visual sin igual: paredes verticales de hasta 500 metros, puentes colgantes, túneles excavados en la roca y un sendero que serpentea entre precipicios.

Una ruta icónica en los Picos de Europa

El recorrido total tiene unos 12 kilómetros de ida (24 km si se hace de ida y vuelta) y atraviesa uno de los paisajes más salvajes y sobrecogedores del norte de España. Aunque se puede comenzar desde cualquiera de los dos extremos, lo más habitual es partir desde Poncebos. Desde allí, el sendero se adentra poco a poco en el desfiladero, ganando altura y regalando vistas cada vez más espectaculares.

La dificultad del trayecto no radica tanto en su desnivel, salvo en los primeros kilómetros, como en su longitud y en la exposición al vacío. Aunque no es una ruta técnicamente complicada, es importante caminar con precaución: el sendero, en algunos tramos, discurre al borde del abismo, sin barandillas ni protecciones.

Los puntos clave del camino

Lo que hoy es una de las rutas de senderismo más transitadas de España, nació con un propósito bien distinto. La senda fue construida entre 1945 y 1950 para dar mantenimiento al canal hidráulico que lleva el agua desde Caín hasta la central hidroeléctrica de Poncebos. El canal fue una obra titánica, esculpida en la piedra caliza a principios del siglo XX, y la senda que lo acompaña permite al caminante transitar por uno de los paisajes más imponentes del país.

Ruta del Cares
La senda fue construida entre 1945 y 1950 para dar mantenimiento al canal hidráulico que lleva el agua desde Caín hasta Poncebos. Imagen de Turismo Asturias

Durante el trayecto se encuentran lugares emblemáticos como el “Ojo de Buey” (El Joracao), la majada de Culiembro, la pasarela de Los Martínez o los puentes de Bolín y de Los Rebecos. Las cabras montesas suelen hacer acto de presencia, desafiando las leyes de la gravedad en las paredes más verticales.

Uno de los momentos más espectaculares de la ruta es la llegada al puente Bolín, una estructura de cemento y metal que cruza el río a más de 100 metros sobre su cauce. Justo después, el puente de Los Rebecos nos permite continuar avanzando hacia Caín mientras el paisaje se torna cada vez más angosto y sobrecogedor.

Un idílico final (o principio)

Tras unas seis horas de caminata, se llega a Caín, una pequeña aldea leonesa que se convierte en el oasis perfecto para descansar. Allí se pueden encontrar bares, restaurantes y zonas para hacer picnic. Muchos excursionistas optan por regresar al punto de partida en vehículo, aprovechando los servicios de transporte que operan en la zona.

Es una ruta exigente en lo físico pero enormemente gratificante en lo emocional. Ideal para quienes buscan aventura, contacto con la naturaleza y un recuerdo inolvidable.