Fenología y clima, una relación con fuertes vínculos

El cambio de estación se nota en las horas de sol, en las temperaturas y en la naturaleza. Esta última tiene indicadores como la floración o los primeros brotes de la vid. Os presentamos la fenología.

Aspecto que presentan los bosques caducifolios con la llegada del otoño.

La fenología es la ciencia que estudia los fenómenos biológicos que se presentan periódicamente acoplados a ritmos estacionales y que tienen relación con el clima y con el curso anual del tiempo atmosférico en un determinado lugar. Esta disciplina forma parte de la agrometeorología y se puede considerar una ciencia ecológica al ocuparse de relaciones o respuestas de organismos vivos frente a cambios en su ambiente físico.

En la vegetación hay que destacar los siguientes cambios morfofisiológicos, que van acompañados de modificaciones en la distribución de la producción de masa entre los distintos órganos de la planta: germinación de semillas, brotación de yemas, floración, caída de las hojas, maduración de los frutos o ahijado y espigado de cereales. 

Respecto a la fauna de vertebrados, los cambios morfofisiológicos tales como: desarrollo de las gónadas y periodo de celo, cambios de pelaje o plumaje, acumulación de grasa, caída de cuernas, etc., suelen ir acompañados de cambios de comportamiento como: la llegada y emigración, sobre todo de algunas aves, sus cantos y paradas nupciales, los combates rituales de algunos machos de mamíferos en la época de apareamiento y los letargos de algunas especies de mamíferos, así como de anfibios y reptiles. Respecto a los insectos es interesante el comienzo de su actividad como forma adulta, después de haber pasado el invierno como huevo resistente y sufrir algún tipo de metamorfosis.

La llegada de las grullas se produce a partir de la segunda quincena de octubre en Extremadura.

El dato fenológico que se usa para comparar climáticamente distintas zonas es: la fecha de ocurrencia de una fase observada en una especie y en un territorio. Se suele referir el dato a una localidad, a veces a una zona de 10 kilómetros de radio, y mejor aún, a una zona representativa fisiográfica y fitoclimáticamente.

Estos datos tienen interés para describir el año agrícola, para estudiar microclimas y para realizar estudios de cambio climático, así como para evaluar los impactos del mismo en los seres vivos y los ecosistemas. Se considera que una fase está en inicio cuando se observa al 10-20% de su máximo estimado; es plena cuando se ha producido en un 50% y es final cuando se ha producido en un 80-90%.

En el mundo rural se reconoce el paso de las estaciones por la aparición de sucesivas fases fenológicas. Las floraciones, la aparición de insectos y la llegada de las aves migratorias estivales tienen relación con el carácter del invierno y la evolución del tiempo atmosférico en la primavera. Las fases fenológicas de la primavera son la respuesta morfofisiológica de los animales y las plantas a un factor fundamental que es el alargamiento del periodo de luz diurna (fotoperiodo), modulado a su vez por factores meteorológicos como la temperatura, el viento, la insolación, la humedad relativa etc. o por factores climático-edáficos como la humedad del suelo. Así, la sucesiva aparición de las fases fenológicas muestra de forma integrada el paso del tiempo cronológico y la influencia del tiempo atmosférico.

¿Cómo se nota la llegada de la primavera?

En los campos de España se asocia la proximidad de la primavera con las floraciones de los almendros y la llegada de la misma con las primeras observaciones de golondrinas o con las floraciones de perales, manzanos y cerezos. También con la aparición de algunos insectos o la brotación de la vid. Normalmente antes de la llegada de las aves migratorias estivales se ha producido la partida de las aves migratorias invernantes: grullas, ánsares, avefrías, etc.