Unos científicos españoles participan en el descubrimiento del ADN bacteriano más antiguo conocido en un mamut

Un equipo internacional, con participación española, ha rescatado el ADN bacteriano más antiguo jamás secuenciado, extraído de un mamut que vivió hace más de 1 millón de años.

Mamuts
Los científicos han diferenciado entre los microbios que han convivido con los mamuts y los que han colonizado sus restos

Un equipo internacional, con participación de científicos españoles, ha logrado recuperar el ADN bacteriano más antiguo conocido en un mamut estepario que ha vivido hace 1,1 millones de años. El análisis ha permitido secuenciar el microbio asociado a un hospedador más antiguo jamás estudiado, lo que ha supuesto un hito en paleogenética.

La investigación, publicada en Cell, ha incluido restos de más de 480 especímenes de mamuts hallados en el Ártico ruso. Los estudios han diferenciado entre los microbios que han convivido con los mamuts y los que han colonizado sus restos después de la muerte, abriendo una ventana inédita a la microbiota prehistórica.

Bacterias prehistóricas con similitudes modernas

El equipo ha identificado seis grupos principales de bacterias, entre ellas parientes de Pasteurella, Streptococcus, Actinobacillus y Erysipelothrix. Estos microorganismos han mostrado similitudes con cepas actuales que han provocado enfermedades en animales modernos, incluidos los elefantes, los parientes vivos más cercanos de los mamuts.

El hallazgo no solo ha revelado qué microbios han acompañado a los mamuts en su vida diaria, sino que también ha planteado interrogantes sobre el papel que estas bacterias han desempeñado en su salud, su capacidad de adaptación y, posiblemente, en su desaparición como especie. El estudio, además, ha demostrado que la información genética de estos organismos puede conservarse durante periodos geológicos inmensos.

Así ha sido la aportación española

Entre los expertos, el paleontólogo español Juan Luis Arsuaga ha participado como coautor, junto con investigadores internacionales del Centro de Paleogenética de Estocolmo. Su trabajo ha resultado clave en el análisis de los restos y en la validación de la metodología empleada.

Científicos
El trabajo de los españoles ha sido clave en el análisis de los restos y en la validación de la metodología empleada

También el bioinformático español David Díez del Molino ha colaborado en el estudio, explicando los retos de secuenciar ADN de más de un millón de años. Su aporte ha permitido distinguir el ADN antiguo de la contaminación ambiental.

Importantes avances para la ciencia

El descubrimiento ha marcado un nuevo capítulo en la paleogenómica. Los científicos no solo han analizado el genoma de los mamuts, sino también el de las comunidades microbianas que han convivido con ellos. De esta forma, han explorado cómo esas bacterias han coevolucionado con su hospedador en climas extremos.

El estudio ha retrasado en un millón de años el registro más antiguo del ADN microbiano asociado a un animal y ha demostrado que estos microorganismos pueden permanecer durante extensos periodos geológicos.

¿Resucitar bacterias prehistóricas?

El hallazgo también ha generado preguntas sobre la posibilidad de “revivir” a estos microbios, de manera similar a como se plantea la desextinción de mamuts. Sin embargo, los autores han aclarado que el ADN recuperado está muy fragmentado y que no existe viabilidad para recrear organismos vivos. El objetivo principal ha sido científico: comprender mejor la evolución de los microbios y su papel en la historia de la vida.

Paleontólogos
Saber qué bacterias han convivido con especies extintas puede ayudar a entender la relación entre microbiomas y hospedadores

Aun así, el trabajo ha abierto nuevas perspectivas sobre el estudio de microorganismos antiguos. Saber qué bacterias han convivido con especies extintas puede ayudar a entender la relación entre microbiomas y hospedadores, y cómo esta interacción ha condicionado tanto la adaptación como la vulnerabilidad de los animales frente a enfermedades.

Un paso adelante en la paleogenética

Con este logro, la ciencia ha dado un paso significativo hacia la comprensión de la vida pasada. Los resultados han demostrado que la microbiota puede preservarse durante más de un millón de años y que es posible reconstruir parte de su historia evolutiva.

La participación española ha reforzado el papel de nuestro país en la investigación internacional de vanguardia. Gracias a este trabajo, los investigadores han ampliado las fronteras del conocimiento sobre el ADN antiguo y han sentado las bases para futuros estudios que podrían cambiar la manera en que entendemos la evolución de la vida en la Tierra.

Referencia de la noticia:

Guinet, B. et al. Cell https://doi.org/10.1016/j.cell.2025.08.003 (2025).