Unos científicos de Córdoba identifican a conejos y liebres como eslabones clave en la transmisión de la leishmaniosis
La leishmaniosis sigue expandiéndose pese al control del mosquito y los perros, pero ¿y si el verdadero reservorio estuviera en conejos y liebres que conviven cerca de nosotros?

La leishmaniosis, una enfermedad parasitaria que afecta a humanos y perros, podría estar sostenida en el medio natural por actores hasta ahora infravalorados. Un equipo de científicos españoles ha demostrado que conejos y liebres silvestres desempeñan un papel decisivo en la transmisión del parásito responsable de esta enfermedad, especialmente en entornos rurales del sur de España.
El hallazgo, basado en un estudio epidemiológico exhaustivo realizado por expertos en veterinaria de la Universidad de Córdoba, obliga a replantear la forma en que se entiende y se controla esta zoonosis en regiones mediterráneas. Hasta ahora, el foco se había puesto casi exclusivamente en el perro doméstico como principal reservorio.
¿Cómo se transmite la leishmaniosis?
La leishmaniosis está causada por parásitos del género Leishmania, que se transmiten a través de la picadura de pequeños insectos hematófagos conocidos como flebótomos. En Europa, la especie más relevante es Leishmania infantum, responsable tanto de casos humanos como caninos.
Cómo prevenir la #leishmaniosis:
— OCV España (@ocvespana) June 1, 2023
Repelentes: collares y pipetas.
Vacunación.
Protección: utilizar mosquiteras y evitar los paseos al amanecer y atardecer durante los meses de más riesgo (de abril a noviembre).
Lo ideal es la combinación de las tres medidas. pic.twitter.com/tZbApdc2KP
Durante décadas, los programas de prevención se han centrado en el control del vector y en la protección de los perros. Sin embargo, el nuevo estudio demuestra que este enfoque es incompleto si no se tiene en cuenta la fauna silvestre, en particular los lagomorfos.
Un estudio de campo con enfoque integral
La investigación se ha desarrollado en un área rural de alta incidencia de leishmaniosis humana. Los científicos han analizado muestras de personas, perros, conejos, liebres y flebótomos, lo que ha permitido reconstruir el ciclo completo de transmisión del parásito.

Los resultados son contundentes. Mientras que una parte limitada de la población humana presentaba infección, la prevalencia en perros fue muy elevada. En el caso de conejos y liebres, la presencia del parásito fue prácticamente generalizada.
Los lagomorfos, un reservorio altamente eficiente
El análisis molecular confirma que las cepas del parásito detectadas en conejos y liebres son genéticamente indistinguibles de las encontradas en los flebótomos y en otros hospedadores. Esto indica una circulación activa del patógeno entre fauna silvestre, vectores y humanos.
Además, los flebótomos estudiados muestran una clara preferencia por alimentarse tanto de lagomorfos como de perros y personas. Esta conducta favorece que los animales silvestres actúen como puentes epidemiológicos entre el entorno natural y el humano.
¿Qué implica para la salud pública?
El descubrimiento tiene consecuencias relevantes para la gestión sanitaria. La presencia de un reservorio silvestre abundante y difícil de controlar complica las estrategias basadas únicamente en el tratamiento de perros o en medidas urbanas de control del vector.

Los investigadores advierten de que ignorar el papel de conejos y liebres puede explicar la persistencia de brotes humanos, incluso en zonas donde se aplican medidas preventivas de forma continuada.
La necesidad de un enfoque One Health
El estudio subraya la importancia de aplicar el enfoque “One Health”, que integra la salud humana, animal y ambiental. En este contexto, la vigilancia de poblaciones silvestres se vuelve tan relevante como la atención veterinaria o la prevención en humanos.
Entre las medidas propuestas se incluyen el seguimiento epidemiológico de lagomorfos, la gestión del hábitat para reducir la proliferación de flebótomos y campañas de información dirigidas a poblaciones rurales y colectivos expuestos.
El cambio climático, la transformación del paisaje rural y el aumento de poblaciones de conejos y liebres favorecen la expansión de la leishmaniosis. Este escenario convierte a la enfermedad en un problema emergente de salud pública en amplias zonas del sur de Europa.
Referencia de la noticia
Barbero-Moyano, J., Gonzálvez Juan, M., Bravo-Barriga, et al. (2025). Epidemiological landscape in a Mediterranean hotspot of human leishmaniosis in Spain under a One Health approach. Pathogens and Global Health, 119(3-4).
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