¿Superpoder mental? Dos víctimas de rayos hicieron cosas inexplicables

Suena tentador, pero las habilidades mentales extraordinarias van acompañadas de dolencias físicas que pueden ser insoportables. La ciencia nos sorprende una vez más, esta vez con tormentas eléctricas.

Rayos
Los rayos son responsables de miles de muertes al año en el mundo, por lo que siempre hay que poner atención en las condiciones meteorológicas predominantes en un lugar.

Hoy mostramos una noticia científica que encierra una "pizca" de misterio. Y no estamos hablando del dicho popular: "Que me caiga un rayo si...", no. Nos referimos a lo que les sucede a las personas que han sido víctimas de la caída de un rayo. Un reportaje publicado en la revista La Recherche expone las consecuencias, tanto físicas como psíquicas, que puede provocar este fenómeno meteorológico.

Aunque los datos son todavía preliminares, destaca el aumento de la capacidad mental. Sin embargo, existen lesiones neurológicas y físicas que pueden perdurar en el tiempo. Incluso estas lesiones estarían a escala nanoscópica, es decir, son indetectables para las herramientas de diagnóstico actuales.

El relámpago es la luz que se genera en una tormenta eléctrica, mientras que el rayo adquiere una forma tipo "raíz" y puede llegar al suelo.

Esto no quiere decir que ahora debamos salir a la naturaleza para conectarnos directamente con los rayos, porque este fenómeno atmosférico es capaz de liberar hasta cien millones de voltios. Cabe mencionar que cuando nos cae un rayo, tenemos varias opciones como consecuencias.

Primero, la muerte después de una descarga eléctrica. En segundo lugar, sufrir el impacto y quedar con secuelas de por vida. Y, tercero, adquirir habilidades mentales poco comunes en los seres humanos.

No todo lo que brilla es oro

El Dr. Rémi Foussat, especializado en queraunopatología —disciplina que estudia la patología o daño inducido por rayos—, y Marie-Agnès Courty, especializada en plasmas de rayos, investigaron una situación ocurrida el 2 septiembre del año 2017, en Azerailles, Francia, donde catorce personas fueron impactadas por relámpagos al refugiarse en una carpa debido a la lluvia. Afortunadamente, no se registraron víctimas fatales, pero dos de ellas presentaron heridas de gravedad.

Rayo y hombre
El impacto de un rayo probablemente dejará secuelas de por vida, no vale la pena probarlo.

El objetivo de Courty y Foussat es otorgar avances sobre las consecuencias que pueden sufrir las personas que son impactadas por relámpagos, debido al accidente ocurrido en Azerailles. De lo que se tiene registro, el 70% de las personas que ha vivido esta experiencia en el mundo queda con secuelas físicas permanentes.

La queraunopatología es la disciplina que estudia el daño que producen los rayos en las personas.

Volviendo al ejemplo de Azerailles, cabe señalar que dos de las personas alcanzadas por un rayo tuvieron un aumento de su capacidad mental durante varias semanas. Uno de ellos podía marcar el día de cualquier fecha sin aprenderlo primero. El otro caso es el de una maestra de escuela que pudo resolver multiplicaciones de tres por tres dígitos mientras verbalizaba la organización de su día.

Pero ¡no todo lo que brilla es oro! Estas impresionantes capacidades fueron acompañadas de insoportables dolores de cabeza, silbido en los oídos o fatiga constante. Lamentablemente, la profesora desarrolló trastornos de coordinación y, una mañana, perdió el habla.

La explicación de estos comportamientos aún no está clara. Una hipótesis es que a medida que las neuronas dañadas mueren, liberan neurotransmisores que provocan una "reorganización" de las conexiones cerebrales. Con esto, la persona se convierte en dueña de capacidades cognitivas desconocidas para él.

A pesar de lo tentador que puede ser exponerse a la caída de un rayo para despertar con ¡superpoderes! siempre es importante la protección. Por ejemplo, si estás al aire libre en estas condiciones meteorológicas, evita correr o esconderte debajo de un árbol. Si estás en casa, cierra todas las ventanas y mantente alejado de los aparatos eléctricos, incluido el teléfono móvil.