Fallos evolutivos: la especie humana está lejos de estar bien diseñada

Sigmund Freud afirmó que dos descubrimientos científicos han influido drásticamente en la psicología de los seres humanos. Uno es que la Tierra no es el centro del universo y el otro, que nuestro proceso evolutivo aún es corto e imperfecto.

cuerpo humano
Aparentemente, nuestra especie está lejos de estar bien "diseñada".

El aparato reproductor masculino es un claro ejemplo de lo mal "diseñados" que estamos. No parece muy inteligente tener un órgano tan sensible totalmente expuesto. El problema es que los gametos masculinos (los espermatozoides) no se desarrollan correctamente a nuestra temperatura corporal (36,5ºC), y la solución para bajar un poco esa temperatura es la que todos conocemos.

Otros organismos, que no son de sangre caliente, como las ranas, tienen sus órganos reproductores masculinos bien situados y protegidos. Incluso en algunos organismos de sangre caliente, como los elefantes, también los tienen protegidos y, por lo tanto, sus gametos masculinos no se dañan.

Dolor de espalda

La columna vertebral es, sin duda, otro ejemplo de lo mal diseñados que estamos. ¿Quién no ha tenido uno o más problemas de espalda en su vida? En los humanos, la condición bípeda hace que nuestras vértebras estén literalmente dispuestas en una columna vertical.

Esta disposición significa que las vértebras inferiores tienen que soportar mucho peso y diversas fuerzas. Es por esta razón que los problemas de espalda en nuestra especie son la regla y no la excepción.

Un punto ciego en el ojo

El ojo humano es también un ejemplo de un error evolutivo. La retina está cubierta de fotorreceptores que capturan la información de la luz que luego el nervio óptico envía a nuestro cerebro.

El problema es que donde el nervio óptico cruza la retina no hay fotorreceptores, lo que significa que todos tenemos un punto ciego en cada ojo. Esto no sucede en otras especies con ojos similares a los nuestros, como los pulpos.

En los ojos de los pulpos, las fibras del nervio óptico están detrás de la retina, por lo que no necesitan atravesar la retina en ningún punto de su camino hacia el cerebro. Los pulpos, a diferencia de nosotros, no tienen un punto ciego.

Gula y asfixia

Otro de los ejemplos más conocidos de mala concepción del cuerpo humano es la garganta. Una de las principales causas de muerte no natural en personas sanas de nuestra especie es la asfixia. Los conductos que transportan los alimentos y el aire se mezclan de manera muy peligrosa en algunas partes de nuestro cuerpo, y la faringe es el punto más crítico.

Hay una serie de detalles en el cuerpo humano que, bien diseñados, podrían prevenir diversos problemas de salud e incluso la muerte.

Normalmente, el agua y los alimentos pasan del exterior al esófago y el aire a la tráquea. Pero a veces la comida entra en la tráquea, bloqueando el flujo de aire, lo que puede tener consecuencias fatales, como la muerte por asfixia. No estamos bien diseñados, por ejemplo, para comer uvas a gran velocidad.

Evolución y un diseño poco inteligente

Estos son solo algunos ejemplos de diseños "tontos" en nuestros cuerpos, pero la lista es larga: el canal de parto, la multitud de huesos erguidos relativamente rígidos, el mecanismo de coagulación de la sangre, el genoma humano, etc.

En definitiva, podríamos decir que nuestra especie es el resultado de procesos evolutivos que distan mucho del diseño inteligente. En el Homo sapiens actuaron las mismas fuerzas que en cualquier otra especie que ha existido o existe todavía, ya sea la selección natural, la deriva genética o la hibridación. Sin embargo, ¿por qué estamos tan mal hechos?