
La incógnita de la duración limitada de la vida humana en comparación con otros seres vivos puede remontarse a la era de los dinosaurios.
La incógnita de la duración limitada de la vida humana en comparación con otros seres vivos puede remontarse a la era de los dinosaurios.
Una investigación publicada recientemente por unos científicos de Francia y Suiza ha proporcionado una visión aterradora del futuro de nuestro planeta ante un posible efecto invernadero desbocado.
Los investigadores han descubierto un ecosistema muy singular en la región de la Puna de Atacama (Argentina y Chile), que podría revelar una pista sobre las primeras formas de vida en el planeta Tierra.
Tras muchos siglos de interrogantes, el mayor misterio sobre la construcción de estas colosales obras de ingeniería parece haberse resuelto.
Los científicos intentan estudiar y comprender el fenómeno de las luces telúricas con la esperanza de entender mejor su causa y su posible importancia para la predicción y alerta de terremotos.
La mirabilita es un mineral caprichoso y requiere una temperatura y humedad específicas para su conservación. Es difícil conservar la sustancia, porque en condiciones desfavorables los cristales pasan rápidamente a estado gaseoso.
En una expedición reciente, geofísicos a bordo del buque de investigación RV Investigator descubrieron una cadena de montes submarinos entre Tasmania y la Antártida que se extiende por 20000 km².
El alza sostenida y acelerada de la temperatura global, tanto del aire como del océano, está apurando el derretimiento de la criósfera. ¿Cuánto subiría el nivel del mar si se funde todo el hielo del planeta?
El fenómeno de El Niño seguirá alimentando la probabilidad de que 2024 sea el primer año en que la temperatura media global rompa el límite acordado en 2015 en Paris.
Las leyes de la física han sido quebrantadas (o parecen haber sido quebrantadas) por todo tipo de cosas, desde piedras de equilibrio hasta el piso de Seinfeld, y ahora también por espermatozoides humanos.
La gran mayoría de estos viajeros espaciales se encuentran en el cinturón de asteroides, a unos 400 millones de kilómetros del Sol.
Unos científicos del Reino Unido descubren que el aliento humano es una fuente sorprendente de emisiones de gases de efecto invernadero.