Unos astrónomos de Cambridge revelan las pruebas más sólidas descubiertas hasta ahora de vida fuera de la Tierra

Unos astrónomos han detectado indicios prometedores de vida extraterrestre en el exoplaneta K2-18. En nuestro planeta, las moléculas identificadas sólo las producen los organismos vivos.

Ilustración del planeta K2-18b.
El planeta K2-18b es 8,6 veces más masivo que la Tierra, 2,6 veces más grande y se encuentra a 124 años luz de nosotros, en la constelación de Leo. K2-18b se encuentra en la llamada zona habitable.

Un descubrimiento increíble está dejando a científicos y astrónomos en un estado de éxtasis. El pasado miércoles se publicó un estudio que presenta las señales más prometedoras jamás detectadas de una posible biofirma fuera del sistema solar.

En otras palabras, los científicos han descubierto los signos más fuertes de vida extraterrestre jamás obtenidos. El planeta está situado en la "zona habitable", una región alrededor de una estrella donde las condiciones son favorables para la existencia de agua líquida, esencial para la vida.

Utilizando datos del Telescopio Espacial James Webb (JWST), un equipo dirigido por la Universidad de Cambridge ha identificado huellas químicas de sulfuro de dimetilo (DMS) y/o disulfuro de dimetilo (DMDS) en la atmósfera del exoplaneta K2-18b, que orbita su estrella exactamente en la zona habitable, la misma posición que la Tierra en relación al Sol.

Espectro obtenido en el exoplaneta K2-18b utilizando el espectrógrafo MIRI del JWST.
Espectro obtenido del exoplaneta K2-18b mediante JWST MIRI sugiere la existencia de moléculas DMS y DMDS, indicios de vida oceánica extraterrestre (imagen: N. Madhusudhan et al.)

En la Tierra, el DMS y el DMDS son producidos exclusivamente por organismos vivos, especialmente microorganismos marinos como el fitoplancton. Si bien es posible que algún proceso químico aún desconocido esté detrás de la presencia de estas moléculas en el planeta K2-18b, los resultados representan la evidencia más sólida hasta ahora de la existencia de vida en otros planetas.

Los resultados aún necesitan confirmación

Las observaciones alcanzaron un nivel de significación estadística de tres sigma, es decir, solo hay un 0,3 % de posibilidades de que ocurrieran por casualidad. Incluso si son estadísticamente significativos, los descubrimientos extraordinarios requieren evidencia extraordinaria.

Por tanto, un descubrimiento científico requiere un nivel de cinco sigma (probabilidad menor del 0,00006 %), mucho más estricto que el obtenido en el estudio. Esto significa que los resultados aún no prueban la existencia de vida extraterrestre, y los propios científicos están siendo cuidadosos y tratan sus resultados con un buen grado de escepticismo.

Microorganismos marinos, fitoplancton.
Las moléculas de DMS y DMDS son producidas por microorganismos marinos como el fitoplancton.

Por ello, los autores del estudio advierten que, aunque estos compuestos se consideran biofirmas potenciales, todavía es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas. Es posible que en la formación de estos compuestos en el planeta intervengan procesos químicos no biológicos y aún no comprendidos.

Los científicos ahora esperan realizar más observaciones con el JWST (entre 16 y 24 horas adicionales) que podrían ayudar a confirmar los resultados y alcanzar el tan esperado nivel de cinco sigma para el descubrimiento.

Observaciones anteriores habían detectado metano y dióxido de carbono en la atmósfera del planeta, una posible indicación de que K2-18b es un mundo “Hycean”, otro nombre para los planetas cubiertos de océanos y rodeados por una atmósfera rica en hidrógeno, similar a la Tierra.

La nueva detección, realizada con un instrumento diferente (MIRI, que opera en el infrarrojo medio), refuerza esta hipótesis, sugiriendo además la presencia de DMS o DMDS en niveles miles de veces superiores a los de la Tierra.

Este momento en particular podría ser un punto de inflexión para nosotros. De repente, el universo cobró vida y finalmente la pregunta fundamental de si estamos solos o no comenzó a tener respuesta. Pero si esto es realmente cierto, sólo el futuro nos lo dirá.

Referencia de la noticia:

New Constraints on DMS and DMDS in the Atmosphere of K2-18b from JWST MIRI. The Astrophysical Journal Letters (2025). Nikku Madhusudhan et al.