Descubriendo a los gigantes: así es como nacen las estrellas más masivas del universo
Las estrellas masivas, aquellas que pesan entre 10 y 100 veces la masa de nuestro Sol, son los pesos pesados del universo, desempeñando un papel fundamental en la formación de las galaxias e influyendo en la evolución cósmica.

La formación de estrellas masivas ha sido durante mucho tiempo un tema de intriga y debate entre los astrónomos, y es algo que aún en la actualidad no está resuelto. Los recientes avances en técnicas de observación y modelado computacional han arrojado luz sobre los complejos procesos que dan origen a estos gigantes estelares.
El lugar de nacimiento: nubes moleculares densas
El viaje de una estrella masiva comienza en densas nubes moleculares con extensiones de cientos de años luz, que son vastas regiones llenas de gas y polvo. Bajo la influencia de la gravedad, estas nubes colapsan, dando lugar a la formación de protoestrellas. Una de las nubes gigantes más cercanas en la que podemos estudiar el interesante proceso de la formación de una estrella masiva es Monoceros R2
Sin embargo, a diferencia de sus contrapartes más pequeñas, las estrellas masivas enfrentan desafíos durante este proceso. La intensa radiación que emiten puede contrarrestar la atracción gravitatoria, lo que podría detener la acreción de material.
This dramatic infrared image shows Monoceros R2, a star-forming region about 2,700 light-years. It features young, massive stars lighting up reflection nebulae within a vast molecular cloud
— World and Science (@WorldAndScience) May 10, 2025
(Credit: ESO/J. Emerson/VISTA. Acknowledgment: Cambridge Astronomical Survey Unit) pic.twitter.com/xutgLl5Uf7
Diversos estudios han demostrado que, durante las primeras etapas de formación, la radiación de una protoestrella no detiene inmediatamente la acreción. En cambio, el gas circundante puede acumularse en densos filamentos, lo que permite que el material se dirija hacia la estrella. Este proceso permite que la estrella acumule masa durante períodos prolongados, incluso frente a las presiones de radiación externas.
El papel de la turbulencia
La turbulencia dentro de la nube molecular progenitora también desempeña un papel crucial. Estos movimientos caóticos pueden impedir que la nube se fragmente en numerosas estrellas más pequeñas, permitiendo así la formación de una única estrella masiva.
En algunos casos, las estrellas masivas pueden formarse mediante la fusión de protoestrellas más pequeñas. Este proceso, conocido como "coalescencia estelar", ocurre cuando las regiones densas dentro de una nube molecular unen múltiples protoestrellas.

La fusión resultante puede producir una sola estrella más masiva, aunque este escenario es menos común y depende de las condiciones específicas dentro de la nube. La formación de estrellas masivas es una compleja interacción de fuerzas gravitacionales, presiones de radiación, turbulencia y, ocasionalmente, fusiones estelares.
Si bien persisten los desafíos para comprender completamente este proceso, la investigación continua y los avances tecnológicos continúan proporcionando conocimientos más profundos sobre cómo se forman estos gigantes cósmicos. A medida que mejoran nuestras capacidades de observación, nos acercamos a desentrañar los misterios de la formación de estrellas masivas y su papel en el tapiz cósmico más amplio.