Unos paleontólogos descubren en Granada los restos más completos de mamuts y mastodontes del Plioceno europeo
Granada no solo guarda palacios y leyendas, también gigantes enterrados bajo su suelo. En Baza-1, los científicos han rescatado los huesos de mastodontes que caminaron cuando aún no existían los humanos. ¿Por qué son tan importantes?

Bajo el suelo de Granada, un equipo de científicos ha encontrado nuevas pistas sobre los gigantes que dominaron la Tierra hace millones de años. Los restos hallados en el yacimiento de Baza-1, mamuts y una especie extinta de mastodonte, lo convierten en el enclave más rico de Europa en este tipo de fósiles. ¿Qué nos revelan estos colosos sobre el pasado remoto del continente?
4,6 millones de años bajo tierra
La novena campaña de excavaciones ha sacado a la luz 240 nuevos registros fósiles, principalmente de Mammuthus y Anancus arvernensis, un género desaparecido de mastodontes con colmillos de hasta cuatro metros de longitud.
Esqueleto de Anancus arvernensis, mastodonte hallado en Las Higueruelas, expuesto en el @MuseoGeominero, y reconstrucción en el Museo Provincial Ciudad Real: pic.twitter.com/jO9HGGeLvF
— Roberto Sáez (@robertosaezm) April 28, 2020
El yacimiento, datado en el Plioceno inferior, esto es entre 4,5 y 4,6 millones de años, se ha convertido en un laboratorio natural que permite reconstruir el ecosistema de aquella época, cuando el clima templado y los grandes herbívoros dominaban el sur de Europa.
Preservar cada fósil
La investigación, financiada por el Ayuntamiento de Baza y respaldada por la Junta de Andalucía, ha sido dirigida por el paleontólogo Bienvenido Martínez, junto con Antoni Canals (IPHES, Universidad Rovira i Virgili, Tarragona) y Sergio Ros-Montoya (Universidad de Málaga).

El grupo ha trabajado en los niveles superiores de la Unidad Estratigráfica 5, ampliando cuidadosamente el corte de excavación. Esta labor minuciosa permite preservar la posición exacta de cada fósil y obtener un control geológico detallado de las capas de sedimento.
Mastodontes de todas las edades
Uno de los descubrimientos más notables ha sido el hallazgo de restos pertenecientes a al menos cuatro individuos distintos de Anancus arvernensis. Gracias a sus mandíbulas y dientes, los investigadores han podido estimar sus edades: un ejemplar habría alcanzado los 70 años, otro era un adulto joven, otro mostraba dientes sin desgaste, propios de un juvenil, y el cuarto, un bebé mastodonte, conserva incluso una pequeña muela de leche.
Entre los hallazgos más espectaculares destaca también un fragmento de defensa de mastodonte de más de un metro de longitud, perfectamente recto y en excelente estado de conservación.
Fósiles diversos
El yacimiento de Baza-1 no solo ha aportado fósiles de elefántidos. También se han identificado restos de al menos tres mamuts, además de rinocerontes, osos gigantes, antílopes, dos especies de caballitos de tres dedos e incluso los vestigios del que podría ser el último cocodrilo de Europa.

Esta diversidad convierte el enclave en un auténtico santuario paleontológico que ofrece una visión única del ecosistema europeo de hace millones de años, cuando los grandes mamíferos recorrían paisajes abiertos y húmedos.
El proyecto, que ya suma nueve campañas consecutivas, sitúa a la Cuenca de Baza como un referente internacional en el estudio del Plioceno europeo. Cada fósil extraído ayuda a comprender mejor la evolución, la distribución y la adaptación de las especies que precedieron a los grandes elefantes modernos.
Anancus arvernensis is an extinct elephant from the Late Miocene to early Pleistocene.
— Extinct Animals (@Extinct_AnimaIs) January 10, 2021
(Credit: Dougal Dixon) pic.twitter.com/iH7vnYK1AQ
En los próximos meses, el equipo analizará con más detalle la microfauna presente en los sedimentos y comparará los resultados con otros yacimientos del continente para trazar un mapa más completo de la evolución de los elefántidos.
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