Unos geólogos de la UPV descubren que la Península Ibérica está girando en el sentido de las agujas del reloj
Un nuevo estudio geológico de la UPV confirma que la península Ibérica no solo se desplaza, sino que rota lentamente. Un movimiento imperceptible para nosotros, pero clave para entender el futuro geológico de Europa y África.

Que la península Ibérica y el norte de África se estén acercando no es ninguna novedad para la geología, ya que este proceso lleva produciéndose desde hace cientos de miles de años como parte del movimiento global de las placas tectónicas.
No obstante, según los datos más recientes de una investigación realizada por unos geólogos de Universidad del País Vasco (UPV) indican que el terreno que hoy ocupan España y Portugal no solo se desplaza, sino que gira lentamente en sentido horario, es decir, en el mismo sentido que las agujas de un reloj.
Se trata de un movimiento extremadamente lento e imperceptible para el ser humano, medido en milímetros al año, pero perfectamente detectable gracias a las modernas técnicas de geodesia por satélite.
La colisión entre las placas tectónicas de África y Eurasia
La explicación de este fenómeno está en la dinámica entre dos grandes placas tectónicas: la euroasiática y la africana. “Las placas euroasiática y africana se acercan entre cuatro y 6 milímetros cada año”, explica Asier Madarieta, uno de los autores. Aunque esta velocidad parece insignificante, es suficiente para generar tensiones, deformaciones del terreno y actividad sísmica.
Mapa de distribución de placas tectónicas.
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Debido a la inexistencia de un límite claro en algunas áreas, y como novedad, se establecen amplias zonas como límite de placa, como es el caso del sur de la Península Ibérica https://t.co/yOggmKhbg5 pic.twitter.com/HLfT22bzDW
A diferencia de otros límites de placas bien definidos, como los que rodean el océano Atlántico, el contacto entre África y Eurasia en el sur de la Península Ibérica es difuso y complejo. En este caso concreto, no existe una única falla clara, sino una amplia zona de deformación donde la corteza se comprime, se pliega y se desplaza de manera desigual.
El papel clave del mar de Alborán y el Arco de Gibraltar
Uno de los puntos más importantes de este proceso se encuentra en el Mediterráneo occidental, especialmente bajo el mar de Alborán, frente a las costas de Almería. Allí, el límite entre las placas está marcado por un bloque cortical que se desplaza lentamente hacia el oeste.
Este movimiento refuerza el llamado Arco de Gibraltar, una gran estructura geológica que conecta la Cordillera Bética, en el sur de la España peninsular, con la Cordillera del Rif, en Marruecos. Este arco actúa como una especie de bisagra tectónica, canalizando parte de la deformación provocada por la colisión continental.
El acercamiento entre placas no es frontal, sino oblicuo, lo que explica por qué el sur de la península Ibérica experimenta una rotación progresiva en sentido horario.
Dos comportamientos distintos a cada lado del Estrecho
Los estudios geodinámicos muestran un comportamiento diferente a ambos lados del Estrecho de Gibraltar. Al este del Estrecho, el Arco de Gibraltar absorbe gran parte de la deformación, evitando que las tensiones se transmitan directamente al interior de la península.
GIRO IBÉRICO
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La península ibérica, un bloque aparentemente estático anclado al suroeste de Europa, está inmersa en un movimiento de rotación constante y extremadamente lento
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Sin embargo, al oeste del Estrecho, la situación cambia. Allí se produce una colisión más directa entre África y Eurasia, lo que podría estar empujando a la península desde el suroeste, favoreciendo su giro. Es este empuje el que ayuda a explicar por qué la rotación afecta no solo al sur de España, sino también a Portugal.
¿Qué ocurrirá en el futuro?
Las consecuencias de este movimiento no serán visibles a corto plazo, pero a escala geológica, los efectos pueden ser enormes. En millones de años, el Mediterráneo occidental podría volver a cerrarse, como ya ocurrió en el pasado, y África y Europa quedarían unidas por el oeste.
En ese escenario, el sur de la península Ibérica podría acabar fusionado con el norte de África o incluso orientado de forma muy distinta a la actual. No es una hipótesis inmediata, pero sí una evolución coherente con la dinámica de placas observada en la actualidad por los geólogos.
Referencia de la noticia:
Asier Madarieta-Txurruka, Juan F. Prieto, Joaquín Escayo, Federico Pietrolungo, José A. Peláez, Jesús Galindo-Zaldívar, Jesús Henares, Federica Sparacino, Gemma Ercilla, José Fernández, Mimmo Palano, New insights on active geodynamics of Iberia and Northwestern Africa from seismic stress and geodetic strain-rate fields, Gondwana Research, Volume 149, 2026, Pages 314-336, ISSN 1342-937X, https://doi.org/10.1016/j.gr.2025.08.020.
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