Descubren el árbol más alto de la selva amazónica, ¡mide casi 90 metros!

Te invitamos a conocer esta hazaña que, acompañada de valentía y perseverancia, nos entrega más conocimiento sobre la magia que habita en este rincón de nuestro planeta. Aquí te contamos los detalles.

Angelim Vermelho, Dinizia Excelsa Ducke.
Esta expedición ha sido una proeza que nos otorga una visión más amplia de lo que habita en el Amazonas, desde hace siglos. Fuente: ONG Imazon.

Esta es una aventura de aquellas que podemos ver en películas. Sólo la valentía de adentrarse en el Amazonas puede otorgar este espectacular descubrimiento. Y, claro está que, bajo las condiciones impredecibles de este lugar de nuestro planeta, la planificación puede verse interrumpida en cualquier momento.

Esta maravilla natural mide más de 88 metros de alto, y casi 10 metros de diámetro. En definitiva, es el árbol más grande jamás visto en el Amazonas, asegura el equipo científico.

El reciente estudio publicado en Phys.org señala que, después de cinco expediciones, tres años de planificación y ¡dos semanas caminando la densa jungla! el equipo científico llegó al árbol más alto jamás descubierto en la selva amazónica. Si tuviéramos que dimensionar este hallazgo, hay que imaginar que estamos frente a un edificio de veinticinco pisos de altura.

Angelim Vermelho, Dinizia Excelsa Ducke.
Si pudiéramos volar sobre esta región de Brasil, veríamos la gran copa del colosal árbol sobresaliendo desde la selva amazónica. Fuente: Phys.org.

La copa de este árbol gigante sobresale en la Reserva Natural del Río Iratapuru, ubicado en el norte de Brasil. Ha sido identificado como un Angelim Vermelho, cuyo nombre científico es Dinizia excelsa Ducke. Es necesario mencionar que el equipo de investigación identificó este enorme árbol a través de imágenes satelitales en el año 2019, siendo parte del trabajo que realizaban para el mapeo 3D.

Conozcamos la aventura

Durante el año 2019, se organizó una expedición que contó con la participación de un equipo académico, ambientalistas y guías de la zona. Sin embargo, después de diez días caminando, quedaron con pocos suministros y una persona se enfermó. Debido a ello, se vieron obligados a regresar.

Estás en medio de este bosque, donde la humanidad nunca antes ha caminado, con una Naturaleza absolutamente exuberante, señala Diego Armando Silva, miembro del equipo de investigación, a AFP.

Sumergidos en tres expediciones más a la misteriosa región del Valle de Jari, situado en la reserva, fueron sorprendidos por otros árboles de altura considerable. Entre ellos, el árbol de nuez de Brasil, el más alto registrado en el Amazonas, con sesenta y seis metros de alto.

Persona abrazando un árbol, corazón de papel, bosque al fondo.
Este tipo de hallazgos revelan la importancia de la protección de los ecosistemas. Más aún, ante la eventual invasión de empresas madereras y minas ilegales de oro a esta región de Brasil.

La espera continuó, al igual que las caminatas. Sin embargo, no fue hasta la expedición realizada entre el 12 y 25 de septiembre, cuando viajaron en barco río arriba por doscientos cincuenta kilómetros, cuando pudieron encontrar al escurridizo Angelim Vermelho. Antes, tuvieron que caminar veinte kilómetros cruzando un terreno selvático montañoso para conocer al anhelado árbol gigante.

Alrededor de la mitad del peso de los árboles gigantes de la región, es carbono absorbido de la atmósfera. Acción fundamental de la Naturaleza para frenar el cambio climático, señala Silva.

Para descansar, las carpas fueron instaladas bajo el enorme árbol. Esta decisión permitió recolectar hojas y muestras de suelo para analizar, principalmente, la edad del árbol. Silva estima que podríamos estar hablando de un ejemplar que lleva en este planeta entre cuatrocientos y seiscientos años. También, quieren estudiar por qué esta región cuenta con tantos árboles gigantes y cuánto carbono son capaces de almacenar.

A pesar de su lejanía ¡están bajo amenaza!

Desafortunadamente, la madera de Angelim Vermelho es muy apreciada por las empresas madereras. Además, la reserva de Iratapuru está siendo fuertemente invadida por mineros de oro ilegales. Esto genera una destrucción ecológica irreparable para nuestros tiempos.

¿Y cómo no? Actualmente, la Amazonía se enfrenta a niveles de deforestación que llegan a ser aterradores ¡Lee bien! En los últimos tres años, la deforestación anual promedio en el Amazonas de Brasi se ha visto incrementada en un setenta y cinco por ciento, con respecto a la década anterior.