¿Qué alimentos ayudan a reducir el estrés y la ansiedad?

Las cifras hablan por sí mismas: más de dos millones de españoles toman ansiolíticos a diario, cifra que se disparó tras la pandemia. En este artículo queremos contarte cómo combatir la ansiedad de una forma más natural.

Nutrición
El estrés diario puede afectar gravemente a tu salud física y emocional, por lo que deberíamos incorporar ciertos alimentos que nos ayudarán a rebajar los niveles de ansiedad.

Es inevitable sufrir algún cuadro de estrés o ansiedad con el ritmo de vida que llevamos en la actualidad. El covid no sólo no ayudó, sino que incrementó el problema, hasta llegar a colocar a España a la cabeza de países que más ansiolíticos toma.

Según el último informe del Plan Nacional sobre Drogas, el 23,5% de los españoles consumen ansiolíticos, y el 7% los toman todos los días.

Los alimentos que pueden ser tus aliados contra la ansiedad

Es por eso que hoy queremos hablar de un complemento para los fármacos, algo mucho más natural como son los alimentos que tenemos al alcance de nuestra mano día a día. Esto no puede sustituir la ayuda de los expertos, de hecho, siempre debes recurrir a ellos ante cualquier duda.

El triptófano que contienen las legumbres, un gran aliado contra el estrés

Empezamos con las legumbres, altamente recomendables ya que contienen triptófano, sustancia que contribuye al aumento de la serotonina y, por tanto, afecta muy positivamente en el estado de ánimo.

Cualquier legumbre es buena, pero si hilamos fino, el garbanzo actúa como antidepresivo natural ya que contiene sales de litio, y además ayuda a frenar la irritabilidad.

Además de múltiples propiedades, el ajo es un gran antidepresivo

Aunque quizá no nos guste el sabor que nos deja en la boca, el ajo, además de ser bueno para el corazón, es un alimento rico en compuestos de azufre que ayuda a aumentar los niveles de glutatión, el principal antioxidante de las células.

Para aprovechar todas sus propiedades, lo ideal sería comerlo en crudo, por ejemplo untado en pan o en salsas.

Tomar cúrcuma mezclada con especies ayuda al cerebro

Otro gran aliado contra la ansiedad es sin duda la cúrcuma, que contiene curcumina. Se trata un ingrediente activo que puede reducir la ansiedad ya que actúa sobre la salud del cerebro, y en particular sobre el estrés oxidativo, un ataque a las células por radicales libres.

Curcumina
Las personas con ansiedad tienen niveles bajos de antioxidantes en la sangre, y la curcumina aumenta estos niveles.

Los expertos recomiendan consumirla con alimentos que contienen fosfolípidos, como, por ejemplo, los huevos o los frutos secos, e incluso usando curry en nuestros platos.

El té verde tampoco puede faltar en tu dieta antiestrés

Últimamente se habla mucho de él, pero el té verde, y especialmente el polvo de matcha es rico en L-teanina, un aminoácido no proteico con potentes propiedades de alivio del estrés.

Concretamente el matcha es la mejor fuente de este aminoácido que otros tipos de té verde, ya que está hecho de hojas de té verde cultivadas a la sombra, lo que incrementa el contenido de ciertos compuestos.

La almendra ayuda a equilibrar el sistema nervioso

Tomados con medida, los frutos secos son buenos para prácticamente todo, pero nada como las semillas de girasol, ricas en nutrientes para reducir el estrés, como el magnesio, selenio, zinc, cobre y vitaminas B.

Eso sin olvidar las almendras, que además de aportar aceites saludables y lípidos, contienen vitaminas del grupo B como el B9 o el ácido fólico.

Los frutos rojos pueden aliviar la irritabilidad

Otro grupo importante de alimentos que se recomienda consumir de manera habitual son los frutos rojos, especialmente los arándanos, ya que ayudan a disminuir los efectos causados por el estrés y la producción de radicales libres.

Arándanos
La ingesta de arándanos puede ayudar a reducir la inflamación y proteger contra el daño celular relacionado con el estrés.

En definitiva, una buena dieta antiestrés debe incluir, sobre todo, tres tipologías de alimentos: los que contengan grasas saludables (como el aguacate o el pescado azul), polifenoles (presentes en la piel de los frutos rojos o uvas) y alimentos con alto contenido en Omega 3, como la remolacha o la cúrcuma.