¿Qué nombres tendrán los huracanes de 2021? ¿Cuántos habrá?

Pese a que aún faltan unos meses para la temporada de huracanes en el Atlántico, nunca viene mal saber un poco más de ellos. Este año la temporada se podría adelantar, apareciendo quizás muy pronto 'Ana' o 'Elsa'. ¿Cómo está influyendo el calentamiento global?

Huracán Florence
Imagen del huracán Florence desde las cámaras de la Estación Espacial. Año 2018.

Aún quedan 3 meses para que comience la temporada de huracanes en el Atlántico, pero poco a poco vamos teniendo las primeras previsiones para este año 2021. Se trata de ese período del año en que las tormentas torpicales generalmente se forman en el océano Atlántico. ¿Quién elige sus nombres y cuál será la tendencia?

Los nombres de los huracanes ya se saben

En el Atlántico norte, cuando los ciclones cumplen una serie de requisitos, como que el viento alcance al menos los 120 km/h, pasan a llamarse huracanes, aunque hay unas etapas previas en las que también responden a los nombres de depresiones o tormentas tropicales (o subtropicales). La zona atlántica presentó en 2020 una temporada hiperactiva que se alargó hasta el 30 de noviembre, formando ciclones en aguas tropicales -y algunos más allá- a un ritmo de récord. El total fue de 30 tormentas tropicales con nombre y, entre ellas, 13 llegaron a a alcanzar fuerza de huracán.

Al principio la asignación de nombres era arbitraria. Muchos huracanes, por ejemplo, eran nombrados con el santo de ese día. A mediados de la década de 1900, pasaron a utilizarse solo nombres en femenino, una práctica que se convirtió en oficial allá por el año 1953, cuando tomó las riendas el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos. Años más tarde, en 1979, volvieron a introducirse los nombres en masculino gracias a la perseverancia de Roxcy Boston, una feminista que movilizó campañas en contra de esta práctica.

En la actualidad, existen 6 listas de nombres que van rotando y repitiéndose cada 6 años bajo la tutela de la Organización Meteorológica Mundial. Eso sí, los nombres que quedan marcados por las catástrofes son retirados y sustituidos por otros. Aquí tenemos los de 2021:

  1. Ana
  2. Bill
  3. Claudette
  4. Danny
  5. Elsa
  6. Fred
  7. Grace
  8. Henri
  9. Ida
  10. Julian
  11. Kate
  12. Larry
  13. Mindy
  14. Nicholas
  15. Odette
  16. Peter
  17. Rose
  18. Sam
  19. Teresa
  20. Víctor
  21. Wanda

¿Qué se espera para el 2021?

Según el NHC, no será hasta mayo cuando se comiencen a emitir las primeras predicciones oficiales. Ahora están considerando adelantar la fecha oficial de inicio de la temporada de huracanes, ya que en los últimos 6 años se ha llegado a formar más de un ciclón tropical nombrado antes del 1 de junio. Al final, parece que no lo harán.

Aunque no es posible realizar una predicción y 'dar en el clavo' con el número de tormentas tropicales, según la Universidad Estatal de Colorado la temporada 2021 será más activa de lo normal. Se espera que la temperatura del agua del mar sea más elevada de lo habitual y que esta anomalía positiva ayude a la formación de huracanes. Además, los últimos coletazos de La Niña podrían favorecer condiciones atmosféricas óptimas para su gestación en el Atlántico norte.

Huracanes y cambio climático, ¿cuál es la tendencia?

La comunidad científica continúa estudiando cómo afecta el calentamiento global al aumento de los huracanes y tormentas tropicales. Los huracanes no dependen en absoluto del actual cambio climático, pero este sí que afecta en su frecuencia e intensidad. Las aguas oceánicas están sufriendo un incremento de la temperatura, de manera que los huracanes muestran una mayor pluviosidad, son más virulentos y algunos de ellos muestran un movimiento lento, como lo hizo Dorian en el 2019.

Un estudio publicado el pasado mes de noviembre en la revista Nature muestra que en la década de los sesenta, cuando un huracán en el Caribe tocaba tierra firme perdía aproximadamente el 75 % de su intensidad en tan solo 24 horas. En la actualidad, después de un día en tierra, los huracanes solo pierden el 50 % de su fuerza. A medida que el mundo continúe calentándose, el poder destructivo de los huracanes se extenderá progresivamente hacia el interior continental.