Las nocheviejas y los días de Año Nuevo con tiempo extremo en España

La climatología histórica nos regala datos muy interesantes que han tenido lugar en Nochevieja y Año Nuevo en nuestro país. La mayoría de ellos están relacionados con el frío y el invierno, pero hay un par relacionados con el calor... y precisamente se han producido en este siglo XXI.

Nevada en Barcelona
La nevada más fuerte en la capital catalana fue el 25 de diciembre del 1962: un manto blanco que perduró aquella Nochevieja y Año Nuevo.

La transición del 2022 al 2023 vendrá marcada por un tiempo estable y suave en España, sin ningún fenómeno meteorológico adverso ni episodios complicados atmosféricamente hablando. Al revés: habrá temperaturas entre 5 y 10 grados superiores a las habituales para la época del año. En general, la Nochevieja y Año Nuevo han venido marcados por un tiempo más bien tranquilo en España, pero os queremos recopilar algunas efemérides de extremos, que no cumplen con esa regla.

Nochevieja

  • 1799: Frío gélido en el Pla de Lleida. Las navidades de ese año fueron especialmente muy frías en el interior de Cataluña. Según un informe del "Centre de Recerques del Pla d'Urgell Mascançà", hizo tanto frío que se congelaron literalmente las canadillas del interior de la iglesia en Mollerussa, la capital del Pla d'Urgell.
  • 1887: Fue una Nochevieja con frío extremo en Aragón. En Zaragoza-Escolapios marcaron una mínima de -14,9 ºC. Esa ola de aire frío vino acompañada de precipitaciones. Algunas fuentes históricas reportan nevadas en puntos del Cantábrico como Bilbao o Santander. Las temperaturas mínimas se desplomaron hasta los -7 ºC en puntos costeros de Euskadi.
  • 1979. Viento huracanado en la Serra d'Alfàbia (Mallorca).
  • 1962. Paisaje blanco y gélido en el litoral y prelitoral catalán. Fue una Nochevieja con un manto de nieve muy significativo después de los 80 centímetros caídos durante aquella Navidad en Barcelona, Maresme y Vallès Oriental.
  • 2002. Mucha suavidad en el sureste. 24,4ºC de máxima en Almería aeropuerto. Situación marcada por altas presiones consolidadas en el sur de la península Ibérica con una vaguada cruzado el área pirenaica, de tal modo que en superficie había vientos del noroeste que recalentaron la masa de aire a sotavento de las Béticas. Además, en altura había una dorsal cálida y bastante estacionaria, afectando también las islas Canarias, Ceuta y Melilla.
  • 2013. Termina el año más lluvioso en Euskadi. En Elduaien (Gipuzkoa), con 2.782,2 l/m2, en Bilbao con 1.650,2 l/m2 y en Vitoria con 1.237,4 l/m2.

Año Nuevo

  • 1597. Riada del Guadalquivir en Sevilla.
  • 1694. Nevada en Sevilla.
  • 1833. Inundaciones en Carcaixent (Valencia)
  • 1918: Temperatura mínima absoluta en Zaragoza, con -15,2ºC
  • 1954. Invasión de aire siberiano, con nevadas en Mallorca y Menorca.
  • 2022. 22,1ºC de máxima en el Observatori Fabra. Se trata de la temperatura máxima más alta registrada en más de 100 años de datos en este punto de la capital catalana. Un anticiclón cálido acompañado de un colchón de aire extremadamente caliente en capas bajas troposféricas, con unos 20 ºC a 900 metros de altitud. Se trata de una masa de aire habitual para mayo o junio.
  • 2022. Niebla extremadamente densa en el litoral catalán. Esta situación de bloqueo anticiclónico con un colchón cálido en capas bajas propició la formación de nieblas de advección excepcionalmente densas por debajo de los 400 metros de altitud.

Aparte de estas efemérides meteorológicas, hay acontecimientos "institucionales" y avances científicos remarcables en Año Nuevo dentro del mundo de la meteorología, como la Inauguración del Observatorio de Izaña en Tenerife, el 1 de enero de 1916, o la aplicación del concepto "milibar" en el boletín diario de la actual AEMET, el 1 de enero de 1919.

Nochevieja y Año Nuevo 2023: ¿tendrán efemérides?

Podrían tener efemérides relacionadas con el calor y la suavidad que viviremos. Nada que ver con el repaso de datos e indicadores históricos que nos hacen sentir frío, con la salvedad de Almería en 2002 y de Barcelona el 2021.

Nos afectará una dorsal anticiclónica bastante cálida en el Mediterráneo y Baleares, con un flujo muy evidente de viento de sur que probablemente recalentará bastante la vertiente norte pirenaica y el sur de Francia.

Así pues, podría caer algun récord de temperatura mínima alta en el Cantábrico, valles pirenaicos orientados a norte y puntos del mediterráneo. En la cornisa cantábrica debido al flujo recalentado del sur, y en Baleares debido a la dorsal cálida en capas medias. En Galicia soplará mucho el viento, con rachas de 80 o 90 km/h. También podrá ser una efeméride destacada.