Dos nuevos estudios constatan que los espacios verdes en las ciudades salvan muchas vidas

En un contexto de cambio climático global, los episodios de calor extremo se están volviendo más intensos y agresivos, por eso hay una creciente preocupación sobre cómo luchar contra ellos. Parece que la solución siempre la hemos tenido delante.

Espacios verdes
Los espacios verdes, desde arbustos hasta grandes avenidas arboladas, pueden mejorar la comodidad térmica de los peatones.

El diseño actual de las ciudades no favorece la presencia de los ecosistemas naturales. Sin embargo, la vegetación proporciona diferentes beneficios para el entorno urbano y sus habitantes, ¿de qué manera? A parte de aprovisionamiento de hábitats pueden ayudar a reducir la mortalidad en un contexto de cambio climático.

¿Cómo nos ayuda la vegetación?

Cada vez son más los estudios que han demostrado cómo el cambio del paisaje urbano a verde en una ciudad ha mejorado la capacidad de hacer frente al calor extremo y de evitar la mortalidad. De hecho, recientemente han aparecido dos investigaciones, llevados a cabo por un mismo grupo de investigadores de China, Sudáfrica y Reino Unido, que demuestran que los árboles en los espacios verdes pueden aliviar los impactos negativos del calor asfixiante en la salud humana.

Durante los años de investigación, eligieron Hong Kong como escenario referente debido a sus intensas olas de calor y episodios húmedos, y realizaron un seguimiento calle por calle con la vista panorámica del Google Street View para no perderse ningún detalle. Observaron que hay un riesgo de mayor mortalidad en edificios densamente construidos y cuando la temperatura de la superficie de la tierra es más alta a la noche.

" Se necesitan estrategias de mitigación del calor e intervenciones sanitarias, en particular con respecto a zonas verdes accesibles y visibles, para ayudar a los grupos de subpoblación sensibles al calor a afrontar el calor extremo", concluye uno de los estudios publicado en septiembre.

Las áreas de una alta densidad de edificios son más calientes a medida que las estructuras de hormigón absorben más energía solar y bloquean el paso del aire, de ahí el famoso concepto de “isla de calor”. Es por ello que, es muy probable que los edificios no lleguen a refrescarse por la noche y mantengan las temperaturas más altas durante más tiempo.

La vegetación, por su parte, tiende a liberar más vapor de agua a medida que aumentan las temperaturas circundantes. Todo esto conlleva un mejor efecto de enfriamiento del aire que lo rodea, según el autor de ambos estudios, el Doctor Jinglu Song. Como bien sabemos, los espacios verdes, desde parques hasta árboles sueltos, pueden mejorar la sensación térmica de un peatón en los climas más cálidos.

¿A qué tipo de sociedad afecta más?

Los adultos mayores de 65 años y los varones tienen más probabilidades de verse afectados por problemas de salud relacionados con el calor. En el caso de los hombres, son menos tolerantes a las altas temperaturas que las mujeres y prefieren encender el ventilador, aire acondicionado o ducharse.

" Se ha descubierto que las personas que viven en zonas más verdes experimentaron niveles más bajos de mortalidad durante o inmediatamente después de las olas de calor. Por el contrario, una mayor densidad de edificios y una mayor temperatura de la superficie terrestre durante la noche se asociaron con un mayor riesgo de mortalidad", dirime la segunda investigación.

Luego, Según el doctor Song, para las personas mayores de 65 años tienen otra teoría. Estas están acostumbradas, en su gran mayoría, a estar dentro de casa o en los espacios verdes de las áreas residenciales, por lo que son más susceptibles al paisaje urbano circundante.

Un llamamiento a la sociedad

Los resultados de la investigación proporcionan una evidencia científica para que los responsables políticos y los diseñadores urbanos fomenten e implementen estrategias para mejorar los problemas de salud relacionados con los episodios de calor extremo.