Junio ya triplica los fallecimientos por altas temperaturas en España de este mismo mes en 2024
Todo apunta a que este año el país superará las más de 8300 muertes atribuidas al calor en 2023, que en toda Europa acabó con la vida de 47.000 personas, especialmente entre los colectivos más vulnerables y que deben protegerse.

Las altas temperaturas de junio de 2025 ha causado un preocupante aumento de fallecimientos en España. Según los últimos datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), elaborado por el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del Instituto de Salud Carlos III, la mortalidad atribuida al calor asciende a 94 casos solo entre el 1 y el 21 de junio.
Este dato triplica las cifras registradas durante el mismo periodo en 2024, cuando el seguimiento de MoMo reportó 32 fallecimientos ligados al calor.
El junio más caluroso registrado en España
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) asegura que junio de 2025 va camino de convertirse en el más caluroso registrado en España, con temperaturas que vienen superando los 40º C en algunos puntos del sur peninsular.
Casi todos los días del mes han estado sujetos a avisos sanitarios por calor, salvo tres. Jornadas de calor extremo que incrementan notablemente la mortalidad.
En 2022 hubo una ola de calor a mitad de junio, pero luego descendieron las temperaturas a valores normales o incluso algo frescos. Adjuntamos gráfico comparando junio de 2022 con el actual. Este año lo más característico está siendo la persistencia. https://t.co/2K8W8kWKgR pic.twitter.com/tzLv8FK1dw
— AEMET Comunitat Valenciana (@AEMET_CValencia) June 23, 2025
De hecho, según el Plan Calor 2025 del Ministerio de Sanidad, cada episodio prolongado (tres o más días) se asocia de media a tres muertes adicionales al día, con un efecto que puede perdurar hasta tres días después.
¿Preludio de una gran ola de calor?
Las olas de calor son cada vez más frecuentes, intensas y mortales debido al actual cambio climático. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el riesgo de mortalidad por calor se multiplica especialmente en áreas urbanas densas y países con infraestructuras insuficientes.
El calor ya no es solo una molestia veraniega: es un riesgo serio para la salud que agrava enfermedades, multiplica desigualdades y causa más de 2.000 muertes al año.
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) June 5, 2025
Lanzamos el Plan de Calor para proteger a quienes más lo sufren. Recibe las alertas en https://t.co/ezJB7Dc07e pic.twitter.com/tegeZuU1FO
Decenas de miles de muertes, con impactos devastadores especialmente en regiones donde el calor extremo coincide con escasa infraestructura de adaptación, pobreza energética o envejecimiento poblacional. Estas son las olas de calor más letales registradas:
Europa (2003): Más de 70.000 muertes
Los países más afectados fueron Francia, Italia, España, Alemania y Portugal. Se estima que aquel verano se produjeron en toda Europa se entre 50.000 y 70.000 muertes asociadas a las elevadas temperaturas.
Francia fue el país más afectado, con alrededor de 15.000 muertes solo entre el 1 y el 15 agosto, una sobremortalidad del 55%. Entre las causas se encontraron las infraestructuras no preparadas, hogares sin aire acondicionado y la falta de respuesta pública inicial.
Rusia (2010): Alrededor de 55.000 muertes
Una ola de calor excepcional y prolongada (duró 55 días) afectó a Moscú y a otras regiones de la Rusia occidental en 2010, lo que redujo la esperanza de vida temporalmente en varios puntos del país.
Para sorpresa de la comunidad científica, allí se registraron temperaturas que rondaron los 40 °C, mientras que en Berlín, París, Viena o Varsovia oscilaban entre 18º y 25º C.

El entonces presidente ruso, Dmitri Medvédev, llegó a declarar el estado de emergencia en siete regiones a causa de los terribles incendios forestales que se desataron. En otras 28 también se decretó debido a las malas cosechas causadas por una dramática sequía.
India y Pakistán (2015): Más de 4.500 muertes
Aquel verano en ciudades indias como Andhra Pradesh y Telangana se registraron temperaturas de hasta 48 °C, que produjeron más de 2.500 muertes.
El ejército tuvo que ser desplegado para establecer centros de atención a pacientes con golpes de calor.
Lo mismo sucedió en Pakistán, donde se registraron más de 2.000 muertes asociadas al calor extremo, principalmente en Karachi, la ciudad más poblada del país. Los cortes de electricidad, la falta de agua y la saturación de los hospitales actuaron como factores agravantes.
América del Norte (2021): Alrededor de 600 muertes
El norte de California, Idaho, el oeste de Nevada, Oregón y el estado de Washington en los Estados Unidos, así como gran parte de Canadá se vieron azotados por una ola de calor sin precedentes.

En la Columbia Británica las temperaturas alcanzaron hasta los 49,6 °C en el pueblo de Lytton, que fue destruido por un incendio poco después.
Muchas de las víctimas fueron ancianos que vivían solos sin ventilación adecuada.
Europa Occidental (2022): Más de 61.000 muertes
Las temperaturas récord y persistentes en Francia, España, Portugal e Italia provocaron una mortalidad comparable o incluso superior a la de 2003, según desvelaron algunos estudios.
Solo en España se produjeron 4.700 muertes atribuidas al calor en 2022, según MoMo. Aquel mes de junio, como este, también se registraron temperaturas por encima de la cota de los 40 °C.
Las altas temperaturas en las escuelas dispararon los mareos y desmayos entre los niños. Fue el inicio de un movimiento en el que familias, profesores y expertos solicitaron un plan para acondicionar los centros a las olas de calor venideras.
Plan Calor 2025: refuerzo de medidas
El Ministerio de Sanidad activó a principios de mes el Plan Calor 2025, que estará vigente hasta el 30 de septiembre. Este incluye 182 zonas “meteosalud” con niveles de aviso por calor calibrados localmente, que tienen en cuenta factores de vulnerabilidad individual —edad, enfermedades, condiciones laborales o socioeconómicas— para orientar mejor las medidas de prevención.
La sinergia entre el calor extremo, el incremento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor, así como los riesgos asociados a hogares sin climatización adecuada, subrayan la urgencia de adoptar medidas preventivas urgentes.
Por eso, el Plan Calor 2025 pretende lanzar un mensaje claro: estos meses suponen un riesgo agudo para la salud que exige movilización colectiva, especial atención a los más vulnerables y adaptación de espacios y rutinas.
De la misma manera, las autoridades sanitarias inciden en la urgencia de informar a los colectivos más frágiles: mayores de 65 años, niños pequeños, embarazadas, personas con patologías o trabajadores expuestos al sol.