¿Hace bien la AEMET poniendo nombre a las danas en España? La reflexión de Andrea Danta

Hace unas horas se ha hecho pública la nueva iniciativa de nombrar a las danas igual que a las borrascas. Una medida que genera cierta controversia. ¿Es beneficiosa o no? Aquí lo reflexionamos.

Una DANA es capaz de generar impactos graves en la población y en las infraestructuras..

Desde el año 2017, la Agencia Estatal de Meteorología forma parte del programa de nombramiento de borrascas de gran impacto en el seno de EUMETNET, organización para la cooperación de los servicios meteorológicos europeos.

Los servicios meteorológicos oficiales de los países europeos se agrupan en función de la geografía, dando lugar a 5 grupos: Grupo Suroeste (al que pertenece la AEMET), Grupo Noroeste, Grupo del Norte y Centro de Europa, Grupo de Europa del Este y Grupo del Mediterráneo Oriental.

En la jornada de hoy, el Grupo Suroeste ha hecho pública su nueva decisión: pondrá nombres a las depresiones aisladas en niveles altos de la troposfera (comúnmente conocido como danas). Este tipo de sistema es conocido por su capacidad de generar impactos significativos tanto en los bienes como en la población.

Un nombre como signo de alerta ante borrascas, y ahora danas

Esta iniciativa que nació en la Universidad de Berlín en 1954 ha evolucionado hasta convertirse en una práctica común en Europa para facilitar la comunicación, la gestión de riesgos asociados a estos fenómenos así como generar una alerta ante los impactos que pueda generar.

La DANA de Valencia fue una catástrofe pero no se debe asociar siempre estos términos.

La finalidad de utilizar esta práctica también para las danas es, además de mejorar la comunicación hacia la ciudadanía, favorecer la preparación y respuesta de las administraciones ante episodios meteorológicos adversos, así como la elaboración de estudios a posteriori. Y también, evitar confusiones y reforzar la coherencia del mensaje oficial, tal y como ha indicado la AEMET en su comunicado.

¿Cuál es la diferencia entre una DANA y una borrasca? Una DANA es una bolsa de aire frío en altura que causa tormentas intensas y localizadas, mientras que la borrasca es una baja presión en superficie que genera lluvias más amplias y vientos fuertes. Ambas provocan inestabilidad, pero la DANA es más puntual e irregular, y la borrasca más extensa y organizada.

Las danas son fenómenos más complejos de predecir, en parte porque suceden en niveles elevados de la atmósfera, a veces están “aisladas” del flujo principal y no siempre dejan señales claras en superficie, lo que complica anticipar su intensidad y área de impacto.

Además, se trata de un fenómeno que puede presentar una intensidad muy localizada, causando impactos significativos en determinadas zonas mientras que áreas cercanas apenas se ven afectadas.

Se asocian con catástrofes

A día de hoy este término nos lleva a pensar en la catástrofe que ocurrió en la provincia de Valencia hace casi 1 año, que genera miedo y pánico en gran parte de la ciudadanía al escucharlo.

Pero lo cierto es que este fenómeno puede ocurrir de forma muy recurrente en nuestro país y no siempre genera precipitaciones tan sumamente intensas, ni daños de ese calibre.

Con esta iniciativa, se podrá diferenciar una DANA 'común' que traiga consigo fenómenos que no sean tan adversos, de aquella que sean potencialmente capaces de generar gran adversidad en este caso, llevará un nombre de persona.

¿Una iniciativa beneficiosa o no?

La meteorología desempeña un papel fundamental en nuestra vida cotidiana, no solo nos ayuda a decidir cómo vestir, qué ruta tomar o qué plan realizar, sino que es esencial para prevenir y gestionar fenómenos adversos que puedan poner en riesgo la integridad física de las personas y la seguridad de sus bienes.

Con la finalidad de llevar a cabo de forma correcta este nuevo plan de comunicación, es importante dejar claros cuáles son los criterios que ha de cumplir este fenómeno para considerarlo de gran impacto. A pesar de que, como se ha indicado previamente, es más difícil anticipar su impacto que con una borrasca.

No se deberán subestimar otros fenómenos sin nombre
Las precipitaciones cuyo origen sea diferente a los previamente nombrados, como podrían ser las causadas por una vaguada o un frente, y que no llevarán nombre de persona, no deben ser infravaloradas. También pueden generar impactos, e incluso inundaciones súbitas, en función de su intensidad y lugar en el que se produzcan.

Esta medida, como cualquier otra, genera controversia sobre si es beneficiosa o no. Tiene grandes ventajas, como la mejora de la comunicación entre medios, autoridades y ciudadanía, favoreciendo una mayor coherencia en los mensajes emitidos por los servicios meteorológicos y de emergencia.

Pero por el contrario, puede generar confusión si se abusa de ella, ya que puede perder la credibilidad y podría hacer que la población deje de tomarlas en serio. Las danas son fenómenos muy localizados y a veces impredecibles. Nombrarlas antes de confirmar su intensidad puede generar alarmismo innecesario.

En general, el beneficio supera al riesgo, siempre y cuando se aplique de forma selectiva y con criterios claros. Un nombre ayuda a alertar, educar, coordinar y proteger, especialmente cuando se trata de fenómenos que pueden causar daños graves de manera localizada.

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