Este es el único pueblo de España que no cambiará la hora este sábado

La madrugada del último domingo de marzo, España dará la bienvenida, nuevamente, al horario de verano. Esa noche dormiremos una hora menos (a las 2:00 h serán las 3:00h en la península) y, a cambio, los días se verán alargados y disfrutaremos de más horas de sol.

Este ajuste horario tiene como objetivo aprovechar mejor la luz natural y, en consecuencia, reducir el consumo de energía eléctrica. En realidad, según la propia Red Eléctrica Española (REE) este ahorro en electricidad se sitúa únicamente entre el 0,1 y el 0,5 por ciento.

En todo caso, el próximo día 31, coincidiendo con el Domingo de Resurrección, los españoles volveremos a adelantar el reloj una hora… todos, menos los 7824 habitantes de Tobarra, en Albacete, que harán prevalecer una de sus tradiciones más arraigadas frente a la directiva europea 2000/84/CE sobre el cambio de hora.

La tradición manda frente a Europa

Y es que este municipio albaceteño es internacionalmente conocido por su larga tamborada, unida indisolublemente a su Semana Santa, declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en 2016 y Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2018.

Desde las 16 horas del Miércoles Santo hasta las 24 horas del Domingo de Resurrección, es decir, durante 104 horas, los tobarreños se entregan a un ritual colectivo desarrollado en espacios públicos del pueblo, que consiste en el toque simultáneo e ininterrumpido de miles de tambores y bombos.

La importancia de esta manifestación cultural de origen ancestral, ha hecho que la alcaldesa de Tobarra, Manuela Garrido Ruiz, haya publicado un Bando en el que se anuncia que, en esa localidad, el adelanto de la hora no se producirá hasta las 2:00 h del lunes 1 de abril.

La regidora ha explicado que, de seguir las directrices de la Unión Europea, la tamborada se vería reducida en una hora, lo que supondría una alteración de “una de nuestras mayores señas de identidad cultural como comunidad”.

Así que Tobarra se convertirá en una excepción en todo el país, en pro de la preservación de su más querida tradición, cuyos protagonistas creen necesario reconocer, proteger y difundir.

La polémica que circunda al cambio de hora

Los debates siguen vivos y, tanto a nivel nacional como europeo, las autoridades valoran la posibilidad de eliminar el cambio de hora y mantener un horario fijo durante todo el año.

El interés radica en suprimir los impactos negativos sobre nuestro ritmo circadiano que acarrea el ajuste horario bianual (el que se producirá ahora y el que tiene lugar la madrugada del último domingo de octubre en sentido contrario).

Las dificultades de adaptación a los cambios bruscos de horario se traducen en alteraciones de los patrones de sueño-vigilia o en la aparición de distimia (estado de ánimo decaído), somnolencia, cansancio, irritabilidad, nerviosismo, dolores de cabeza y dificultades para mantener la concentración.

Más infartos y accidentes de tráfico y menos producción de leche

También hay estudios que aseguran que existe una relación entre los cambios de horario y la incidencia de infartos de miocardio. Al parecer, durante los tres días posteriores a la llegada del horario de verano, se produce un incremento significativo del número de accidentes cardiovasculares por la privación de sueño.

Hay otro tipo de accidentes que también aumentan con el cambio de horario: los de tráfico, nada menos que un 17%. Y aún hay otros efectos que se dejan sentir, como la disminución de la producción animal.

Durante este período de adaptación, por ejemplo, las vacas generan un 20% menos de leche, según neurobiólogos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Sin embargo, a día de hoy, el cambio de hora seguirá vigente en nuestro país y en la mayoría de los países que lo adoptan, a la espera de una decisión definitiva que podría poner fin a esta medida.