Esta impresionante cueva del País Vasco es un formidable balcón natural, te contamos cómo llegar

Situado en la cordillera guipuzcoana de Aizkorri, el Parque Natural de Aizkorri Aratz alberga en su interior una impresionante y gigantesca cueva que es un gran mirador natural.

Ojo de Aitzulo
En el Parque Natural de Aizkorri-Aratz se encuentra esta catedral natural que ofrece impresionantes vistas de la zona.

El País Vasco, con su rica diversidad geográfica, posee uno de los parques naturales más impresionantes de la península ibérica, el Aizkorri Aratz. Entre las joyas que esconde este paraíso natural, destacan las rutas de senderismo y la cueva de Arrikrutz como experiencias que fusionan la belleza natural con la historia geológica.

El impresionante Parque Natural de Aizkorri-Aratz

Y es que sin duda alguna, este parque natural es el lugar ideal para los amantes del senderismo, ya que tiene una variedad de rutas que se adaptan a todos los niveles de habilidad y apetitos de aventura.

La Ruta de los Dólmenes combina historia y naturaleza

Iniciando el camino desde el pueblo de Zegama, la Ruta de los Dólmenes empuja a los excursionistas a través de colinas y bosques que atestiguan la riqueza histórica del área. Y es que entre las sombras de hayedos y robles centenarios, los dólmenes megalíticos se erigen como testigos silenciosos del paso del tiempo.

La combinación de paisajes impresionantes y elementos arqueológicos hace de esta ruta una experiencia inolvidable, ofreciendo una conexión única con el pasado remoto.

El ascenso a Aizkorri, una cumbre de "emociones"

Y para los que buscan una experiencia más desafiante, el ascenso a la cumbre de Aizkorri brinda una vista panorámica impresionante de los valles y picos que rodean la zona.

Una travesía que implica superar terrenos diversos, desde prados alpinos hasta rocosos senderos de montaña. La recompensa al llegar a la cumbre es una sensación de victoria acompañada de una vista que quita el aliento, y que rinde homenaje a la majestuosidad de la naturaleza vasca.

La cueva de Arrikrutz, visita obligada

No obstante, si practicar el senderismo en esta zona es un regalo para los ojos, también lo es, y mucho, adentrarse en sus entrañas, concretamente descender a la cueva de Arrikrutz, un mundo subterráneo repleto de maravillas geológicas.

Cueva de Arrikrutz
A lo largo de unos 60 minutos el visitante puede recorrer la Galería 53, que tiene 500 metros de desarrollo y 35 metros de desnivel.

Se trata de un sistema de galerías subterráneas que se extiende a lo largo de 14 kilómetros en cuyas cámaras hay millones de formaciones de estalactitas y estalagmitas que tardaron siglos en desarrollarse.

Además de ser una reliquia geológica, también lo es a nivel arqueológico, pues alberga vestigios arqueológicos que cuentan la historia de la región. En ese lugar han sido descubiertos restos de herramientas y de animales prehistóricos como los ciervos gigantes, la hiena de las cavernas o el rinoceronte lanudo.

El imponente Ojo de Aitzulo

Uno de los parajes más singulares del Parque Natural de Aizkorri-Aratz es sin duda el Ojo de Aitzulo. Haitzulo en euskera significa cueva o gruta, de ahí su nombre. Este balcón natural que se abre paso en la roca nos permite contemplar el vuelo de los buitres leonados y los densos bosques que se encuentran en esta zona.

Se trata de un lugar mágico, una cueva con una ventana en forma de pupila vertical, que cada día tiene más adeptos gracias a las redes sociales. Desde la iglesia de San Miguel, situada en Araotz, un barrio de las afueras de Oñati, parte una ruta de aproximadamente 5 kilómetros que tardan en completarse unas 2 horas y media.

A medida que nos acercamos se va convirtiendo en una cavidad más grande hasta desembocar en el enorme e impresionante Ojo de Aitzulo. En definitiva se trata de una visita que recomendamos encarecidamente, y que además está a una hora de distancia en coche de la ciudad de San Sebastián, que también merece otra visita.