El verano no ha hecho más que confirmar la sequía

Con un mes más seco de lo normal y con temperaturas muy elevadas, lo lógico es que la reserva de agua haya continuado descendiendo. Lo malo es que ha bajado mucho y ya tenemos cuencas por debajo del 30% de su capacidad. 

Embalse de Ricobayo, en la cuenca del Duero.
Embalse de Ricobayo, en la cuenca del Duero, ha sufrido un enorme desembalse que lo ha dejado a tan solo el 11% de su capacidad.

Las precipitaciones en agosto han sido debidas al paso de un par de vaguadas y al despertar brusco del Mediterráneo, que principalmente han afectado a la zona levantina. En lo que llevamos de mes y para observatorios principales, la máxima cantidad de agua recogida supera ligeramente los 100 l/m2 en Tortosa. Aunque hay estaciones en el este peninsular que, debido a las tormentas de estos días, han medido cantidades muy elevadas. En la otra cara de la moneda hay extensas áreas peninsulares, en especial del suroeste, en las que prácticamente no ha llovido nada. Con todas estas cantidades, podemos considerar a agosto un mes seco en el conjunto de la Península.

Agosto ha sido un mes seco y con temperaturas claramente por encima de la media. Entre los principales factores para la evaporación, solo el viento no ha sido adverso. 

Las temperaturas, debido a la ola de calor de mediados de mes, están permaneciendo claramente por encima de la media, tanto en los valores diurnos como en los nocturnos. Las rachas de viento han estado ligadas a las tormentas, por lo que han sido bastante locales y en el resto del mes el viento no ha sido tan fuerte como en otras ocasiones. El otro factor a tener en cuenta es la humedad relativa, que durante este mes se la puede considerar inferior a sus valores normales, de por sí bastante bajos.

Por tanto, de las principales condiciones meteorológicas para la evaporación, solo el viento no está siendo adverso para nuestros embalses. Todo esto hace que, por semanas, tengamos que la reserva de agua disminuyó más que la media de los últimos 10 años, excepto en la segunda semana que bajó menos.

Sin aumentos en el agua embalsada

Como estamos viendo, este mes no es que haya tenido muchos momentos importantes de precipitaciones; para la reserva hídrica, los más destacados han sido los de los días 3 y 4 en el norte de la Península y estos últimos días del mes, con la situación tan inestable en el este peninsular.

Los embalses que más se deberían haber beneficiado de esta situación tenían que ser, precisamente, los de la zona cantábrica, ya que estas últimas precipitaciones del levante no están llegando muy tierra a dentro, por lo que los pantanos principales recogen menos de lo que cae hacia la costa.

Las precipitaciones de estos días no han llegado muy tierra adentro y el resto del mes de agosto no ha tenido muchos momentos importantes de lluvias.

De todos los pantanos de estas dos cuencas, el que más ha aumentado es el de Sichar (Onda), en la provincia de Castellón, con una subida del 16%. Este embalse de uso variado, terminado en 1960, tiene una superficie máxima de ocupación de 317 ha, es alimentado por el río Mijares y está situado a pocos kilómetros de la costa, por lo que sí ha podido recoger parte de las precipitaciones de estos últimos días.

Embalse de La Almendra, en la provincia de Salamanca, en la cuenca del Duero, tiene la presa más alta de España y es el tercer embalse en capacidad.
Embalse de La Almendra, en la provincia de Salamanca, en la cuenca del Duero, tiene la presa más alta de España y es el tercer embalse en capacidad. Durante este mes ha sido uno de los que más agua ha perdido.

Debido al gran consumo en verano en el este peninsular, mucho más elevado que en el norte, y teniendo en cuenta todos los factores, las cuencas que menos han disminuido han sido la del País Vasco Interna y la del Cantábrico oriental, con una bajada del 5,9% y del 7,1% respectivamente.

Disminución en el agua embalsada: el factor humano

Otro factor tristemente importante ha sido el humano, con grandes desembalses en las cuencas del Duero y del Ebro, que han llevado a perder a presas como la de la Almendra en Salamanca un 19% o la de Ricobayo en Zamora, que entre finales de julio y este mes ha sido vaciada en un 74%, estando en la actualidad a tan solo el 11% de su capacidad.

Teniendo en cuenta el escaso aporte hídrico durante agosto, junto con los factores humanos, hace que la cuenca más perjudicada en este mes sea, otra vez, la del Duero, con una pérdida ligeramente superior al 22%. Que representa una cantidad del 51% sobre su capacidad total, alejada casi un 10% de su media de los últimos 10 años.

Conclusiones

Ya hemos pasado el período más duro del verano y durante este mes hemos perdido algo más del 7% en el agua embalsada, que en estos momentos está al 42,62%, un 8,0% inferior a la misma fecha del año pasado, y nos encontramos por debajo de la media de los diez últimos años, en este caso cerca de un 14%.

En situación atmosférica normal, casi concluido el verano, es muy posible que pueda empezar a llover durante el próximo mes; pero de todas maneras debemos seguir vigilando mucho la situación de nuestros embalses, principalmente en el sur peninsular, ya que la cuenca del Guadalquivir es la peor de todas con tan solo un 28,8% de su capacidad. La más alejada de su media de 10 años es la de Guadalete-Barbate, por debajo casi un 30%.