El volcán más explosivo del siglo XXI podría haber cambiado la dinámica de la estratosfera, advierten los científicos

Los volcanes pueden enfriar el clima, eso ya lo sabemos. Sin embargo, según un nuevo estudio, el volcán Hunga Tonga Hunga Ha'pai podría cambiar la dinámica estratosférica y la química del planeta.

Hunga Tonga Hunga Hapai
El 15 de enero del 2022, la mayor explosión volcánica del siglo XXI comenzó a cambiar la dinámica de la estratosfera. Fuente: Japan Meteorology Agency.

Su explosión, sin precedentes del siglo XXI, puso en alerta a todo el planeta. El volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’pai se despertó hace casi dos años para ser la erupción más fuerte en tiempos recientes, después de la del Pinatubo en 1991. Un estudio reciente ha concluido que parece estar cambiando la dinámica y la química de la estratosfera.

La erupción del volcán de Tonga no tiene precedentes en la era satelital

En diciembre de 2021, el volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’pai, llamado así por las dos islas que se asientan en su borde, se despertó en una serie de estallidos que culminaron el día 15 de enero de 2022 y que hizo historia. Esa misma jornada se desató una explosión tan fuerte que el ruido se llegó a escuchar desde Alaska, a unos 10.000 kilómetros de distancia.

Fue tan vasta la erupción que se excavaron hasta 10 kilómetros cúbicos de roca que luego se arrojaron a la atmósfera a una distancia de 56 kilómetros, altitudes nunca alcanzadas por una erupción volcánica en la era de los satélites. El despertar de este volcán provocó un tsunami de 15 metros que se estrelló contra la costa de Tonga, Fiyi y Samoa entre otros, destruyendo todo lo que encontraba a su paso, poblaciones y animales.

Lanzó una enorme columna de vapor de agua

El volcán de Tonga lleva entrando en erupciones esporádicas desde el año 2009. Sin embargo, la última fue la más extrema. El vapor de agua expulsado a la estratosfera sería capaz de llenar 58.000 piscinas olímpicas. Para hacernos una idea, la estratosfera se encuentra en altitudes de entre 10 y 50 kilómetros por encima de la superficie terrestre. Hasta allí fue disparado.

Según un estudio publicado en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences), la masa de agua estratosférica global aumentó un 10 % en relación con los niveles climatológicos nórmales. Los investigadores, todos ellos de la Universidad de Harvard, de la Ingeniería de Ciencias Aplicadas (SEAS en inglés) y de la Universidad de Maryland, descubrieron en meses posteriores que la inyección de vapor de agua y de dióxido de azufre había cambiado mucho más que el clima a corto plazo.

Produjo cambios en la dinámica de la estratosfera

La perturbación de los aerosoles de vapor de agua y sulfato del volcán alteró las temperaturas. Tuvo un efecto de enfriamiento en la estratosfera, lo que llevó a un cambio en la circulación y a disminuciones de hasta un 7 % del ozono en partes del hemisferio sur, así como un aumento del mismo en los trópicos.

Esta última cuestión resulta la más importante, ya que la capa de ozono resulta esencial para proteger la vida en la Tierra de las radiaciones ultravioletas. Como consecuencia de la erupción, es probable que los niveles de vapor de agua en la estratosfera se mantengan elevados durante años.

Gracias a la información extraída por el Microwave Limb Sounder (MLS) a bordo del satélite Aura de la NASA, el volcán HTHH podría cambiar potencialmente las temperaturas de la superficie e impactar en la circulación química y estratosférica debido al aumento de los aerosoles de sulfato procedentes del mar.

Y ahora, ¿qué deparará el futuro?

Los investigadores esperan continuar con el estudio siguiendo el impacto del volcán en los años venideros. Con esto descubriríamos qué provoca que el vapor de agua se mueva desde los trópicos y las latitudes medias hasta el polo sur, donde sigue provocando pérdidas en la capa de ozono.

Referencia de la noticia
David M. Wilmouth, Freja F. Østerstrøm, Jessica B. Smith and Ross J. Salawitch

Impact of the Hunga Tonga volcanic eruption on stratospheric composition