El tiempo, el gran enemigo en Tokio 2020

Queda un año para las Olimpiadas en la capital japonesa y los atletas van a competir no solo contra el tiempo cronológico sino también contra el meteorológico, ¿cuál influirá más?

Una de las imágenes más impactantes de los Juegos Olímpicos modernos, la llegada de la maratoniana suiza Gabriela Andersen-Schiess al estadio olímpico de Los Ángeles 84, tambaleándose, con los brazos colgando y víctima de un esfuerzo sobrehumano debido a las altas temperaturas y a la elevada humedad.
Una de las imágenes más impactantes de los Juegos Olímpicos modernos, la llegada de la maratoniana suiza Gabriela Andersen-Schiess al estadio olímpico de Los Ángeles 84, tambaleándose, con los brazos colgando y víctima de un esfuerzo sobrehumano debido a las altas temperaturas y a la elevada humedad.

Los Juegos de la XXXII Olimpiada tendrán lugar entre el 24 de julio y el 9 de agosto de 2020 en Tokio, Japón, período del año en el que la capital japonesa sufre los rigores de un verano cálido, lluvioso y muy húmedo. Los participantes, tanto los deportistas como los aficionados, van a tener unas condiciones atmosféricas muy poco propicias para la realización y el disfrute de las actividades deportivas, sobre todo las que se disputen al aire libre.

Un largo y cálido verano

Y no me refiero a la película de 1958, interpretada por Paul Newman, sino al período del año entre finales de junio y mediados de septiembre, cuando Tokio alcanza los valores termométricos más altos y, además, vienen acompañados de importantes precipitaciones. Esto produce humedades relativas que claramente superan el 80% durante todas esas jornadas y casi a todas las horas del día.

Incluso podemos concretar un poco más. Durante ese período, la temperatura máxima media es de 26 ºC, siendo el 9 de agosto el día que se lleva el gato al agua, el más cálido, con una máxima media de 31 ºC y una mínima media de 25 ºC. ¿El día más húmedo? El 8 de agosto con un valor promedio del ¡91%! (datos obtenidos en weatherspark.com). Eso no es todo, en la terrible ola de calor de 2018, la peor situación de altas temperaturas vivida por este país desde que hay registros fiables termométricos, en muchas áreas se superaron los 35 ºC, alcanzándose el récord en la ciudad de Kumagaya, a tan solo 90 km de Tokio, con una máxima de 41,1 ºC, la más alta jamás observada en Japón.

Se calcula que más de 50.000 personas pudieron ser hospitalizadas por golpes de calor, y los episodios cálidos cada vez son más frecuentes en el verano japonés. Está claro que con estas condiciones meteorológicas los deportistas y en especial los que realicen sus actividades al aire libre, tendrán que competir no solo contra el “crono” sino también contra el tiempo atmosférico.

La peor parte se la llevarán los deportistas de largas distancias

Ciclistas, triatletas y maratonianos serán los participantes en estas olimpiadas que puedan sufrir más estas condiciones climáticas adversas.

Tokio será sede olímpica por segunda vez, la anterior fue en 1968. Podríamos pensar que todo esto ya está previsto, pero no, porque en ese año las Olimpiadas se celebraron en otoño, momento mucho más idóneo que el verano para las actividades al aire libre.

Y entonces, ¿por qué correr riesgos? Ya se han elevado voces para intentar retrasar las fechas en las que se disputen estos juegos olímpicos al otoño, como la vez anterior, pero los patrocinadores, las televisiones que emitirán en directo las competiciones y el gran número de entradas ya vendidas impiden que esto se pueda lograr.

Ola de calor Japón
Una japonesa con un ventilador portátil durante la ola de calor de 2108.

Por lo menos, la organización ha aceptado adelantar la salida del maratón, será a las ¡6 de la mañana! “Una hora idónea para empezar cualquier actividad”, y así evitar correr durante el día de más calor, ya que la prueba masculina se realizará el 9 de agosto.

Impacto de la meteorología en el rendimiento deportivo

Un estudio realizado por investigadores franceses en 2012 y que analizó miles de pruebas de maratón entre los años 2001 y 2012, dio como resultado que la temperatura del aire es el factor más importante en los tiempos de finalización de los corredores de élite. El estudio también encontró que para estos maratonianos, los porcentajes de pérdida de velocidad y las tasas de abandono crecían considerablemente con cada aumento de temperatura.

Al factor térmico también hay que añadirle las importantes precipitaciones que se producen y el grado de humedad tan elevado que tiene Tokio durante esos días.

Si las condiciones climáticas de Japón no son las idóneas para la celebración en esa época del año de un evento deportivo tan importante como una Olimpiada, donde se reúnen los mejores deportistas del mundo, ya que se pueden provocar problemas de salud, repito mi pregunta, ¿por qué correr esos riesgos? Ahora ya podemos responderla, todo parece indicar que el Negocio Deportivo está por encima de la salud de los participantes. Está claro, “lo importante no es vencer, sino competir…” por no perder tu vida.