Mar Mediterráneo occidental en valores de récord: ¿el riesgo de lluvias extremas en España se extenderá a noviembre?

Este mes de octubre, los récords han vuelto al Mediterráneo occidental sin hacerse esperar. ¿Qué implicaciones podrían tener en cuanto al riesgo de lluvias torrenciales en el medio y largo plazo?

Los fuertes aguaceros y tormentas mediterráneas podrían extenderse a meses del año donde hasta ahora no eran tan habituales.

El mar Mediterráneo es un foco caliente del cambio climático. Según el último informe elaborado por el CEAM, el Mediterráneo se ha calentado 1.3 ºC desde 1982. En los últimos años, se han producido olas de calor intensas y persistentes que han llevado al Mediterráneo a batir récords de gran calibre.

El pasado 26 de julio, la temperatura superficial del Mediterráneo en conjunto alcanzó un nuevo récord. Se alcanzaron los 28.17ºC de media, lo que supone el valor más alto desde que se toman datos.

Registros de temperatura inéditos en aguas españolas

El prolongado y anómalo veranillo de San Miguel ha empujado la temperatura superficial del agua del mar a valores nunca vistos en un mes de octubre. Las anomalías en aguas superficiales llegan a los +4 ºC entre Menorca y Córcega. Estos son los récords para octubre registrados en las boyas de Puertos del Estado, hasta el momento:

  • 27.04ºC en la boya de Dragonera (Mallorca), el 2 de octubre
  • 26.74ºC en la boya de Maó (Menorca), el 1 de octubre
  • 25.74ºC en la boya de Valencia, el 3 de octubre
La temperatura superficial del Mediterráneo se encuentra en valores propios de latitudes subtropicales. En el mar Balear, se superan los 26ºC de forma generalizada.

Este no es un evento aislado en el tiempo. Los récords cálidos en el Mediterráneo se suceden desde hace meses. En agosto del año pasado, se registraron por primera vez 31 ºC en la boya de Dragonera, lo cual supone récord y es un valor preocupante, teniendo en cuenta que la medición se realiza en alta mar. De forma paralela, la boya de Valencia registró un nuevo récord el pasado mes de julio con 28.89ºC.

¿Cabe esperar una extensión de la temporada de lluvias extremas?

La pregunta es difícil de responder, puesto que un mar caliente, no es la única variable involucrada en las precipitaciones torrenciales mediterráneas. Es necesaria una dinámica atmosférica activa, con acercamiento de DANAS y/o vaguadas a nuestras latitudes. Por muy caliente que esté el mar, si en niveles medios de la troposfera domina la dorsal (anticiclón cálido), el tiempo será estable, sin sobresaltos meteorológicos.

Anticiclones cada vez más frecuentes e intensos

Por ello, es conveniente estudiar los cambios en la dinámica atmosférica que el cambio climático está suscitando. Un estudio liderado por la doctora Caroline Ummenhofer en la prestigiosa revista Nature Geoscience, concluye que el anticiclón de las Azores se está expandiendo a un nivel sin precedentes en los últimos 1200 años.

Este centro de altas presiones en mitad del Atlántico norte, es clave en las precipitaciones que llegan a España, especialmente en invierno. La expansión y fortalecimiento de este anticiclón podría inducir cambios en la dinámica atmosférica. Otros estudios, apuntan a un fortalecimiento y expansión de la dorsal subtropical africana más allá de la época estival.

Un Mediterráneo cada vez más caliente durante más tiempo, implica una cesión de energía a la atmósfera que antes estaba disponible en menor cantidad. Por tanto, si los anticiclones lo permiten, es plausible que las lluvias torrenciales empiecen a ser habituales fuera de temporada, en meses como en noviembre o diciembre. Lo que está claro es que los extremos han venido para quedarse.