El IGN e INVOLCAN confirman el enjambre sísmico en el Teide: el riesgo de erupción que contemplan los geólogos

En los últimos días se han registrado más de 700 microsismos bajo el principal volcán tinerfeño, en dos enjambres distintos separados por solo diez horas. Los expertos llaman a extremar la vigilancia ante posibles cambios en el sistema volcánico.

El Teide, en Tenerife, es el pico más alto de España y un viejo volcán que sigue activo.

Los recientes enjambres sísmicos detectados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) en la zona de Las Cañadas del Teide, al suroeste del Pico Viejo, han desatado la alerta en la isla de Tenerife.

En los últimos tres días, se han registrado más de 700 microsismos de muy baja magnitud y localizados a unos 10 km de profundidad, que recuerda inevitablemente los días previos a la última erupción ocurrida en el archipiélago canario: la del Tajogaite, en la isla de la Palma en 2021.

Un doble enjambre en menos de diez horas

Desde su cuenta en X, INVOLCAN ha informado gráficamente de un doble enjambre sísmico en menos de diez horas bajo el Teide-Pico Viejo. Es decir, ocurridos en dos episodios diferenciados.

El primero se produjo entre las 21:30h del 6 de agosto y las 00:10h del 7, con más de 55 terremotos de tipo volcano-tectónico (VT), es decir, debidos a la fractura de rocas causada por la presión de fluidos como magma o gases dentro del volcán.

El segundo, entre las 02:00 y las 07:30 UTC del día 7, con más de 700 eventos híbridos, que combinan los terremotos VT con los de largo periodo (LP), que son aquellos vinculados a movimientos de fluidos en el sistema volcánico-hidrotermal.

La evaluación de riesgo: esto creen los expertos

A pesar de tratarse de una actividad microsísmica inusual, el director del IGN en Canarias, Itahiza Domínguez, ha insistido en que no se observan deformaciones del terreno ni aumentos en las emisiones de dióxido de azufre –aunque los gases están 2.8 veces por encima del nivel normal– que puedan compararse a las que se produjeron antes de la erupción del Tajogaite. Razones de peso, desde el punto de vista vulcanológico, que descartan que exista un riesgo inmediato de erupción.

Erupción del Tajogaite en la isla canaria de La Palma en 2021.

Tampoco parece determinante el hecho de que este sea el sexto enjambre identificado en la misma zona desde 2016 (2016, 2019, 2022, 2024 y ahora 2025). Aunque el fenómeno es recurrente, la comunidad científica no cuenta con registros históricos suficientes para determinar con certeza si este comportamiento es anómalo.

Domínguez advierte, sin embargo, que “es otro paso más de actividad magmática” y enfatiza la necesidad de mantener vigilancia continua: “Tenemos que trabajar como si la próxima erupción fuera mañana. Porque puede ocurrir, pasó en La Palma”.

Probabilidades a medio y largo plazo

Aunque las señales del Teide son compatibles con una actividad volcánica profunda y apuntan a un sistema activo, de momento no se prevé un fenómeno eruptivo inminente. Los expertos recuerdan que un enjambre sísmico no equivale automáticamente a una erupción inminente.

En muchos casos, estos fenómenos están asociados a movimientos internos de magma que no llegan a la superficie, pero sí sirven como recordatorio de que el sistema volcánico sigue vivo. A medio y largo plazo, la ciencia sí calcula probabilidades de erupción en Tenerife entre un 30 % y un 40 % dentro de los próximos 50 años.

Un volcán silencioso, pero no dormido

El Teide, con sus 3.715 metros, es el pico más alto de España y el tercer volcán más grande del mundo desde su base oceánica.

Su última erupción registrada fue en 1909, en el flanco noroeste, en la zona de Chinyero. Desde entonces, la actividad volcánica en la isla ha sido principalmente sísmica y fumarólica.

Pero el registro geológico muestra que las erupciones en Tenerife no siguen un patrón regular. Algunas han ocurrido con siglos de diferencia, otras con apenas décadas.

Por eso, los enjambres como el de este agosto no se interpretan de forma aislada, sino como parte de la dinámica normal de un volcán activo.

Preparación e información rigurosa

INVOLCAN y el IGN mantienen una vigilancia instrumental 24/7 sobre el Teide, que incluye redes sísmicas, estaciones GPS para detectar deformaciones y sensores de gases.

También insisten en la importancia de la comunicación pública: informar rápido, con datos contrastados, para evitar alarmas innecesarias.

Las autoridades de Protección Civil de Canarias, por su parte, subrayan que la población debe conocer los protocolos de actuación en caso de emergencia volcánica. Y recuerdan: la información oficial se difunde a través de canales institucionales y medios solventes para contrarrestar rumores y bulos.