El 29-O el barranco de La Saleta condujo hasta Aldaia casi tanta agua como lleva el Ebro en Tortosa

Los estudios de la Confederación Hidrográfica del Júcar, junto con el Ayuntamiento local, ya cuantifican el agua que transcurrió por esa pequeña rambla valenciana y su entorno. Algunas calles de Aldaia llegaron a contener 2 metros de agua y lodo.

Barranco de La Saleta
Aspecto del barranco de La Saleta 48 horas después de la avenida.

En la investigación llevada a cabo por Meteored para nutrir la jornada del pasado sábado en Aldaia, DANA 29-O: causas, impacto y lecciones, organizada por la AVAMET con el apoyo del Ayuntamiento local, hemos tenido acceso a un dato de caudal impresionante del barranco de La Saleta aquel día.

La rambla que transcurre por Aldaia tiene un largo historial de avalanchas de agua y lodo, algunas de ellas sumamente catastróficas, como la del año 1957 paralela a la riada de Valencia, la del 2000 y finalmente la de octubre del año pasado, que se saldó con 6 víctimas en esta localidad de l’Horta.

Una rambla con 25 kilómetros de longitud que pierde su cauce en pleno pueblo

El barranco de La Saleta comienza junto a la A-3 y al centro comercial Bonaire, pero el origen de sus avenidas suele estar mucho más arriba. Podríamos decir que es una prolongación del Pozalet, que transcurre entre Cheste y Loriguilla, heredando el agua de un tercero: Cañada Fría. Si sumamos los tres tramos, recorre cerca de 25 kilómetros, primero entre las tierras de secano y las montañas de la Foia de Bunyol, después a través de Loriguilla y el polígono El Oliveral para acabar en Aldaia.

La rambla llega al núcleo urbano bien canalizada, pero sus paredes antropizadas acaban casi desapareciendo cuando lindan con la estación de tren. Allí se ensancha algo y pierde toda su profundidad, quedando un cauce muy insuficiente que, además, muchas veces acaba vertiendo sus aguas en un túnel. Eso es lo que sucede históricamente en episodios de precipitación intensos, pero no sobresalientes. Cuando llegan estos últimos se desborda algo antes y cubre las calles adyacentes. En los tres casos antes enumerados La Saleta fue mucho más allá y afectó casi la totalidad del pueblo.

Barranco Saleta
Coche volcado junto al barranco en Aldaia el 31 de octubre.

Las grandes inundaciones en Aldaia han tenido un invitado especial, el barranco del Poyo. Cuando llueve mucho en la Foia de Bunyol baja muy bravo hasta llegar a las inmediaciones de un polígono, El Oliveral, y allí muchas veces acaba desbordándose por un motivo obvio. El cauce pasa de tener una anchura de decenas de metros a apenas 3 o 4, ocurriendo esto justo antes de una curva de 90º. Y suele acabar en desastre. El agua se ve obligada a invadir las zonas próximas, muchas veces cruza la A3 y se une al caudal del Pozalet, enfilando hacia Aldaia en forma de una poderosa ola.

La del pasado mes de octubre fue descomunal. En apenas unos minutos, este municipio valenciano pasó de estar parcialmente seco, tras un día de chubascos inapreciables, a casi convertirse en un ‘mar’. Algunas de sus calles principales llegaron a acumular cerca de 2 metros de agua y lodo.

Barranco de La Saleta
Momento de la explicación de la problemática de La Saleta y los caudales estimados por la CHJ.

En octubre llevó tanta agua como el Ebro en su desembocadura

En los últimos días, nuestras pesquisas nos han llevado a hablar con varios expertos y técnicos. Esa recogida de datos nos llevó hasta la arquitecta municipal de Aldaia, Cristina Moreno, que nos aportó una cifra impresionante: aquel día pudieron pasar por Aldaia en torno a 360 m3/s. Eso es lo que calcula la Confederación Hidrográfica del Júcar a partir de los estudios sobre el terreno. Aunque está previsto que en los próximos días el caudal se revise, previsiblemente no fluctuará demasiado.

Eso supondría que casi el agua total que entrega el Tajo al Atlántico por Lisboa o cerca del caudal habitual del Ebro en Tortosa (unos 400 m3/s), trató de pasar por un barranco de apenas unos metros de anchura, que además acaba esfumándose en pleno núcleo urbano. Sería un flujo similar al del río Miño por Tuy y más del doble del Guadalquivir cuando transcurre por Sevilla.

El río Ebro en su paso por Tortosa.

Los estudios previos a la ejecución del aliviadero para La Saleta, llevados a cabo por la CHJ, han concluido que el caudal que puede pasar por Aldaia con seguridad es de entre 30 y 40 m3/s. Ese es el objetivo que se quiere alcanzar tras las muchas actuaciones, hasta 7, que se quieren acometer en este barranco y el Poyo. En octubre el agua multiplicó por nueve esa estimación.

Para ser todavía más conscientes de la entidad de esta última avenida, basta con revisar el caudal máximo que pasó en octubre del 2000, cuando ya se inundó el 60% del núcleo urbano. En aquel caso, según los datos recopilados por Moreno, el barranco a su paso por Aldaia acogió 140 m3/s.

La primera actuación proyectada es insuficiente, pero se esperan más

Las actuaciones para La Saleta, que están en fase de estudio de integración paisajística y que han despertado cierta inquietud en el Ayuntamiento de Valencia, que ha presentado alegaciones por miedo a que ayude a desbordar el nuevo cauce del río Turia, pretenden llegar a gestionar la llegada de hasta 150 m3/s a Aldaia.

Desvío barranco de La Saleta
Estudio de visibilidad de la actuación en el barranco de La Saleta.

Esto se quiere conseguir combinando los 15 m3/s desviados hacia el Poyo por el cunetón ya construido, un aliviadero subterráneo de 100 m3/s y los 35 m3/s que seguirán cruzando el pueblo.

Efectivamente, harán falta otras muchas actuaciones porque, si bien, esta infraestructura sí podría salvar con éxito una avenida como la del 2000, sería insuficiente para otras como las de 1957 o 2024. Podría reducir un tercio el impacto, algo que no se puede despreciar, pero aún así los daños serían muy importantes.