¿Dónde ver los mejores atardeceres de Madrid?

Madrid no necesita una playa para poder despedir al astro rey, pues cuenta con multitud de lugares para disfrutar de un increíble atardecer: desde templos, pasando por parques, e incluso algún "faro".

Catedral de la Almudena
Impresionante atardecer que puede disfrutarse en la Catedral de la Almudena, en pleno centro de Madrid.

Para ver un precioso atardecer, nada como una playa. Es cierto que Madrid no tiene playa, pero en cambio es una ciudad con muchas diferencias de altura. Eso facilita poder ver cómo se esconde el sol en muchísimos miradores y sitios con mucho encanto.

Los lugares que no te puedes perder

Existen varios sitios ideales para ver la puesta de sol en la capital madrileña: algunos son gratuitos y rodeados de naturaleza, otros de pago. Pero ninguno te dejará indiferente.

El Faro de Moncloa, un mirador a más de 100 metros de altura

Empezamos nuestro repaso de los mejores atardeceres de la ciudad, yéndonos, cómo no, de Madrid al cielo. Y es que no tan arriba, a 110 metros de altura, se encuentra el Faro de Moncloa.

Se trata de la Torre de Iluminación y Comunicaciones del Ayuntamiento de Madrid, un mirador situado cerca de Ciudad Universitaria y que abrió sus puertas en 1992. Aunque estuvo clausurado durante casi diez años, a finales de marco de 2015 volvió a abrir sus puertas al público.

Con forma de platillo volante, este edificio fue diseñado por el arquitecto madrileño Salvador Pérez Arroyo, y cuenta con unas vistas espectaculares de 360 grados de la ciudad. Aunque el acceso no es gratuito, los espectaculares atardeceres bien merecen esos 4€ que cuesta la entrada.

El templo de Debod, el icono por excelencia de los atardeceres de Madrid

Dentro del Parque del Cuartel de la Montaña, cerca de la Plaza de España, se encuentra el famosísimo Templo de Debod, un santuario egipcio que data del siglo II a.c, y que fue donado a España por el gobierno egipcio para evitar que se inundara cuando se levantó la gran presa de Asuán, en Egipto.

atardecer Templo de Debod
Los atardeceres desde el Templo de Debod no dejan a nadie indiferente.

Desde el mirador que está situado en el límite del parque, se puede contemplar un impresionante atardecer con el sol deslizándose entre la línea del horizonte del río Manzanares, acompañado por la presencia majestuosa del Palacio Real y la Casa de Campo.

La terraza del Círculo de Bellas Artes

Y de un templo nos vamos a otro, aunque en este caso al templo de los influencers, pues no hay uno que se pierda este must de Madrid.

Circulo de Bellas Artes
El único inconveniente, si es que lo hay, es que para acceder a ella se debe pagar una entrada de 5€, pero garantizamos que merece la pena.

Situado en pleno centro de Madrid, muy cerca de la confluencia entre Gran Vía y Alcalá, se ha convertido en un lugar privilegiado no sólo para despedirse del sol sino también para disfrutar de unas espléndidas vistas de la capital. Un panorama presidido por la diosa Atenea y que deja ver edificios tan imponentes como la Torre de Telefónica o el edificio Metrópolis.

Despedir al sol desde el Cerro del Tío Pío

Y del centro de Madrid nos vamos al distrito de Vallecas, un conocido barrio situado al sureste de la capital. Allí se encuentra un parque de colinas redondeadas conocido popularmente como las 7 Tetas.

7 tetas Madrid
Desde sus colinas a diferentes alturas se puede disfrutar de todo el skyline de Madrid en un ambiente más tranquilo ya que está alejado del centro de la ciudad.

Se trata de uno de los espacios verdes más extensos de la ciudad, y suele estar muy concurrido pues posee un gran mirador que ofrece una vista única de la Plaza Castilla y las Torres Kio, las Cuatro Torres, el Paseo de la Castellana, el centro de Madrid, e incluso de la sierra madrileña.

Jardín de las Vistillas, un lugar privilegiado que hace honor a su nombre

Y siguiendo la estela de los parques, nos vamos a otro, situado dentro de la capital. Estos jardines toman su nombre del cerro de Las Vistillas, denominado así por las vistas que se divisan desde su cima, con diferentes panorámicas de las riberas del río Manzanares y de la Casa de Campo.

Este cerro es una de las formaciones montañosas que sirvieron de defensa natural a la ciudad durante la Edad Media. Si uno camina a lo largo del sendero del jardín hacia la parte baja, se encontrará con una elevación que actúa como una especie de cornisa. Desde este punto elevado, se puede disfrutar de una vista panorámica única del horizonte de Madrid.