3 graves problemas en los océanos y 3 reglas básicas para salvarlos

Los océanos están de celebración. Hoy, 8 de junio, ¡es su día! Las grandes instituciones han asignado esta fecha para reconocer la gran importancia que tienen los océanos en nuestro planeta y, además, visibilizar las graves consecuencias que están actualmente sufriendo debido al cambio climático.

Los océanos cubren las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra, contienen el 97 por ciento del agua del planeta y representan el 99 por ciento de la superficie habitable del planeta en volumen.

La Asamblea General de las Naciones Unidas decretó, hace hoy 14 años, conmemorar el Día de los Océanos el 8 de junio con el propósito de desarrollar un movimiento mundial para la gestión sostenible de nuestros mares.

Los océanos son los pulmones de nuestro planeta, fuente primordial de alimentos y capaces de regular el clima. Además, absorben el 30% de dióxido de carbono antropogénico de la atmósfera y son clave para nuestra economía. Se estima que para 2030 habrá en torno a 40 millones de trabajadores en todo el sector relacionado con los océanos.

Los océanos cubren más del 70% del planeta, producen entorno el 50% del oxígeno y alberga la mayor parte de la biodiversidad de la tierra.

A pesar de todos sus beneficios, los océanos están siendo ampliamente golpeados por las actividades humanas. De ahí nace el lema del Día Mundial de los Océanos para este 2022: "Revitalización: acción colectiva por el océano", con el que se pretende concienciar de que los recursos de los océanos no son infinitos y que no debemos agotar lo que nos ofrecen, sino restaurar su vitalidad y trabajar juntos para crear un nuevo equilibrio.

¿Cómo está impactando el cambio climático en los océanos?

Como todos ya sabemos, el cambio climático es una alteración del estado medio del clima, provocado, principalmente, por los humanos y que está afectando a los distintos componentes del sistema climático. Entre ellos, la hidrosfera.

Aumento de gases de efecto invernadero

Los altos niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera también llegan a los océanos, alterando su composición química y aumentado su acidez. Los organismos formadores de conchas son los más afectados, creando hábitats críticos. Además, un aumento de la acidificación también puede limitar la capacidad de capturar dióxido de carbono de la atmósfera.

De hecho, en los últimos 30 años la Tierra ha perdido 28.000 millones de toneladas de hielo, lo que representa un 65%.

Altas temperaturas

El aumento de gases de efecto invernadero está aumentando las temperaturas de todos los océanos y mares del mundo, propiciando la muerte de innumerables especies marinas, entre ellos los corales. Además, el cambio en la temperatura del agua puede afectar directamente al desarrollo y crecimiento de la mayoría de los peces y cefalópodos.

Este calentamiento también altera las corrientes oceánicas, que desempeñan un papel importante en el mantenimiento del clima de la Tierra.

Aumento del nivel del mar

Otras de las principales causas del ascenso de temperaturas es el conocido deshielo del Ártico. En los últimos años, se han reducido considerablemente la poblaciones de focas, morsas, pingüinos y ballenas.

El aumento de las temperaturas, junto con el deshielo, ha causado el aumento del nivel del mar a una tasa de aproximadamente 3 milímetros por año. Aunque sólo el 2% de la tierra a nivel mundial se encuentra a 10 metros sobre el nivel del mar, estas zonas contienen el 10% de la población humana, todas ellas directamente amenazadas.

¿Cómo conseguir un océano sostenible?

Muchos podrán pensar que todo está en manos de las grandes y poderosas instituciones, no siendo conscientes de que el gran poder lo tienen ellos mismos. De hecho, muchos conocerán la famosa frase de: actúa local, piensa global, sin ponerla a penas en práctica. Nosotros aportaremos las tres reglas básicas para contribuir al desarrollo sostenible de los océanos de manera individualizada.

Se desconoce la cantidad exacta de plásticos en los mares pero se estiman unos 5-50 billones de fragmentos de plástico, sin incluir los trozos que hay en el fondo marino o en las playas. El 70% queda en el fondo marino, el 15% en la columna de agua y el 15% en la superficie.

Disminuir el consumo de plásticos

La mayoría de los plásticos terminan en el mar, destruyendo hábitats y provocando la muerte a miles de animales marinos cada año. Para limitar su impacto, debemos reciclar lo máximo posible.

Compras sostenibles de pescado

Poblaciones mundiales de peces se están agotando rápidamente debido a la demanda, la pérdida de su hábitat y las prácticas de pesca insostenibles. Debemos reducir la demanda de especies sobreexplotadas escogiendo productos saludables y sostenibles.

Disminuir el consumo de energía

Ya hemos visto que los gases de efecto invernadero emitidos por los humanos, ya sea por nuestros coches como por el consumo de energía en el hogar, llegan al océano y lo perjudica de mil maneras distintas. Por esta razón, debemos de ser más consientes y reducir el gasto energético tanto como sea posible.