Cómo actuar antes, durante y después de un terremoto

Uno de los fenómenos geológicos que más aparecen en las noticias de nuestro país son los terremotos. Son más de 4000 los que se pueden registrar en un año en España, según los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Esta cifra, que a simple vista parece alarmante, refleja que no nos enteramos de la gran mayoría.

Si hablamos a escala global, el Centro Nacional de Información de Terremotos del USGS, de Estados Unidos, contabiliza alrededor de 500 000 terremotos detectables cada año, ¡una locura! Sin embargo, de esa cifra son 100 los que pueden causar daños masivos.

Ahora bien, lo que sí que está claro es que cada vez los terremotos son más devastadores. No porque la Tierra se sacuda más, sino por el aumento de la población que vive en las zonas de mayor riesgo. Por esa razón hay que estar preparado, pero... ¿sabes cómo hay que actuar ante un evento de este tipo?

Primero concienciar y enseñar a la población

Existe una larga lista con los países con mayor riesgo sísmico del mundo. Entre los primeros cinco se encuentran Estados Unidos, México, Guatemala, Costa Rica y Perú. Básicamente, porque se ubican en las regiones donde se encuentran algunas de las placas principales. Estas son la de Cocos, la placa caribeña, la placa de América del Norte, la del Pacífico, la placa de Nazca y la de Juan de Fuca.

Sin embargo, lo primero que hay que hacer es diseñar un plan de protección, seguridad y evacuación. Una vez tengamos eso, hay que pensar en otras cosas como asegurar los elementos altos, realizar simulacros en centros educativos, empresas, residencias, etc. Y como no, sensibilizar a la población y enseñar por ejemplo los conocimientos básicos acerca de los primeros auxilios. Según el Instituto Geográfico Nacional, conocer las zonas seguras y las salidas de emergencia también es un factor clave.

Durante el terremoto, ¡calma y a cubierto!

Lo primero que hay que hacer al notar el seísmo es mantener la calma y evitar la histeria, algo que puede llegar a ser muy difícil. Luego hay que agacharse, cubrirse el rostro con entre los brazos, proteger la cabeza y agarrarse debajo de una mesa si nos encontramos dentro de un edificio. Obviamente, hay que alejarse de los muebles, ventanas y lámparas ya que se nos pueden venir encima.

¿Y si estoy fuera de casa? La mejor opción será alejarse de los edificios, muros y postes eléctricos. Estar dentro de un edificio o fuera en la calle no son las únicas opciones. Por ejemplo, si estamos conduciendo hay que parar en un lugar seguro, encender las luces de emergencia y no salir del vehículo hasta que pare el temblor.

Después del terremoto, ¿cómo debemos actuar?

Una vez el temblor ha terminado, hay que observar si alguien está herido para practicar los primeros auxilios, de ahí la importancia de conocerlos bien. Mantén la calma y no toques los cables de energía que hayan caído. Si no se hizo previamente, es buen momento para cerrar la llave de gas para evitar cualquier fuga, también controlar el flujo de agua y no utilizarlo y, finalmente desconectar los circuitos de energía eléctrica para evitar accidentes por contacto.

Una vez hecho todo eso, se puede llamar a emergencias sólo con la opción de llamadas urgentes. Si no se han producido daños materiales en el hogar, lo mejor será encender la televisión o sintonizar la radio para conocer las medidas de emergencia adoptadas y hacer caso de las informaciones aportadas por los organismos y autoridades oficiales. Después, si es necesario salir del edificio, la mejor opción son las escaleras y no utilizar bajo ningún concepto los ascensores.

En el caso de un terremoto de gran magnitud, ¿qué hay que hacer?

Si desafortunadamente el terremoto ha sido de gran magnitud y estamos atrapados, hay que cubrirse la boca y la nariz, así evitaremos asfixiarnos con el polvo. Perder la calma, gritar y pedir auxilio no es recomendable, ya que se gasta energía y en muchos casos es inútil porque podemos estar sepultados bajo metros de escombros.

Lo que sí que se puede hacer es golpear un objeto con otro objeto para indicar la posición en caso de rescate. Las autoridades no recomiendan en ningún caso mover a las personas gravemente heridas a menos que estén en peligro inminente de sufrir daños, como por ejemplo una réplica del terremoto.